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N ° 25

Buenos Aires, julio 09 de 1999.-

EN PARAGUAY NO JUZGAN, ASESINAN

      Según el actual gobierno paraguayo Coco Villar era uno de los implicados en el asesinato del vicepresidente Dr. Luis Argaña. Villar además era buscado porque en 1994 y 1996 había matado dos policías en cada oportunidad. La Policía del Paraguay odiaba a José “Coco” Villar, tenía la casa de sus parientes bajo vigilancia permanente.

      La madre y los hermanos del buscado Villar supuesto autor material del magnicidio, hace más de un mes se habían presentado ante el Fiscal de Derechos Humanos, Luis Alfonso Resck a quien solicitaron su mediación para lograr la entrega del imputado ante la Iglesia y el Ejército ya que temían que la policía lo mataría por venganza.

      Ya la policía había allanado varias veces la casa de la madre de Villar buscando “droga”, “armas”, etc. Allanamientos que jamás encontraron nada, y de los cuales el último sucedió el jueves 1° de julio.

      Según Monseñor Pastor Cuquejo (Obispo castrense) y el Fiscal Resck había un acuerdo para que Villar se entregara el pasado lunes 5 de julio. Según su madre Villar había decidido entregarse porque sabía que de otra forma lo matarían para silenciarlo. Tenían la excusa perfecta ya que estaba prófugo desde que dio muerte al primero de los policías y ahora lo “buscaban por el crimen de Argaña”.

      Aún así Monseñor Cuquejo había recomendado a su madre “no le entregues, señora, a tu hijo porque le van a matar, estamos en Paraguay y aquí no hay justicia, no hay justicia”. El Fiscal Resck ha expresado que hace más de un mes le habían dicho que había una orden no escrita del ministerio de Interior para que la policías ejecutara al prófugo Villar en cuanto lo encontrara. Resck ha sido un incansable luchador por los derechos humanos desde hace décadas lo cual hace muy firme sus declaraciones.

Sospechosamente la Comisión Bicameral de Investigación (CBI) el viernes 2 de julio dio aviso a un escuadrón especial antidroga que había armas y droga en la casa de su madre y que él estaría allí ese día. Resulta bien extraño que todas las fuerzas de seguridad paraguayas buscaran por cinco años a Villar y cuando lo encontraron fueran a buscarlo sin orden judicial. Tampoco encontraron drogas o armas. Cuidadosamente se le oculto al Juez de la causa Argaña que habían conformado un escuadrón especial para capturar uno de los presuntos homicidas.

Villar murió acribillado a balazos por el “escuadrón especial” integrado por efectivos militares y policiales. Fuentes autorizadas sostienen que entre los miembros del escuadrón hay dos miembros de la guardia presidencial. Tanto el Presidente de facto González Macchi como el Ministro del Interior Bower han negado haber conocido el procedimiento.

Según la historia oficial Villar recibió con una lluvia de balas al comando antidrogas. Los testigos (vecinos y lugareños) dicen que Villar no portaba arma alguna y que corría huyendo del escuadrón que le disparaba a mansalva. Los orificios de bala de Villar están en sus testículos y otro entra por el pómulo izquierdo saliendo por el mentón. Ambos orificios según los expertos indicarían que Villar estaba de rodillas cuando recibió los disparos y la trayectoria de ellos fue desde arriba hacia abajo.

      La muerte de Coco Villar ha rebelado otra falsedad del expediente Argaña donde estaba acusado por testigos de haber participado ene l homicidio. La cuestión es que todos los testigos coincidieron en describir a los magnicidas como personas de cabellera bien cortadas al estilo militar. Al momento de ser muerto Villar tenía su cabello por la cintura. El pelo crece entre 10 y 15 cm por año. Es decir que la cabellera de Villar llevada de tres a cuatro años, no pudo crecer tanto en solo tres meses.

      Coco Villar fue elegido como sospechoso por sus antecedentes. Fue asesinado frente a su hijo de 8 años. En Paraguay como dijo el obispo Cuquejo no hay justicia, no se juzga, se asesina. El periodismo “progresista” está empeñado en creerse y hacernos creer que ahora hay democracia, es notable que el odio por Lino Oviedo permita hacerse cómplice de un gobierno de facto encabezado por los hombres del ex dictador Stroessner.

 

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