N ° 28
Buenos Aires, julio 30 de 1999.-
El megajuicio por los ñoquis y la corrupción en el ex Concejo Deliberante porteño, y otros casos que afectan al gobierno porteño muestran una nueva clase política: los incombustibles. Son políticos a quienes parece que nada los afecta y todo es un incendio para otros.
Aníbal Ibarra está investigado por los sobreprecios de la “restauración” del edificio del ex Concejo Deliberante, cuyo presupuesto de tres millones de pesos fue superado en más de siete veces. Pero para Ibarra nada pasa y cuando algún periodista se “anima” a preguntarle es capaz de cortarle la comunicación.
Darío Lopérfido organizo el dinero de nuestros impuestos recitales de verano. En uno de ellos fallecieron dos jóvenes electrocutados y no solo fue mantenido en su cargo por De la Rua, sino que forma parte de su círculo más íntimo de consejeros. Beneficio de ser amigo de los hijos de De la Rua.
Los hijos del candidato De la Rua aprobaban examen por teléfono. Que fuera una maniobra sucia, o de escuchas ilegales no cambia la inmoralidad de la relación entre los “alumnos” De la Rua y sus profesores.
Desde que De la Rua asumió como Jefe de Gobierno fallecieron 6 jóvenes en circunstancias que otros políticos hubieran sido obligados a renunciar o echar a los secretarios involucrados. Tres ahogados en el Lago de Palermo, uno ahogado en una boca de tormenta, y los dos electrocutados en el recital de Lopérfido.
Ahora venimos a enterarnos que el jardinero de la quinta del Dr. De la Rua era pagado con un empleo en el Concejo Deliberante, que una señora que se acerco a pedir remedios contra el cáncer dejo fotocopia de su DNI a pedido del secretario de De la Rua y “apareció” empleada en el ex Concejo Deliberante, pero jamás lo piso, ni cobro los $ 30.000 que según recibos percibió.
Uno puede seguir hasta aburrirnos con la lista de casos que involucran a De la Rua, pero existen inclusive otras cuestiones políticas. De la Rua siendo Senador Nacional por la Ciudad de Buenos Aires voto afirmativamente el traslado de la Capital Federal a Viedma, su voto acompaño el 3 x 1, y otras reformas “garantistas” del gobierno del Dr. Alfonsín. Es decir que hasta en lo político actuó en contra de sus votantes.
De la Rua es uno de esos políticos protegidos de muchos periodistas, que por mucho menos al presidente Menem y al ex presidente Alfonsín por ejemplo, los acribillan con afirmaciones y preguntas acusatorias e irrespetuosas. A De la Rua nada lo toca. Él continua impertérrito y aburrido.
He buscado en mi memoria políticos incombustibles del Justicialismo y creo que podríamos decir que Ruckauf se encuadra en este tipo de políticos. Pero ni siquiera llega a tanto. Honestamente no encuentro políticos justicialistas incombustibles. Seguramente si gana la Alianza sucederá como con Clinton en EE.UU y los aliancistas pasarán a la categoría de políticos normales y algunos justicialistas a la de incombustibles.
La moraleja es que el periodismo no trata en forma objetiva a los políticos. Que ante esto los ciudadanos somos confundidos en forma deliberada. Porque un trato tan distinto, donde a unos se los incendia y a otros se los viste con amianto, no es involuntario.