N ° 42
Buenos Aires, noviembre 05 de 1999.-
Aldo Rico salto a la fama en aquella Semana Santa de 1987 cuando se amotino contra las autoridades nacionales. Alberto Piotti, entonces juez federal, dictó su procesamiento por el delito de rebelión cuando el Presidente Alfonsín desde la Casa Rosada anunció al pueblo que “eran héroes de Malvinas que habían depuesto su actitud”. Alfonsín abrió la puerta a la calificación de motín en lugar de rebelión. La Corte Suprema de la Nación, entonces bajo el total y absoluto control del radicalismo, sentencio que el delito había sido amotinamiento y no él de rebelión.
La importancia de tal distinción permitió que Aldo Rico fuera juzgado por la Justicia Militar. Piotti años después procesaría por delitos varios al administrador de aduanas de Alfonsín, Delconte, se retiraría de la carrera judicial para alcanzar una Diputación Nacional por el Justicialismo. Casualmente debió competir por el voto popular con Aldo Rico.
Más tarde Alberto Piotti fue Ministro de Seguridad de Duhalde, y este apoyo a Ruckauf en su camino a la gobernación de Buenos Aires. Entre tanto Aldo Rico fue Diputado Nacional, Convencional Constituyente Nacional, y dos veces Intendente de San Miguel. Todos cargos a los cuales llego mediante el voto del pueblo.
Paradojas de la moral, o falta de ella mejor dicho, aquellos radicales (y sus aliados del Frepaso) que beneficiaron a Rico en 1987 ante un acto de rebelión, hoy lo atacan por tener apoyo popular.
En la cerrada oposición y agravio de dirigentes del Frepaso y la UCR a que Aldo Rico sea designado Ministro de Seguridad por Ruckauf, existe un alto desprecio la democracia. Ellos pretenden tener la divina potestad de decidir quien puede ser demócrata y quien no.
En San Miguel Aldo Rico fue reelecto Intendente con el 71% de los votos (el más votado de todo el conurbano). Es tal vez uno de los políticos con mayor cantidad de votos y en un nivel como el municipal, donde todos lo conocen por lo que dice y más importante aún, por lo que hace y por lo que es.
La izquierda no se banca eso. Mientras tanto en Avellaneda y Morón por caso, escondidos en un contubernio de la dirigencia aliancista, y amparados en una lista sabana, dos ex dirigentes del politburo comunista argentino fueron electos intendentes. Toda la Alianza oculto este antecedente cuidadosamente, y es a las claras mucho más peligroso un comunista que Aldo Rico.
Lanata encabeza ese periodismo “pretendidamente” democrático, que pretende el monopolio de decidir quienes son buenos, y quienes no. No me voy a detener en Lanata a quien conozco desde los años del Proceso y sé muy bien cuantos chistes gastaba sobre los zurditos guerrilleros que “en algo andarían” para que se los llevaran. Ese periodismo que vomita su odio e intolerancia porque a pesar de los años que llevan denostando a Aldo Rico el pueblo cada vez lo apoya con más votos.
El ataque a Rico es el de quienes creen en los derechos de los delincuentes, de quienes odian el uniforme, que confunden orden y seguridad con autoritarismo. Los mismos que creen en la “solidaridad” y desprecian la propiedad privada, por lo tanto no creen necesario protegerla ni condenable atacarla.
Aldo Rico apenas debía ser teniente durante el Proceso y no tiene una sola acusación por violar algún “derecho humano” de nadie.
Lo odian porque es de derecha democrática. Porque tiene votos y puede poner orden ante el delito. No les preocupa la verdad, ni que ha hecho para aumentar la seguridad en su municipio. Con el ánimo de atacarlo cuentan los frepasistas de San Miguel algo que nadie sabe si es verdad, y sobre lo cual cada uno sacará su conclusión.
“El primer día como Intendente Aldo Rico se reunió con los comisarios a cargo del partido y les pregunto acerca de los problemas. Ellos le dijeron que por ejemplo en la Villa Mitre (2° más grande de la provincia de Bs. As) era imposible entrar. Rico sin aceptarlo corto la reunión, subió a su auto dirigiéndose solo a la villa. En ella intentaron asaltarlo, él saco su pistola y disparo al aire ahuyentando a los delincuentes. Luego volvió a salir de Villa Mitre y les dijo a los policías ¡si yo puedo entrar solo Uds. también pueden! Basta de excusas para no perseguir a los delincuentes.”
Luego designo un responsable de coordinar la seguridad y controlar las acciones policiales desde el municipio, mediante un sistema de información y colaboración de los vecinos. Construyo el mapa del delito en San Miguel que se actualiza cada día. Destino fondos a equipar la policía, y la respaldo políticamente.
El delito descendió el primer año de su política un 42% en el municipio, y luego a razón de un 15% cada año.
En rigor Aldo Rico subordino a la policía al poder civil y municipal, a cambio les dio el respaldo, en las buenas y en las malas. Exigió cambios, pero no por vía mediática, sino adentro de casa. Sin intermediarios entre los vecinos y el máximo responsable de coordinar el esfuerzo de seguridad el mapa del delito quedo definido tan claramente que permite trazar planes de acción concretos. El cumplimiento de ese plan de seguridad se monitorea en forma permanente por el funcionario municipal a cargo. Como sucede con los sheriffs en los EEUU al acercar el mando policial a los ciudadanos y autoridades municipales aumenta la confianza y compromiso de todos.
Por eso logro un buen resultado que los eternos planificadores e ingenieros sociales desprecian. Ellos salen de las universidades laboratorio y experimentan con la sociedad, Rico entre tanto aplico el saber de años de evolución del conocimiento espontáneo.
Genios universitarios como Arslanian, y otros de esa línea izquierdista, ya tuvimos bastantes. El fracaso de sus ideas y políticas lo pagaron decenas de ciudadanos y policías con sus vidas, muchas mujeres con su honor, el patrimonio de las personas, etc. Ya se demostró que sus ideas de laboratorio no funcionan.
Aldo Rico además de un político notablemente popular, aun para quienes no lo hayamos votado, es un dirigente con capacidad de mando y que sabe como administrar el poder en forma disuasiva. Esos policías gorditos, casi de caricatura, van a ponerse a régimen en más de un sentido. Rico no es de los duros hacia afuera, viene de los comandos donde primero se es duro hacia adentro. Parece una persona adecuada para ganarse el respeto de la policía, recomponer su moral y eficiencia, disuadir a la delincuencia, combatirla y darle a los ciudadanos mayor seguridad.
Pensemos que por ejemplo Machinea, que fundió la moneda nacional, tendrá una segunda oportunidad y los mismos que se la van a dar no quieren darle ni una a Rico. En cualquier caso merece la oportunidad. Quienes lo atacan deberían ayudarlo con un debate sobre las políticas que implemente no sobre su persona, porque el pueblo ya lo voto.