N ° 7
Buenos Aires, marzo 05 de 1999.-
Cuando una compañía privada sin autorización realizo una muestra de esculturas no autorizadas en Palermo y una de las obras cayo matando una niña Frepaso y UCR se llenaron la boca exigiendo las renuncias de Domínguez y sus secretarios, acusando a Menem, y cuanto justicialista pasaba cerca de allí.
Este verano De la Rua lleva tres muertos adolescentes, uno chupado en una boca de tormenta al inundarse la ciudad, y dos esta semana en un recital organizado por su administración.
Los dos jóvenes que murieron en el recital “gratuito” (para quienes recibían el recital, no para los contribuyentes que pagamos aunque no los querramos ni vayamos) fallecieron porque está demostrado que el gobierno de la ciudad sirve para muy poco. Puede pagar serenatas con nuestro dinero, puede soltar prostitutas y travestis a la las calles, pero además también pueden matar con su ineficiencia.
La única cuestión clara es que en un gobierno de la Alianza cuando las cosas van mal (y cuando las cosas comienzan sobre ideas equivocadas difícilmente terminan bien) nadie se hace cargo de nada. Hacen la del tero, gritan en otro lado.