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N ° 42

Buenos Aires, noviembre 05 de 1999.-

CONOCIÉNDONOS

(las nuevas caras de la vida política)

La careta de Santo se cayó: Para reponerse de la fatiga de la campaña electoral Carlos “Chacho” Alvarez eligió pasar unos días en Punta del Este. Luego de muchos años denostando a los dirigentes del gobierno justicialista porque iban a ese balneario uruguayo el Chacho descubrió que estando en el poder Punta del Este tiene ese “no sé qué” que lo transforma en bueno.

Lo interesante es que se alojo por invitación especial en la “chacra marítima” del pretendido periodista independiente Santo Biasatti.

Lo más importante es que el Chacho esta descubriendo el mundo y dejando sus prejuicios de socialismo vernáculo que utilizo hasta el 24 de octubre pasado. Además de regalo desnudó la falsa imparcialidad de Santo Biasatti. Si para alguno había dudas sobre la militancia política de Santo Biasatti, que lo suyo no era periodismo independiente, ahora se cayó su careta.

Deberían cambiarle sus Martín Fierro y darle otro por mejor actuación dramática. Al menos de los otros actores todos sabemos que actúan. Pero el periodismo con militancia y opinión partidista presentado como información independiente es una de las peores mentiras. Ni santo, ni imparcial, Biasatti es un militante de izquierda más. Solo que pretende engañar con su actitud de ‘solemnidad’.

Hang over: Darío Lopérfido parece haber olvidado aquellas lagrimas de cocodrilo por los jóvenes electrocutados en el recital a su cargo. El presidente electo no se ha interesado en que el amigo de sus hijos se haga cargo, políticamente hablando, de aquellas dos muertes fruto de usar dineros públicos en actos ajenos a las funciones del estado.

Ahora Leporino disfruta de su papel de vocero del presidente electo aunque a veces el hang over le juegue la mala pasada a los periodistas de quedarse esperando al “vocero”. Ya en la campaña me indignaba la propaganda donde decían “no tenemos para la leche pero ellos toman champagne”. Siendo Leporino y los hijos del Fernando de la Rua tan íntimos al círculo político del nuevo presidente, al menos deberían esperar un tiempito antes de mostrarse en actitudes que ellos vindicaron.

El pasado jueves 28 de octubre Lopérfido no llego a la conferencia de prensa matutina, dicho sea de paso se hace a las 12 horas, ya que se quedo durmiendo la mona por todo el champagne ingerido durante un festejo que compartió con los hijos de Fernando de la Rua la noche anterior. Larga fiesta que de haber sido de Zulemita Menem hubiera sido el escándalo de la semana. Como la organizaron estos “progres” es tan perdonable como arreglar exámenes telefónicamente, o que se te mueran jóvenes en un recital.

Es lo que pasa cuando se designa “Secretario de Cultura” a quien cree que cultura son las fiestas rave como su Buenos Aires no duerme.

Transiciones: ha sido notable el cambio o transfiguración sucedida la ultima semana. Como por arte de magia los ministros en ejercicio recuperaron su sonrisa (como si estuvieran aliviados de partir) y los pretendientes perdieron todo sentido del humor. Ver CQC muestra como todo dirigente de la Alianza que antes se prestaba a bromas y reía de los funcionarios justicialistas ahora amonesta a sus reporteros diciendo que deben guardar respeto ante la delicada situación y los temas que están evaluando. Honrosa excepción a este cambio de trato es, por ahora, Chacho Alvarez. Se los sigue bancando como en la época donde como Diputado votaba contra la convertibilidad, la reforma del estado, las privatizaciones de Entel, Segba, YPF, etc., o acusaba por el “ajuste del FMI” que aceptaban Carlos Menem y Domingo Cavallo.

Pero anoche en la cena ofrecida por IDEA a Fernando de la Rua ya el Chacho Alvarez mostró otra transición, comenzó a fumar habanos, dicen que no era muy grande. ¿Cómo cambia la prensa, eh?

Como dice Chiche Gelblung, Chacho y su esposa declararon solo un patrimonio de U$ 80.000, pero ya la noche del 24 de octubre cambio los ambos y abotinados checoslovacos por trajes y mocasines italianos.

Idiotez artística: Cada tanto los actores muestran su idiotez con una candidez que asombra. Bajo el lema ‘los actores queremos actuar’ el sindicato de Actores les prohibió a sus afiliados que asistan a programas de entretenimientos y talk shows si no les pagan por ello. La razón es que hay muchos programas así pero pocos donde actúen. Olvidan que asistir a esos programas es una decisión individual, que les permite hacerse conocer o mantenerse vigentes, promocionar sus trabajos, y en especial a quienes pueden estar sin trabajo.

La decisión de este gremio traerá la promoción de otros personajes, como por ejemplo Jacobo Winograd, los modelos que no pueden unir dos oraciones coherentes, adivinos, cirujanos y políticos aspirantes a mayor fama. Espero que no decisiones tan absurda como aquella que en los años 50 obligaba en los cines previo a cada función a dar un numero vivo.

¿Creerán los actores que solo ellos quieren trabajar? El problema es que quieren trabajar de actores y que no tienen publico. Y al publico no hay como obligarlo a ver sus actuaciones. ¿Saben qué? Los representantes de los canales de cable van a estar felices, porque van a lograr que suba su rating.

Entre las principales figuras en la asamblea sindical estaba el Diputado radical Luis Brandoni de enjundiosa tarea legislativa. “Mayo del 68” se hizo bajo el lema la “imaginación al poder” nuestros actores muestran que 31 años después aquí lo que llega al poder y a la pantalla es la idiotez.

 

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