N ° 8
Buenos Aires, marzo 12 de 1999.-
Lalin (ex presidente del club) pidió el concurso preventivo para evitar un pedido de quiebra. Lalin es uno de los principales acreedores. La Cámara de Apelaciones que interviene dicta la quiebra y luego en otro fallo a los pocos días dice que la quiebra es con continuación de la actividad. El vicepresidente de la Nación Carlos Rucucu Ruckauf convoca de urgencia a todos los interesados en salvar el club para suspender los efectos de un fallo judicial.
Es decir que todo es un demencial enredo donde los jueces se desdicen, los políticos se meten ejerciendo cargos públicos en cuestiones de hinchas. Y la comedia sigue.
Pues bien, Racing Club tiene algunos intangibles valiosos empezando por sus derechos federativos. Es un derecho jugar en Primera A, ser socio de la AFA, tener un sillón entre los directivos, o votar quienes lo ocupan. Este derecho debería ser vendido también.
Porque sino fundar un nuevo equipo en Avellaneda llamado Racing Club quedaría obligado a recorrer todo el ascenso.
La mejor forma de obtener recursos es vender con un sistema abierto, público, competitivo y transparente esos derechos federativos, junto a la cartera de socios, colores y divisas deportivas, trofeos. Como si fuera una franquicia de la NFL, o de la NHL o NBA. Esto puede valer mucho dinero, permitiría que Racing siga siendo un equipo de primera división y reunir recursos para pagar la quiebra.