N ° 49
Buenos Aires, diciembre 24 de 1999.-
Luego de la primera vuelta electoral en el Uruguay Fernando de la Rua y los demás popes aliancistas se lanzaron a felicitar a Tabare Vázquez y anunciaron la pronta victoria final de este en la segunda vuelta.
Hace doce días a pocas horas de cerrarse los comicios en Chile Fernando de la Rua se apuro a felicitar como presidente electo al socialista Ricardo Lagos. Pocas horas después resultaba claro que habría segunda vuelta y que Lagos estaba muy lejos de poder considerarse ganador. De estos errores uno ya es papelón porque el nuevo presidente del Uruguay es Jorge Battle, y el otro amenaza en serlo también.
Peor todavía sería analizar algunas propuestas de Ricardo Lagos en materia laboral. Por ejemplo se propone eliminar la negociación laboral por empresa para establecer convenios colectivos nacionales. Justo lo que aquí Machinea y Flamarique dicen que pretenden cambiar, pero al revés.
Esta en principio inexplicable contradicción, además de los papelones que le han hecho hacer al nuevo Presidente, viene de esa coalición alfonsinista y frepasista que impregna la Alianza. Ideas socialistas que han fracasado en todo el mundo donde se aplicaron, pero que ellos aun añoran.
Lo importante es ver como en sus actos profundos la Alianza siempre mira al socialismo, entender que prometen medidas “ortodoxas” (creyendo que ello es solo el equilibrio fiscal de cualquier forma) pero cuando actúan basándose en sus sentimientos e ideas siempre están hacia el socialismo.
En cuanto al Presidente Fernando de la Rua debería darse cuenta que ahora es Presidente de la Nación, no un líder partidario, que tiene Ministro de Relaciones Exteriores y debe proceder en base a los intereses del país, no por partidismos izquierdistas por mucho que sea presionado desde el alfonsinismo o el frepasismo.
Finalmente resulta una paradoja que un dirigente que para todo se toma un tiempo de reflexión por lo general excesivo, para hacer una felicitación que solo persigue alguna mención periodística se haya apurado tanto. Apuro que cuesta hacer papelones.
Con tantos años de militancia política Fernando de la Rua debería saber ya cuando acelerar y cuando viajar despacio o frenar. Sin embargo tanto cuando fue intendente de la Ciudad de Buenos Aires como estas dos semanas en la Presidencia parecen mostrar lo contrario.