N ° 1
Buenos Aires, enero de 1999.-
Para quienes vivimos en Argentina el próximo 24 de enero de 1999 será un día distinto. Se agregan números a nuestros teléfonos (el 4 para el teléfono local y los celulares de área metropolitana, y después... es un infierno aprenderse todo esto de nuevo!!!).
Pero este cambio de números es mucho más importante desde nuestra historia que muchos otros que hemos vivido antes. Sí queridos lectores hace diez años (solo 10) cuando teníamos una compañía estatal de teléfonos para conseguir un teléfono había que esperar décadas, y después coimear (corromper a un funcionario de Entel) para tener uno. Se vendían y alquilaban teléfonos con ladrillos alrededor (Neustadt dixit), porque más importante que el barrio y la calidad de la casa era si tenía teléfono, o no.
Cuando Menem privatizo los teléfonos había menos líneas que hoy celulares, y de ellas pocas funcionaban. Las empresas privadas para lograr que funcionaran pagaban el abono a la mafia de la empresa estatal que aseguraba el correcto funcionamiento. Hablar a larga distancia y al exterior era una odisea. Ni hablar de las llamadas internacionales donde con suerte la operadora (había operadora se acuerdan?) jamás atendía y si lo hacía debía embocar la clavija. No había centrales digitales.
El mayor avance para el gobierno radical se llamaba Megatel, pagabas durante 48 meses y después tal vez, te prometían tendrías teléfono. O las centrales con créditos blandos, porque de digitalización no hablar.
Hoy hay más de tres veces líneas telefónicas y funcionando que cuando fue privatizada Entel. Por eso cambian los números, no por otra cosa. Cambian por una decisión de coraje e inteligencia tomada hace 9 años. Los culpables de ello son Carlos Menem (Presidente de la Nación), Dr. Roberto Dromi (ex Ministro de Obras y Servicios Públicos, inspirador de la Ley de Reforma del Estado), Raúl Granillo Ocampo (entonces Secretario Legal y Técnico de Presidencia y por lo tanto responsable de la redacción del proyecto de Ley de Reforma del Estado), José Luis Manzano y Cesar Jaroslavsky (presidentes de los bloques de Diputados del Justicialismo y del Radicalismo que hicieron aprobar la ley de Reforma del Estado y Emergencia Económica en tiempos récord), María Julia Alsogaray y Ricardo Zinn (privatizadores de Entel cuando nadie salvo el gobierno y ellos mismo creían en el programa de transformación iniciado).
¿Se imaginan las ventas de la TV de los telemarketing con Entel?, ¿Se imaginan a Susana Giménez, o a Gerardo Sofovich trabajando en la televisión estatal con teléfonos que no funcionaban y electricidad que nos cortaban?
Siempre nos acordamos de las cosas malas. Siempre renegamos. Pero que bueno que es poder hablar por teléfono cuando queremos, que nuestras familias no estén incomunicadas, que las empresas puedan cumplir sus compromisos, recibir pedidos, etc. Que las compañías telefónicas paguen impuestos y den utilidades a sus accionistas, que hayan invertido miles de millones de pesos en obras. Que bueno que en estas fiestas podremos saludar a seres queridos a distancia porque nuestro teléfono funciona, no?
Se que suena muy menemista, pero entre tanta queja creo que es bueno comprender porque nos cambian el número de teléfono.