N ° 35
Buenos Aires, septiembre 17 de 1999.-
La deuda de la provincia de Río Negro es un buen ejemplo de las conductas profundas de los dirigentes argentinos. La provincia debe U$ 435 millones, y no puede pagarlos.
¿Qué diferencia a Tucumán, a Corrientes de Río Negro? La ciudad de Buenos Aires. Aún cuando la respuesta puede sonar extraña o ridícula, esa es la verdad. Porque la “quiebra” de Río Negro será “evitada” (en realidad postergada) por el Banco de la Ciudad de Buenos Aires.
El Banco de la Ciudad de Buenos Aires, el banco de los ciudadanos porteños en lugar de financiar el desarrollo de empresas de la ciudad va a tapar el rojo de la provincia de Río Negro. Para ello lo primero es darle un crédito de U$ 12 millones para pagar los sueldos atrasados.
En Tucumán gobierna Bussi, y en Corrientes era Braillard Pocard del partido de Tato Romero Feris. Pero en Río Negro el gobernador Verani es radical y una crisis podría afectar la campaña electoral del Dr. de la Rua, también radical. Por lo tanto echan mano del Banco de la Ciudad de Buenos Aires para evitarlo.
La razón de este problema en Río Negro es que se endeudaron para realizar transformaciones administrativas, que no hicieron. Los rionegrinos verán castigada su provincia con un aumento de la tasa de interés anula de las deudas bancarias del 11 al 17%, más de un 50%. Es decir que en algún momento cercano serán mayores sus impuestos.
El gobierno de Verani, reelecto hace pocas semanas, y sus antecesores, ha sido como una droga. Primero pago el clientelismo político con el sistema inflacionario. Desde la transformación nacional iniciada en 1989 con deuda. Dentro de poco van a despertar con la resaca. La culpa no será del “modelo”, sino de ellos que votaron esos gobiernos.
Mientras tanto De la Rua que tiene un discurso de racionalidad económica, hace la fiesta como entre 1983 y 1989 hizo el radicalismo en todo el país. La razón de esa fiesta pagada con dinero del Banco de la Ciudad es evitar una caída electoral.
Actitud bien irresponsable, dar créditos irrecuperables solo por intereses personales y electorales. De la Rua quiere el poder tanto como Carlos Menem, son políticos. Ello hace que tomen decisiones con el dinero ajeno solo en beneficio de sus intereses por acceder o retener el poder.
De la Rua promete que no privatizará el Banco de la Nación, ni el de la Provincia de Buenos Aires, porque son herramientas para dar crédito a las Pymes, al campo, etc. Que las Pymes son el motor del crecimiento, bla, bla, bla ....... Mentiras pueriles, no lo hará porque no creen en ello, y sobre todo porque no se privará de una herramienta para auxiliar a sus correligionarios.
Porque la fiesta comienza en Río negro, y la financiamos los porteños. ¿Invitados? Los dirigentes del partido radical. Como decía Tato Bores, ¡vermouth con papa fritas y good show!