N ° 28
Buenos Aires, julio 30 de 1999.-
Esta semana cobró notoriedad la cuestión del perdón de deudas a canales de tv y radios aquí. Pero en los EE.UU se desató también un escándalo por un subsidio inmoral a los medios a las cadenas de radios y tv estatales, son las llamadas People Broadcastings System. Estas estaciones reciben subsidios del Estado Federal para financiarse. Y reciben según su capacidad de presión sobre aquel.
Con la “excusa” de ofrecer una mejor televisión y más “educativa” el estado subsidia estas estaciones de tv y radio. Los beneficios otorgados permiten por ejemplo a compañías de opera recibir mejores ingresos con dinero de impuestos de gente que probablemente jamás en su vida asista a un espectáculo de opera.
El escándalo explotó en Boston donde se descubrió que la WGBH que es una de las estaciones más favorecidas con los subsidios, comparte desde hace 5 años la lista de donantes y sponsors privados con el Comité Nacional del Partido Demócrata. La investigación iniciada por este descubrimiento concluyo que al menos otras 50 estaciones de las 300 subsidiadas en el sistema PBS realizan la misma práctica.
En 1967 el Congreso de la EE.UU creo la CPB (Corporation for Public Broadcasting) para financiar servicios alternos “no comerciales” de radio y tv. Hoy existen en EE.UU al menos 109 redes de televisión por cable y satelital, más de 3.100 estaciones de tv, y unas 11.700 estaciones de radio. Resulta claro que solo los políticos, burócratas y otros beneficiarios directos pueden pensar hoy que en EE.UU debe subsidiarse la radio y la tv.
La PBS ha realizado campañas de recolección de fondos con la excusa que el gobierno federal ha reducido los subsidios. Sin embargo ello sucedió solo en 1995, ya que en 1999, 2000 y 2001 las paridas se han elevado. Pero si además las listas de donantes se comparten con el partido gobernante, vemos que el subsidio es inmoral pero además genera corrupción.
Aprendamos la lección. No hay políticos más buenos por cuestiones geográficas o genéticas, hay sistemas que son intrínsecamente inmorales y corruptos. Ya es hora de privatizar ATC, y las radios Nacional, Municipal, Provincia de Buenos Aires, etc. Financiar con dineros públicos la expresión ajena a un solo contribuyente es inmoral. Sheldon Richman, director de la revista Freeman (Hombre Libre) ha dicho “la libertad de expresión incluye la libertad de no decir nada y tal libertad, lógicamente implica la libertad de abstenerse de subsidiar la expresión de otros”. Clarito, ¿no?