N ° 50
Buenos Aires, diciembre 31 de 1999.-
Hace algunos días reapareció Raul Monetta y sus declaraciones confirmaron la dura sospecha que la pretensión de imputarle el delito de “subversión económica” al directorio de un banco que había pagado el 100% de sus deudas y a los depositantes reflejaba o un prejuicio ideológico o una excusa para perseguir otros fines.
Monetta se presento en forma personal a denunciar los abusos del Juez Federal Leiva, de Mendoza, pidiendo su jury y remoción. Señalo que muchos mendocinos eran víctimas de los procedimientos de algunos jueces y fiscales en Mendoza. En la práctica dijo todos estamos en libertad condicional.
Cuando esta semana el juez Federal Claudio Bonadio proceso a Victor Alderete, junto a otros directores y algunos gerentes del Pami, por administración infiel en perjuicio del Pami por un contrato que fue rescindido antes de comenzar su ejecución, las palabras de Monetta volvieron a mi.
Alguna vez debí soportar un proceso penal por defraudación porque según el Diputado Galvan y el Concejal Eliseo Rosello (prófugo de la ley) denunciaron que en el banco Hipotecario Nacional el directorio había incumplido la ley por invertir en títulos Brady argentinos que eran de alto riesgo. Al comprobarse que los mencionados U$ 200 millones no estaban en las islas Cayman los fiscales transformaron la investigación por el “potencial peligro del patrimonio afectado”.
La figura penal requiere la existencia de daño, pero los fiscales me persiguieron 4 años por un potencial peligro. Una barbaridad legal que se justificaba en la presión de la prensa, pero seguramente perseguía otros fines que jamás permití siquiera me insinuaran.
Finalmente el juez dicto la sentencia en la cual descalifico, entre otras cosas, el concepto de “peligro potencial”. Sin embargo El Juez Bonadio nos ha colocado a todos en libertad condicional. ¿Cómo puede dictarse un procesamiento por un delito que requiere la existencia de un daño cuando ni siquiera comenzó la ejecución del contrato, cuando ya se lo había anulado?
Con el criterio de Bonadio y la actuación de muchos medios de comunicación tengo claro que estamos en libertad condicional. Todos somos potenciales delincuentes según un criterio “potencial”. No se trata de lo que cada uno de nosotros crea hoy sobre la gestión de Víctor Alderete en el Pami, sino de la existencia de un delito potencial, y de la necesidad de condenar sobre la base de la culpa que exige el principio de legalidad.
Lo publicado sobre este procesamiento es alarmante por su contenido. Nos ha dejado a todos en libertad condicional.
La denuncia de Monetta desnuda también algo que casi todos los vinculados con la actividad judicial sabemos. Que casi todos los jueces acomodan a todos su parientes dentro de la justicia. Fiscales, secretarios, defensores oficiales, oficiales notificadores, etc. es un secreto a voces. No solo los políticos designan a sus parientes, también muchos jueces.
Así se genera una verdadera omertá que dificulta descubrir los grupos de funcionarios corruptos que también existen en el ámbito de la Justicia.
Necesitamos terminar con este abuso de designaciones de familiares en cargos ‘institucionales’, no se trata de secretarios privados, en la justicia son fiscales, defensores oficiales, notificadores, etc. cargos que permiten crear mafias o grupos extorsionadores con el poder del estado.
Los jueces deben volver a dictar sentencias sobre la base de la ley y los expedientes. No sobre su voluntad y la presión periodística y política de la administración. Tampoco puede estar la justicia organizada sobre la base del nepotismo.
Se trata de recuperar la Justicia para que los jueces sean Jueces de la Nación, no una empresa personal o familiar. Un medio de promoción para otras carreras, etc. Porque si seguimos así todos estamos en libertad condicional.