N ° 14
Buenos Aires, abril 23 de 1999.-
Ayer por la noche estuve viendo el programa de Bernardo Neustadt por Cablevisión (en el 14 que es P&E) tratando el tema de seguridad. Simultáneamente Hora Clave reunía a los sabiondos de siempre para discutir ese tema.
Neustadt hizo su programa con solo dos invitados, Raul Patti (Intendente de Escobar y candidato a Gobernador de Buenos Aires) y Juan Carlos de Pablo. Fue un gran placer en primer lugar porque Patti del tema sabe por experiencia y no callo nada acerca de cómo con el juego y la prostitución comenzó la corrupción de la Policía Bonaerense.
Pero de Pablo con su frescura habitual planteo una cuestión acerca de ciertos mitos de los políticos y periodistas. De Pablo dice que todos hablan de causas remotas de la delincuencia, y que lo hacen para justificarla sin tomar medidas concretas.
Veamos el ejemplo del economista: sin importar que sea el caso hablar de si un delincuente es hijo de un padre golpeador, divorciado, desempleado, etc. solo sirve para justificarlo porque una causa tan remota.
Pero lo importante y que no se puede desmentir es la teoría de incentivos, de los premios y castigos. Dice de Pablo que si a un delincuente le aumenta el costo de delinquir (mayores penas) entonces eso actúa como un disuasivo. Mientras casi todos los políticos garantistas hablan de que aumentar las penas no sirve para nada, el argumento de de Pablo es impecable. El aumento es sobre todo disuasivo, muchos delinquen porque no irán presos, no tendrán sanción. Si hay sanciones y duras entonces el costo de delinquir será alto y muchos no se arriesgarán.
La semana pasada la señora Rosa Graciela Castagnuolo de Fernández Meijide escribió un artículo sobre el tema de la seguridad en el diario Clarín donde explico que en New York la “tolerancia cero” de Rudolph Giuliani funcionó solo porque el desempleo es del 2%. Claro a Ella le resulta imposible aceptar que un conservador como el Alcalde Giuliani haya logrado reducir la delincuencia erradicando la prostitución, respaldando policías, etc. Pero si por lo menos ello le cuesta debería admitir que el desempleo en los EEUU es bajo porque hay desregulación (flexibilidad) laboral. Tanto que como vimos en algún número anterior el socialismo europeo admitió el fracaso del modelo de empleo de la socialdemocracia en Europa y acepto que debía estudiarse el modelo de empleo estadounidense.
Así es que si el problema es el desempleo, los políticos van a tener que votar la flexibilidad laboral. Y en cuanto a la seguridad como delito en New York había igual con flexibilidad laboral y bajo desempleo, que estudien en serio la “tolerancia cero”.
En cuanto a los delitos contra la propiedad, como ellos vienen de la izquierda, desprecian la propiedad privada y ello hace que no la tengan por un bien socialmente valioso. Por lo tanto protegerla con penas duras les perece algo disvalioso.
Lo que esta en juego no son sus mitos ideológicos, son la vida y los derechos de los ciudadanos. Lo que se necesita es un debate serio, claro que implica tener una base de valores compartidos, y esto es lo que no existe entre nuestros legisladores.
Tal vez, para cerrar con las reflexiones de Juan Carlos de Pablo, lo que debemos esperar es que lleguemos a la hiperinseguridad para que los políticos tomen las decisiones necesarias, aquellas que requieren coraje y profesionalidad. Como sucedió con la inflación, mientras fue alta se acepto pero cuando llego la hiperinflación todos aceptamos las soluciones.