N ° 24/2001
Buenos Aires, diciembre 05 de 2001.-
Esto debe ser escrito en rojo, sea porque caímos en el socialismo, como por cuanto estamos bajo bandera de remate. Todas las razones esgrimidas por el gobierno y la larga cadena de felicidad de periodistas pagados con nuestros dineros para justificar como han robado nuestro dinero, como ahora nuestros empleados de la aduana podrán revisarnos con mayor poder aún que un juez.
Esta banda de tiranos que impulsaron leyes que impiden cachear a un delincuente aprendido in fraganti, ahora han dado ilegales órdenes a los empleados de la aduana de tratarnos como delincuentes por tener nuestro dinero en nuestro bolsillo cuando cruzamos la frontera.
¿Van a revisar a Shakira y Antonito, a la reina Inés y Agustina?
Demás está decir que las medidas tomadas por el gobierno actual son inconstitucionales, ilegales e ilegítimas, que se ha violado la división de poderes republicana establecida por la Constitución que De la Rua y sus ministros juraron cumplir. En otras palabras Argentina se halla gobernada por un tirano. Y los legisladores que lo permitan deben saber que por el artículo 29 de la Constitución Nacional podrían ser calificados como “infames traidores a la patria”.
Argentina comienza a necesitar que los legisladores cumplan con sus funciones, la primera de ellas es defender los derechos y garantías de los ciudadanos contra el Estado y sus funcionarios. También es obligación constitucional de los jueces.
El Congreso Nacional si bien no puede sesionar para legislar en forma extraordinaria sin convocatoria del Presidente, sí puede para realizar el juicio político al Presidente de la Nación. Las causas son obvias, violación de derechos y garantías de los ciudadanos, incapacidad administrativa, destrucción del crédito nacional, usurpación de funciones de otros poderes, manipulación de la justicia mediante decretos, robo de sueldos, supresión de la división del poder.
Las medidas anunciadas pueden ser defendidas hasta el cansancio por la clac de periodistas pagados por el tirano, su banda, y los beneficiarios del régimen, pero nada de ello cambia la naturaleza inmoral de confiscar la propiedad de los ciudadanos, organizaciones civiles y empresas. El derecho de propiedad cuenta entre sus atributos intrínsecos la facultad de disponer de ella. Cuando se nos impide disponer de nuestra propiedad se establece una forma de confiscación.
Por mucho que Horacio Liendo quiera explicar otra cosa, uno debe acordar en este caso con Leopoldo Moreau que el concepto del derecho y la ley del ‘abogado’ Horacio Liendo parece propio del General Liendo. Aunque el criterio de Moreau es también cercano al de sus primos bolcheviques castristas, no quita el carácter de falsas a las explicaciones que el “tecnócrata” al servicio de la tiranía intenta dar a la confiscación.
Una línea de justificación del desastre gubernamental fue dada el viernes 29 por el ministro del Interior desde Montevideo. Ramón Mestre responsabilizó al PJ por el comportamiento que exhibieron los mercados debido a "la zozobra que despertó la designación del justicialista Ramón Puerta como presidente provisional del Senado. "Creemos que los dirigentes políticos, empresariales y sindicales deben actuar con responsabilidad para que ninguna acción individual pueda convertirse en un elemento que gravite sobre los aspectos económicos y financieros ", enfatizó Mestre. Todo lo cual patrióticamente lo hizo desde el exterior.
Claro que el banco de inversiones de los EEUU Lehman Brothers con mayor profesionalidad y objetividad responsabiliza de la corrida bancaria al Clarín por publicar en su tapa la falsa noticia que “el FMI había recomendado devaluar nuestra moneda contra el dólar”. Mestre mira para otro lado al igual que todo el gobierno que solo teme al Grupo Pravda.
Al menos deberían cancelarle los privilegios, cobrarle la deuda previsional, estimada en más de U$ 500 millones, retirarle la publicidad del Estado y de los bancos a un grupo periodístico capaz de causar tanto daño y extorsionar inclusive a la tiranía delaruinista.
No Mestre. No Losada. No Rozas. Los únicos culpables de esta situación son los partidos de la UCR, Frepaso y de Cavallo que han incendiado el país, destruido la confianza, y también el Clarín y todos los periodistas que apoyan cada demencial nuevo plan de este tiránico gobierno, pero sobre todo por la irresponsable publicación de semejante falsa noticia sobre la inexistente recomendación del FMI.
¿Les faltan huevos para decirlo, para gobernar republicana y constitucionalmente? Entonces renuncien, ya han estado demasiado tiempo y han causado demasiado daño.
Veamos también la nueva y posterior línea de apoyo y justificación desarrollada por loa propaganda del tirano; la bancarización producirá un blanqueo de la economía que permitirá luchar contra los evasores.
Primero no hay una economía totalmente legal y otra ilegal. No es negro y blanco, sino un conjunto de grises. Las compañías y el mismo Estado hacen de todo, ¿sino de que forma pagarían coimas empresas como IBM, o como el mismísimo Caballo organizo pagar salarios de ministros y secretarios de Estado en negro? ¿O alguien cree que nos hemos olvidado de cuando Carlos Tacchi declaro al Cronista que el pueblo no estaba preparado para conocer y aceptar el monto de su sueldo como secretario de Ingresos Públicos?
