N ° 37
Buenos Aires, octubre 01 de 1999.-
La reunión del FMI y el Banco Mundial en Washington mostró a los funcionarios de esos organismos descontando la victoria de la Alianza el próximo 24 de octubre. A José Luis Machinea ejerciendo de futuro Ministro de Economía, y los funcionarios del actual equipo de Roque Fernández acompañando a Machinea en la transición.
La nota ‘discordante’ fue el reclamo de Stanley Fisher y que se conoció la existencia del proyecto de un Senador norteamericano, en favor de avanzar hacia la dolarización en Argentina. Discordante porque aquí Rodolfo Terrengaño se pronunciaba en contra de dolarizar en términos de un nacionalismo sesentista. Discordante porque Machinea en Washington decía estar en contra y que el proyecto de dolarización era “culpa” de Pedro Pou que la había impulsado desde la presidencia del Banco Central.
Hace algunos números defendí la dolarización, por lo tanto haber tomado posición parecería hacer ocioso comentar esta cuestión nuevamente, pero estando más cerca de las elecciones bien vale la pena una reflexión el debate de los dirigentes aliancistas. Con la aclaración previa que no veo que Pou sea culpable por tener indeas distintas acerca de como asegurar una moneda sana al país.
Pido también perdón a todos los alcohólicos, quienes pudieran sentirse tocados por el paralelismo que usaré. Aseguro a todos que creo en la cura de las adicciones.
Pedro Pou es el actual Presidente del Banco Central de la República Argentina. Paso cinco graves crisis financieras internacionales sin que se cayera el sistema bancario, sin crear inflación. Es decir que toda su gestión, aunque discutida en algunos casos puntuales de cierres de bancos, ha sido preservando la moneda de la manipulación política. Manipulación que es una forma de robar el dinero a los particulares que tiene el estado moderno desde que monopolizo la emisión de la moneda.
Machinea fue el presidente del BCRA de la hiperinflación. Esto no lo descalifica para siempre, pero si nos debe precaver que sus actos y palabras tienen un justo interrogante acerca de su acierto. Son quienes vienen de un fracaso los que deben demostrar que aprendieron de él. Mucho más si va a administrar bienes ajenos o públicos.
Creo que José Luis Machinea debe haber aprendido la lección de la desastrosa gestión radical entre 1983 y 1989. Dura y carísima lección cuyos perjuicios estamos pagando todos los demás argentinos. Que por mala memoria o inconciencia se los vuelva a votar no cambia el hecho del fracaso radical entre 1983 y 1989. Como no lo tapan los errores de la gestión de justicialista.
Como además parece que De la Rua será el próximo Presidente de la Nación es mejor que hayan aprendido. Sino otra vez estaremos en problemas, y peor aún en el 2003 deberemos empezar nuevamente el doloroso camino iniciado en 1989.
Machinea, como todo el radicalismo, son como los alcohólicos recuperados. Si la Alianza gana las elecciones serán como borrachos que dicen haberse curado cuidando la bodega. En otras palabras tienen un riesgo que es volver a su vicio. Tentarse con un “poquito de inflación, con una devaluación”, con un ahorro forzoso, etc.
Si Pedro Pou permanece al frente del BCRA, o si adoptamos la dolarización el riesgo que usen mal la bodega al menos será menor.