N ° 21/2001
Buenos Aires, octubre 04 de 2001.-
Desde hace algunos meses estamos siendo “ablandados” para hacernos un canje voluntario de deuda que ciertamente será forzoso. Como casi todos sabemos, aunque los políticos populistas hablan de deuda externa, gran parte de la deuda pública está en manos de los argentinos, sea por sus inversiones, porque el Estado pago deudas en bonos, o simplemente porque nos hemos visto obligados por el Estado a ahorrar nuestra jubilación en las AFJP las cuales a su vez han sido obligadas a invertir en bonos del Estado gran parte de nuestros ahorros.
Esa deuda en bonos está colocada a altas tasas de interés, no hablamos aquí del TIR que es aun mayor, pero lo relevante para los argentinos es la tasa de interés que debe pagar el Estado en tanto debemos pagar impuestos altísimos para hacer frente a esos pagos, o el Estado sigue endeudándose por nuestra cuenta.
En otras palabras más sencillas la deuda de hoy son mayores altos impuestos futuros, por lo tanto las altas rentas que nos han estado consiguiendo las AFJP son a la vez una causa de pobreza actual y futura. En cualquier caso esas rentas las pagaremos nosotros mismos, con el adicional costo de la ineficiencia administrativa del Estado que encarece aun más nuestros pagos.
¿Quiere decir todo esto que las AFJP deben ser eliminadas? No, lo que demuestra es que el sistema de jubilaciones privados está siendo estatizado nuevamente vía la colocación de bonos del Estado, que las AFJP al ser un régimen legal forzoso sufren el mismo mal que el propio sistema estatal, que al final vía regulaciones se termina subvirtiendo el sistema. Como es usual el Estado cuando otorga un monopolio termina “asociado” vía las regulaciones y sus organismos de control.
Entonces el sistema de jubilaciones privados en Argentina en lugar cumplir su obvia y natural función: pagar jubilaciones a sus cotizantes, se transformó primero en una herramienta para crear un mercado de “capitales”, luego en forma casi natural se transformo en una fuente de financiación “voluntaria” del gasto público.
El sistema de las AFJP debió ser un avance frente al sistema de reparto, pero para ello se necesita mayor libertad y competencia, menores regulaciones. De otra forma termina siendo lo que es hoy, un costos sistema de promotores, de chicas lindas haciendo promociones pagadas por los trabajadores para encubrir el financiamiento del Estado, y aumentar nuestros impuestos.
Desde que fuera establecido el sistema de las AFJP a los ahorristas se nos “confisco” el AMPO, la PBU. Además con demagogia el actual gobierno prometió el pago de pensiones a quienes “nunca realizaron” aportes con el dinero “ahorrado” mediante la confiscación de la PBU.
Bajo esta alternativa defraudatoria del sistema es comprensible que existan quienes desean volver al sistema de “reparto”, sin importarles los trabajos que destruirán y conscientes que quedarán impunes del horror financiero que han de producir a los trabajadores. Porque de tener éxito su fracaso lo sufriremos dentro de algunos años cuando ya nadie pueda ligar esa quiebra del sistema con la vuelta a un sistema de reparto.
A esta altura el lector podrá pensar que no existen alternativas, pero no es así, las hay, solo requieren de patriotismo y honestidad de todos.
Según diversas fuentes el stock de deuda pública en manos de las AFJP supera los U$ 21.000 millones, sus tasas promedio deben superar largamente el 12/14% anual. Es algo así como el 15% de la deuda pública en bonos, ello sin contar si tienen Letes también y plazos fijos en los Bancos de la Nación Argentina y de la Provincia de Buenos Aires, que deberíamos sumarlos al financiamiento del Estado argentino.
Las AFJP y los funcionarios del Estado (ni del Poder Ejecutivo, ni del Congreso, ni los Jueces) son dueños de los dineros de que administran las AFJP, los únicos y exclusivos dueños de ese dinero somos quienes los hemos debido pagar por obligación de la ley.
