Artículo

  Volver atrás

N ° 20/2001

Buenos Aires, septiembre 17 de 2001.-

Chantócratas, la nueva oligarquía Argentina

       Desde la llegada de la democracia en 1983 un nuevo grupo político se estableció bajo la cobertura de su “eficiencia administrativa y su transparencia”. Ellos prefieren ser asociados como “técnicos” comprometidos con la vida pública, en realidad deben su fama a dos formas de corrupción de la opinión pública.

      La primera forma de engañar al público es la pantalla de los organismos multilaterales, las consultoras, etc. que hacen planes de reingeniería de la administración, crean nuevas organizaciones que sobre todo se aseguran de recomendar deben ser integradas con “profesionales y técnicos”, que obviamente son ellos mismos, o sus amigos de otras consultoras, los ex funcionarios de organismos multilaterales que nunca aciertan una, pero como tienen la “chapa” de serios solo por tener oficinas en USA y Europa, se presumen idóneos.

      La otra forma para engañar al ciudadano es el reparto de ingentes sumas de dinero público en campañas de prensa y auto propaganda. Ellas sirven para “conquistar” la buena predisposición de los periodistas, quienes se encargan a cambio de esos dinerillos de promocionarlos y entrevistarlos sin cuestionarlos jamás.

      Uno de los prototipos de esta nueva clase de chantas ilustrados es Horacio Rodríguez Larreta ahora a cargo de dirigir la DGI, quien no tiene idea de sistemas tributarios, y cree que una buena administración es poner cartelitos lindos, pagar buenos asesores de “comunicación”.

       Este súper profesional de la chantocracia ha sido Gerente General del ANSES entre 1994 y 1998, justamente los años en que se admitieron las jubilaciones truchas que hoy se investigan. Entre las debilidades del Anses se señalan no solo la falta de controles internos, sino la inexistencia de buenos servicios informáticos, y no hablemos de la cuestión de complicidad entre sus funcionarios y muchos abogados que reclaman “jubilacio0nes mal liquidadas”.

       Después de dicho paso estuvo algún tiempo haciendo acción social de la mano de Aldo Ducler y Ramón Palito Ortega. Para en un pacto aún no revelado al asumir el actual gobierno se hizo cargo del Pami, institución donde le cabe el dudoso honor de haber designado más asesores que sus pares Cecilia Lewinsky Felgueras y Ángel Tonietto.

       Pero de su paso como Interventor del Pami tiene una citación a indagatoria, y le quedarán algunas más, ya que desistió una defensa de la obra social en un juicio para impedir contratar las redes de salud, algo que solo tres meses intentó poner en marcha. Basta leer los fundamentos de la mantención de la intervención del Pami, para comprobar que su gestión también allí fue desastrosa.

       Ciertamente hoy es un secreto a voces que el Pami está mucho peor que en diciembre de 1999.

       Su debut en la DGI no ha podido ser peor. Ha proclamado públicamente una amenaza a los bancos para que colaboren en abrir la información de las cuentas de sus clientes a la DGI, en colaborar a embargar sumas de dinero de los clientes, etc. Todo ello porque se lo dijeron sus amigos del FMI.

       Ante todo cabe recordar que ya es inconstitucional y delictivo que la DGI pueda embargar cuentas corrientes antes de siquiera haber entablado una demanda judicial. Es de esperar que algún juez de la Nación se ponga firme para defender los derechos garantizados en la Constitución antes que la habitual defensa de su pretendida exención del Impuesto a las Ganancias, y de sus salarios.

       Pero que Rodríguez Larreta se permita amenaza y presionar a los bancos para que estos traicionen a sus clientes es un exceso que aun en estado de guerra en los EEUU habría producido que este chantócrata hubiera pasado a la lista de desempleados.

       Pero aun mayor comicidad toman sus afirmaciones de buscar una reforma de la DGI que permita que ella tenga una autonomía como el BCRA. Me pregunto si este chanta no sabe como fue violada la autonomía del BCRA al echar a Pedro Pou, o como dejaron cesante a Oscar Silvani (de quien no tengo la mejor opinión, pero igual lo removieron).

       Sería bueno que de una vez la ciudadanía reaccionara contra los periodistas “amigos y cómplices” de estos chantas, que además los dirigentes políticos en lugar de orientarse por la campaña de autobombo personal de los chantócratas revisaran sus resultados.

       Fernando de la Rua, y Domingo Cavallo siguen equivocando el camino y sus colaboradores. Realmente no se conoce nada que Rodríguez Larreta haya hecho bien, salvo llenar de asesores y técnicos contratados con suculentos salarios los organismos en los cuales trabajo.

       En cuanto a los ciudadanos además ya ha mostrado su sentido autoritario al informarnos que presionará a los bancos, con lo cual le hace una enorme contribución al país y su gobierno porque ha desalentado una vez más la bancarización, estimulado el desarrollo de la economía en negro y la descapitalización de toda la economía que ambas cosas producen.

       Sería bueno que nos hubiera dicho que hará con ese ejército de ocupación que son los 18.000 empleados de la DGI y los más de U$ 1.100 millones que cada año se gastan allí. Claro que si pudiera hacerlo no sería un distinguido miembro de la chantocracia.

 

  Volver atrás