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N ° 8

Buenos Aires, marzo 12 de 1999.-

RUCKAUF CONTRA LOS USURPADORES Y A FAVOR DE LOS QUEBRADOS.

Argentina no ha sido un país con suerte para elegir a sus vicepresidentes, han sido más bien anodinos cuando no un político suertudo y becado. Ruckauf que es la muestra viviente de ello. Es una persona que es mala porque no ha tenido poder, que vive en el pasado y se la pasa hablando de los proyectos “serios” que pretendió hacer.

Pero sus palabras (no me juntaré con un usurpador) explicando porque no asistiría a actos con el Príncipe Carlos de Inglaterra fueron otra muestra de liviandad.

Si este señor piensa que de esa forma va a colaborar con la recuperación de las Malvinas, por favor que se lo manden al enemigo. Porque si además creyó que ganaría puntos ante la opinión pública leyó una encuesta vieja, o no como muchos egresados del secundario no puede comprender los que lee. Porque si lo hizo convencido, es una postura tan imbécil como peligrosa de cara al real objetivo. Con eso no va a impresionar a los ingleses, y los argentinos no vamos a tomarlo en serio.

Claro que tal vez Ruckauf nos confunde porque su otra aparición de la semana fue para detener el proceso judicial de quiebra de Racing. Es decir que mientras se rasga la vestidura por la supuesta violación de la Constitución por quienes pretenden la re-relección, Ruckauf cree que meterse en causas judiciales, violar el derecho de propiedad de los acreedores de Racing, etc., es constitucional y beneficioso para la sociedad.

La excusa que esbozó ante Radio 10 era que Alfonsín también había violado los derechos de propiedad de los jubilados con el decreto de emergencia previsional. ¡Bravo Sr. Vicepresidente! Una barbaridad radical lava la suya. Claro que aquel decreto además de ser terrible en términos humanos termino costando miles de millones a los argentinos (incluyendo jubilados) a través de sentencias judiciales. ¿Cómo asegura Ruckauf que esta vez no sucederá?

La actitud es vergonzosa, dígase lo que se diga, lo de Ruckauf es lamentable. Implica desconocer el valor de sentencias judiciales firmes. No hay forma de excusarlo, ni siquiera su fanatismo como hincha por Racing.

 

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