No hay canje voluntario que no requiera nuestra participación, los administradores no pueden ser “forzados” a defraudarnos, por el Estado. El canje “voluntario” que el gobierno quiere imponer tiene como contrapartida mantener el negocio de las AFJP, y los únicos no consultados somos los dueños del dinero.
Yo estoy dispuesto a canjear todos los bonos de las AFJP que me corresponde por otros nuevos a tasas del 5% anual a 30 años, con 10 de gracia, pero como todo canje espero alguna contrapartida, sino estamos ante una nueva confiscación de nuestros ahorros, bajo excusas patrióticas.
Mi propuesta de canje consiste en que patrióticamente los “cotizantes” de jubilaciones en las AFJP canjeemos los bonos y demás deuda pública que las AFJP han aceptado mediante una consulta popular entre nosotros mismos como exclusivos propietarios de ese dinero. La nueva deuda del Estado Argentino será a 30 años de plazo, con 10 de gracia y a un interés del 5% anual.
A cambio el Estado y las AFJP, y los accionistas de estas deberán cumplir con las siguientes obligaciones:
El Estado Nacional:
Aumento de la base electoral para la elección de Diputados Nacionales, triplicándola. Las 14 provincias constituyentes de la Nación Argentina podrán tener un mínimo de dos diputados conforme se les aseguró en la Constitución de 1853, las restantes tendrán como mínimo uno según corresponda a la base electoral
El Senado de la Nación se constituirá con dos senadores por Provincia.
Se eliminará el Consejo de la Magistratura.
El Estado se obliga a no volver a colocar jamás en el futuro una deuda a las AFJP superior al 20% del total de las carteras administradas.
Se declarará la “emergencia laboral” por la cual el sector privado por los próximos 10 años podrá empleo a cualquier persona desempleada hoy bajo la más amplia libertad contractual, siendo exclusivamente obligatoria la cobertura de un seguro de riesgo de trabajo, y un seguro de salud u obra social a exclusiva elección del trabajador y su empleador. No existirán regulaciones, ni sanciones, indemnizaciones por despido, ni salarios mínimos.
Implementará una reducción de impuestos a las ganancias personales al 15% y a las empresas al 20%, y del IVA al 15%. El impuesto a las ganancias será calculado sobre la base de los ingresos reales y efectivos menos el total de los gastos reales que haya realizado la persona. Se suprimirán los anticipos de impuestos a cuenta de “ganancias” e IVA.
Se establecerá la libertad de contenidos para el sistema educativo
Las AFJP y sus accionistas.
Reducirán en un 50% sus comisiones y aceptarán la desregulación del sistema en un lazo de 3 años.
Los ciudadanos que tenemos dinero en las AFJP.
Aceptamos el canje de la deuda del Estado con nosotros en los términos expuestos y nos comprometemos a mantener nuestras cuentas por tres años más en las AFJP, luego de lo cual seremos dueños de decidir como y donde ahorraremos para nuestra jubilación sin derecho a reclamar del Estado ninguna subvención o “jubilación, asignación, pago solidario” bajo ninguna figura.
Los argentinos podemos demostrar con patriotismo que creemos en nuestro futuro, que estamos dispuestos a hacer un sacrificio, y a sincerar que los sistemas jubilatorios y la deuda pública deben ser saneados. Hagamos un canje voluntario y patriótico de la deuda que el Estado tiene con nosotros, pero que sea contractual, que esta vez el Estado, los dirigentes se obliguen a cumplir metas de saneamiento y no simplemente hayan obtenido un nuevo “pedal financiero” para seguir una fiesta que huele a velatorio para la gran mayoría.
Esta propuesta no pretende ayudar a este gobierno, sino contribuir a la salvación de nuestra Nación, a permitir un capitalismo que pueda dar empleo, ganancias y haga crecer la riqueza de los argentinos. Jamás creí en este gobierno, ni en la mayor parte de las recetas del FMI, los impuestazos, etc., pero hoy no estamos en situación de esperar que otros nos salven, debemos demostrar en forma patriótica que estamos dispuestos a sacrificios.