En otras palabras la economía libre, que ahora se pretende en convertir en culpable de los males argentinos es simplemente aquella que sobrevive solo si no paga impuestos. Pero el gobierno ante el fracaso de su teoría de los fondos buitres vuelve a los “judíos locales”, los evasores.
Estas medidas fueron el canje real con los bancos, estos entregaron sus bonos al 15% (megacanjeados en mayo) por nuevos créditos a menor tasa de interés, pero a cambio de ello recibieron gratis el dinero de todos los argentinos, nos obligan a poner el dinero en bancos, nos prohíben retirarlo y después quieren convencernos que solo luchan contra la evasión.
¡Mentira del tirano! Excusa posterior pero igualmente falsa, y que no quita inmoralidad a la privación de libertad y propiedad.
Seamos claros no fueron ni los buitres, ni los evasores quienes precipitaron la crisis. Fue el desgobierno del tirano Fernando de la Rua. Aún para quienes insisten en culpar al anterior gobierno, como hace el servil expoliador Domingo Equino, este gobierno todo lo más recibió un brasero y en lugar de controlar el fuego arrojo las brasas por todos lados y le arrojo nafta. Ahora se pretende presentar como el bombero y encima arroja una bomba de vacío.
Salvar al sistema financiero como si fuera un fin en sí mismo o la piedra sagrada de La Meca es otra falacia. ¿Para que tener un sistema financiero si el costo es quebrarnos a todos los demás, empresas, ciudadanos, etc.? ¿El sistema financiero es un fin en sí mismo? ¿Cuándo empezaremos a rezarle también? Ni siquiera nos atrevemos a ser un paraíso fiscal, a refugiar dinero negro que al menos sería una explicación de tantos afanes para salvar bancos a costa de expoliar el dinero de los demás argentinos.
Me dirán que no hay capitalismo sin bancos, tampoco puede haber sistema financiero sin ciudadanos con patrimonio, sin empresas. Tenemos los problemas de un sistema casi capitalista sin los “supuestos beneficios” del socialismo.
En medio de una crisis de confianza el pasado viernes el gran mentiroso, el todo terreno, me refiero al Gran Equino salió a pedir calma y recomendar que nadie retire el dinero de los bancos.
Solo un día después demostró el grave error de confiar en la palabra del gobierno tiránico y su ministro. A quienes confiamos en la palabra y todavía creímos que se podía ayudar a la patria sin traicionar a nuestras familias y patrimonios personales y empresariales, Caballo nos quito el dinero.
En medio de la desconfianza el desgobierno decidió aumentarla quebrando su palabra empeñada pocas horas antes. Desde ahora podemos afirmar que quien le crea a Caballo y de la Rua pierde, será traicionado, usado y esquilmado.
Una cuestión que todavía deben explicar los tiranos es donde está la garantía de los depósitos que cubre hasta U$ 30.000 y es pagada por los propios cuenta correntistas. ¿También se la robaron? ¿Porque ahora que debía ser usada se nos vuelve a traicionar? ¿Dónde están los seguros pagados a SEDESA?
La política de déficit cero también ha quedado en el engaño, por eso ahora obligan a las AFJP a prestarle en los próximos meses el 90% (sí noventa por ciento) de los aportes nuestros. Hoy Cavallo anuncio que se ha ordenado a las AFJP depositar todo su dinero en las cuentas oficiales del Banco de la Nación Argentina a cambio de Letes. En otras palabras la farsa mantiene para pagar promotoras, altos sueldos y engrosar las filas de estafados. ¿Para que queremos un costoso sistema si al final el dinero se lo queda igual el estado?
Esta tiranía suprimió la independencia del Banco Central, de la Superintendencia de AFJP y las mismas AFJP. Cada vez le queda menos por robar de la ciudadanía, poco por destruir de las mejoras institucionales construidas en la década del 90.
El Estado nos había dado un recibo por nuestros dólares, lo llamamos pesos, ahora impide que recuperemos no solo los dólares, sino también el recibito. Estamos a escasa distancia de dejar atrás la convertibilidad y tener una moneda flexible. Nos alienta que ante esta profunda depresión si no emiten en forma incontrolada tal vez no caigamos en la hiperinflación.
Cuando el tiránico gobierno delaruinista abandone la convertibilidad seguramente como en 1982 el Gran Equino organice la estatización de la deuda externa privada y nos la haga pagar a los demás.
No es una cuestión de grado, es de fondo. Las medidas del tiránico gobierno delaruinista son inmorales y están destruyendo el patrimonio de todos los argentinos, de los extranjeros que confiaron invirtiendo en nuestra patria. Cuanto más demoremos en enjuiciarlos políticamente y expulsarlos por inútiles, incapaces, inmorales, corruptos, más costosa será la reconstrucción de la confianza.
Ahora ya no somos una república liberal, de lo que bien poco teníamos, hemos sincerado y profundizado el socialismo nacional. Ya estamos en la “república democrática, popular, o soviéticas” cualquiera de esas calificaciones se ajusta al modelo castrista y cada día más dirigista que Cavallo y De la Rua están instaurando.
Al menos los cubanos tienen mejores playas, y si cuando suben a la balsa llegan a los EEUU, aquí ni eso, y mucho menos alegría y salsa, toda tristeza.