N ° 41
Buenos Aires, octubre 29 de 1999.-
Durante meses la Alianza ataco al gobierno por su oposición a los juicios de Baltazar Garzon. Con sus ataques sostenían que Menem defendía la impunidad, etc. sin embargo Jaunarena ya anunció que el gobierno de la Alianza rechazaría todo pedido de extradición que haga el mediático juez Garzon. La razón es que carece de jurisdicción. En otras palabras lleva adelante un juicio sustentado solo en su voluntad y arbitrariedad, verdadera violación del estado de derecho y de los mismos derechos humanos que dice querer proteger el juez.
Que quien sería el futuro ministro de defensa haya formulado esta declaración tiene también otra connotación jurídica e institucional, ya que si el futuro gobierno puede rechazar pedidos de extradición, cuando él de Menem rechazo el pedido de extradición de Oviedo no había violado ley alguna, ni mucho menos cometido arbitrariedades. La oposición de la Alianza solo fue electoralista. Aun cuando detesten a Oviedo, Jaunarena le ha dado fundamentos a su defensa.
Machinea y todos los economistas de la Alianza, incluyendo a Bocco del Frepaso, están anunciando un nuevo “ajuste”. Durante diez años se quejaron del “ajuste” menemista. Dijeron que ellos venían para hacer un cambio, basta de ajuste, etc. Pero cuando uno empieza a leer que van a hacer un “ajuste” se dice ¡Pucha estos también! ¿No eran los de la Alianza los que venían para terminar con el ajuste?
Lo peor es que cuando los políticos hablan de “ajuste”, siempre terminan siguiendo los erróneos consejos del FMI de subir impuestos, etc. Es decir ajustar al sector privado para cerrar las cuentas públicas. Mientras el Presidente electo Fernando de la Rua y Chacho Alvarez explican que darán impulso al crecimiento de las pymes, etc. sus economistas planean un ajuste que será todo lo contrario.
Machinea anuncio que el déficit fiscal proyectado para el año 2000 sería de U$ 10.000 millones. Sigue así la tradicional política de ‘inflar’ los pasivos de la herencia y mostrarse exitoso con menos, o sencillamente justificar un posible traspié. Esto es moneda corriente de todo cambio de gobierno. Lo grave sería que José Luis Machinea, quien junto a Juan Vital Sourruille y Raul Alfonsín fracaso en dirigir la economía entre 1985 y 1989, luego venga con que ha logrado reducir el déficit a U$ 5.000 millones anuales. Cifra que es la realmente proyectada y que en cualquier caso es altísima.
Porque entonces no estaría haciendo nada. Es la hora de cumplir y bajar el gasto público. Ya hicieron discursos diez años y convencieron a un número suficiente de ciudadanos para que los votaran, ahora se trata de gobernar otra vez.
Por otro lado Fernando de la Rua anuncia que el Mercosur comenzaría a mejorar inclusive por una mejor relación personal. Parece difícil que De la Rua alcance una mejor relación con Fernando Henrique Cardoso que la lograda por Carlos Menem, igual tal vez pero mejor muy difícil.
No se había secado la tinta de tales anuncios cuando el Ministro de Agricultura brasileño Platini de Moraes demostró que la relación Argentina-Brasil no depende de las buenas relaciones personales de los presidentes. Depende de intereses permanentes. Platini de Moraes anunció que importarían trigo estadounidense en lugar de argentino, no todo pero sí una parte.
Es en represalia por nuestros aranceles especiales al azúcar brasileño. También porque los EEUU si no le compran trigo subsidiado no permite ingresar carne brasileña. El lobby azucarero en la Argentina debe ser uno de los más silenciosos pero efectivos. Ni Perón pudo con él. Esta vez por defenderlo venderemos menos trigo. Existe otro efecto oculto para la mayoría de la protección al azúcar argentino, toda la industria que debe usar azúcar más cara pierde competitividad y los consumidores argentinos pagan alimentos más caros. O todos los fabricantes de alimentos y productos que necesitan azúcar piden protección por esa desventaja. Al fin son precios más caros para la mayoría, que implica menor calidad de vida y por supuesto una riqueza injusta e inmerecida para pocos empresarios.
Bajo diversas formas algunos dirigentes de la Alianza comenzaron a presionar a jueces de la Corte Suprema de Justicia para que renuncien, acepten otros cargos, etc. Reiteradamente cada gobierno intenta tener una “corte adicta” y los opositores denuncian esa actitud. De una vez debemos aceptar la continuidad de la institución. La justicia no debe ser ni adicta, ni dependiente, ni amiga, ni enemiga, debe ser justa, legalista y legítima en sus sentencias. La recurrencia en pretender una “corte adicta” es para el atraso.
Después de escuchar el lunes 25 las propuestas de algunos miembros del Frepaso como por ejemplo Zaffaroni de sindicalizar la policía (los soviets), los nombres de dirigentes que pretende ocupen ministerios, solo tengo un pensamiento y deseo que Dios le cuide la salud a Fernando de la Rua, porque el Chacho designaría a la horda socialista que el pueblo no voto.
Finalmente en estas elecciones triunfa la coalición centroderechista moderada. De la Rua triunfo por un 70% en la interna contra Graciela Fernández Meijide. Duhalde perdió por su populismo, pero los votos peronistas sumados a los de Cavallo hubieran perdido por menos de un 2%. Si en 1995 los votos radicales y del Frepaso se hubieran sumado Menem hubiera triunfado por alrededor de un 4%. En otras palabras la base socialista de la Alianza y la populista del Justicialismo alcanzan como base de triunfo, pero los votos que deciden el ganador son el otro 35% de independientes centroderechistas que fluctúan al mejor candidato, al más moderado.