N ° 20
Buenos Aires, junio 04 de 1999.-
Los últimos cortos de Fernando de la Rua son una obra maestra del terror. Solo se salvan por la falta de capacidad de respuesta del justicialismo.
Del “dicen que soy aburrido” empezaron por equivocar el auto poniendo un Mac Laren del Museo Juan Manuel Fangio en lugar de una Ferrari. Luego dejaron abierta a la respuesta muchos temas como que fiesta es aprobar exámenes por teléfono, que dignidad no había cuando para comer había que saquear supermercados, cuando no teníamos ni luz, ni teléfonos, ni moneda, etc.
Ahora “estoy a 100 pasos” nos muestra un dirigente que solo mira la Casa Rosada, de espaldas al pueblo. Veamos las respuestas posibles: solo existe la ambición de ser presidente. Tiene las manos libres, porque no trabaja, nosotros las tenemos ocupadas resolviendo todavía estamos lo que Alfonsín y de la Rua nos dejaron. Llegué sin pactos, pero la elección de Intendente la debe al Pacto de Olivos. Llego con pactos pero no tiene buena memoria. Estoy a 100 pasos.... nosotros estamos mucho más lejos, estamos junto al pueblo argentino, al empresario, por toda la geografía del país. Nosotros no vemos la intendencia de Buenos Aires, vemos a los porteños cansados de travestis, prostitutas, inseguridad, de baches, etc.
Por eso si esta campaña sigue tan imaginativa nos vamos a aburrir mucho. Porque los spots de De la Rua son de terror pero la falta de respuesta es casi peor y solo por eso se salva.