N ° 40
Buenos Aires, octubre 22 de 1999.-
Entre las propuestas económicas de los principales candidatos a Presidente de la Nación, casi todas invariablemente anuncian la lucha frontal contra la evasión fiscal. Salvo dentro de la “propuesta de concertación” de Duhalde que propone rebajar impuestos todos parecen creer que la evasión es un efecto de la perversidad, maldad, o inmoralidad de aquellos que esperan los voten el próximo domingo.
Resulta casi burlesco pensar que millones de argentinos irán a votar por quienes los tratan de inmorales y les anuncian que los perseguirán para pagar los impuestos que todos creemos son excesivos. Cuya recaudación todos creemos malgastada, cuando no robada.
Las raíces ideológicas de la Alianza son conocidas, por lo tanto que las soluciones propuestas se basen en mayor fuerza al organismo recaudador, sanciones para evasores, multas para los morosos, etc. suenan casi naturales (en ellos).
Domingo Cavallo que se autotitula liberal propone bancarizar todas las transacciones superiores a mil pesos ($1.000). Esta propuesta es la demostración del falso liberalismo de Cavallo, ante un problema su solución es mayor regulación, no la derogación de los obstáculos a la libre empresa. Y generarle un “negocio a los bancos”, por cierto de patas cortas como veremos, pero el resultado natural será atraso y marginalidad.
Si obligáramos a que toda transacción superior a mil pesos deba hacerse bancariamente para evitar evasión tributaria, lograríamos más transacciones en efectivo, más economía negra. La evasión fiscal, la economía negra son efecto directo de las regulaciones y altos impuestos. Por lo tanto nuevas regulaciones causarán mayor economía negra.
Ahora bien una empresa que para trabajar se ve obligada por regulaciones públicas e impuestos a trabajar en el sector negro, informal, marginal o como se lo llame, no puede acceder al crédito bancario. Por lo tanto mal puede impulsar progreso, pago de salarios justos, desarrollar investigaciones, registrar patentes, etc.
La propuesta de Cavallo sería un negocio adicional para los bancos. Les daría mayor volumen de depósitos, a costa de un achicamiento de la economía, de una mayor concentración de riqueza y bancaria. Todo ello sin generar nueva riqueza. Es un negocio para unos pocos poderosos sobre la base del atraso para casi todos.
La propuesta de Cavallo atenta contra la existencia de pequeñas empresas, de profesionales y comerciantes independientes y pequeños. Lleva a una concentración de la riqueza en forma artificial e injusta. Ninguno de los ‘beneficiarios’ adquiriría esa riqueza por su mérito y esfuerzo, sino por una norma estatal.
El economista Friedich Schneider de la Universidad Kepler de Linz, estudió las economías informales o ‘negras’ de 76 países. Abarcando países industrializados y emergentes por igual. Su conclusión es que las fuerzas que empujan a la gente hacia la ‘informalidad’ son: altos impuestos, excesivas regulaciones y demás obstáculos oficiales. ¿Suena conocido?
Quisiera señalar un ejemplo del economista M. Lutwark, autor del Turbocapitalismo, hoy en los EE.UU constituir una sociedad comercial en forma legal cuesta alrededor de U$ 140 y puede hacerse a través de servicios de tarjeta de crédito telefónicamente. En Hong Kong un periodista de ABC abrió un comercio en pleno centro de la ciudad en menos de 24 hs.
Aquí hace falta escribano, trámites, etc. y ello cuesta más de U$ 1.500, y solo la Tasa Anual de la Inspección de Justicia para sociedades cuesta otros U$ 800- cada año. ¡Viva la competitividad! Ni hablemos del ‘costo’ de abrir un comercio en Buenos Aires, la que administra quien parece será nuestro próximo presidente.
Suiza es el país cuya economía negra es la menor del mundo, es solo el 10%. Sus impuestos son bajos, se garantiza el absoluto respeto a la privacidad, la propiedad privada y el secreto bancario. La economía negra o informal media de los países desarrollados se estima en el orden del 15% de sus PBI. En las economías emergentes promedia un 33%, existiendo picos de más del 70% (Nigeria, Tailandia, Egipto).
Ahora bien dentro del grupo de países desarrollados, Italia, España, Bélgica llegan a tener entre un 23 y 28% de economía informal. Curiosamente tienen más regulaciones e impuestos más altos. En Italia y Bélgica los impuestos tienen un peso sobre el PBI del 70% (sumando impuestos a ventas, a la renta o ganancias, contribuciones a la seguridad sobre masa salarial, etc.)
En los EE.UU el peso total de los impuestos se calcula en un 41% (y es la más alta de su historia) como porcentaje del PBI. En nuestro país supera largamente el 50%, algunos economistas lo sitúan entre el 60 y 70%.
La conclusión lógica del trabajo de F. Schneider es que “mientras más altos son los impuestos mayor es el incentivo a operar en la informalidad”.
Volviendo a la propuesta de bancarizar transacciones que hace Cavallo para solucionar la evasión, podemos inferir que aplicarla llevaría a un mayor incentivo a operar en la economía negra o informal. En la economía informal no hay acceso al crédito. Por lo tanto los proyectos empresariales generan menor riqueza, difícilmente puedan desarrollar investigación o exportar, etc.
La propuesta de Cavallo es la típica solución dirigista, estatista. Ante la reacción de la ciudadanía por el exceso de regulaciones e impuestos, mayor represión. La solución liberal y capitalista, aquella que permitiría crear riqueza es desregulación, rebaja de impuestos y baja del gasto público.
A nosotros nos va mal. A Suiza, los EEUU, Gran Bretaña les va bien, tienen bajo desempleo, registran patentes de invención, crean riqueza, atraen inmigración, etc. Cavallo se presenta como un campeón del liberalismo económico pero su propuesta es la de un tecnócrata estatista. Hay cuestiones que vienen de algo más profundo que la eficiencia tecnocrática.
Cavallo ya bancarizo el pago de sueldos, negocio otorgado a los bancos que no sucede en ningún otro lugar del mundo. Luego del tequila el Estado coloco un bono para auxiliar bancos en dificultades de U$ 2000 millones. La mitad aportada por el Tesoro Nacional que debió endeudarse y la otra mitad aportado por empresas comerciales e industriales. Les dejo a los bancos el negocio de las AFJP con sus jugosas comisiones y seguros. Ahora quiere darles el monopolio de toda transacción superior a $ 1.000-
Además de un medio ineficaz para combatir la evasión fiscal es ampliarle un negocio a los banqueros sin justificación alguna, un atropello a la libertad contractual, y un mecanismo para seguir concentrando la ‘riqueza’. Para los banqueros será un beneficio en el corto plazo, pero con una economía sin crecimiento a largo plazo puede ser un boomerang.
Si Cavallo es el representante del liberalismo y del capitalismo local, ciertamente que poco espacio le deja a la Alianza y al Justicialismo como no sea para hacer más dirigismo.