N ° 14/2001
Buenos Aires, junio 04 de 2001.-
Mientras el país sufre cada vez más reiterados impuestazos y sigue viendo que mes a mes cae su recaudación, la provincia de San Luis sigue aumentando su recaudación fruto de políticas sanas. En 1997 se privatizó el servicio de recaudación tributaria, a comienzos de año frente al proceso depresivo de la economía generado por el gobierno de la Alianza UCR Frepaso se redujeron alícuotas de impuestos, y se anunciaron devoluciones a quienes cumplieran con el pago en forma puntual, de forma tal de estimular el pago y no el castigo a los contribuyentes cumplidores.
Hoy tiene un plan de obras que está ejecutando más obra que el gobierno nacional en cantidad y monto, y tiene un superávit del 2,5% de su producto bruto.
Las exportaciones provinciales han crecido un 11,3%, siendo el promedio nacional fue el 10% pero fue impulsado por la variación del precio del petróleo y del gas. Si se desagregaran estas variables la diferencia a favor de la economía puntana sería aun mayor.
El producto bruto geográfico es hoy un 52,2% industrial más que duplicando el nacional del 25,4%.
El superávit fiscal ($ 20 millones en 1999 y 74 millones en 2000) y la existencia de una deuda pública muy baja (12% de los recursos corrientes) coloca a San Luis como la provincia o distrito mejor administrado del país. Los legisladores provinciales de la Alianza critican la política de salarios para los políticos diciendo que son muy bajos.
La transformación de la administración de San Luis en los 10 años de la convertibilidad muestra que se puede obtener un desarrollo económico si se hace un administración austera, donde el sector público cumple sus funciones constitucionales, antes que hacer “políticas de reparto y progresistas”.
En San Luis con convertibilidad creció la actividad industrial, turística, agropecuaria y servicios. Crecieron sus exportaciones y aumento su competitividad. Claro que el modelo fue una administración racional, con objetivos públicos claros, sin hacer del gasto público y del empleo público una política de subdesarrollo.
Pero San Luis solo tiene 300 mil habitantes, está a más de 700 kilómetros de Buenos Aires y obviamente su buena administración tampoco permite gastar decenas, centenares, de millones en “publicidad” para que los periodistas difundan que aun con convertibilidad y recesión existe un modelo exitoso para el desarrollo.
Bien puede decirse que el gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saa no desperdició su tiempo, ni los recursos de su provincia, no de dedico a mendigar ayudas del gobierno federal.