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N ° 13/2001

Buenos Aires, mayo 21 de 2001.-

MEGACANJE AL REVÉS

      Una cuestión no menor de estos días es la nueva droga del neohabla aliancista, el mega canje de títulos de la deuda pública. Presentado como una gran solución solo me hace recordar al “blindaje 2001”.

      El pequeño alivio financiero que se busca con este mega canje se logrará a costa de una enorme carga financiera futura. En otras palabras para reducir un poco el problema de solvencia actual, creamos un mayor problema de solvencia futura.

      Lo que ahora nos venden como “heterodoxia” económica consiste en hacer un canje de títulos de deuda por otros nuevos a mucho mayor interés a un poco más de plazo, para luego –tal vez- anunciar algún programa de ajuste que de credibilidad al Estado Argentino frente a los acreedores y así bajar el riesgo país.

      Justo al revés de cómo debe ser.

      Lo razonable teniendo problemas de solvencia sería poner en marcha el ajuste del Estado y con la credibilidad ganada por él, obtener el financiamiento a menor tasa de interés para resolver el problema de solvencia fiscal. Ello aún a costa de pagar en el corto plazo un alto costo en materia de intereses para pagar el déficit de este desgobierno.

      Porque lo razonable es demostrar primero que se harán las reformas al gasto público y luego canjear la deuda a largo plazo, no endeudarnos carísimo por un largo plazo para resolver una insolvencia actual, sin siquiera saberse si se harán las reformas mañana.

      Este mega canje nos dejará endeudados a muy altas tasas de interés en el largo plazo, algo que luego no tendrá solución.

      Agravaría la cuestión que para “tentar” a los tenedores de los títulos se les ofrecería pagar un sobre precio al del mercado.

      El Presidente de la Nación, Fernando de la Rua, ha aprobado pagarle una comisión a los bancos que intervienen en la operación financiera una comisión del 0,55% (sobre el monto nominal de los títulos, por lo cual es bastante mayor sobre el precio de mercado de ellos), más gastos. En la city financiera porteña se señala que la comisión puede estimarse en alrededor de U$ 150 a U$ 175 millones, más “gastos” por otros U$ 100 millones.

      Comisiones y gastos que se pagaran sin ningún mecanismo que los haya sujetado a una escala de beneficios. Y siendo que esta heterodoxia económica es hacer lo contrario al sentido común, estamos pagando por algo que puede ser la ruina del Tesoro Nacional.

      Todo ellos sin mecanismo alguno que permita controlar porque han sido elegidos esos bancos, ni como se justifican esos gastos. Cabe recordar que por ejemplo la Cheka Radical (Oficina Anticorrupción) ha denunciado a María Julia Alsogaray por la compra de 12 tapas de inodoros sin licitación, o que la supuesta “asociación ilícita” denunciada de Víctor Alderete había hecho contratos por un monto total de menos de U$ 10 millones sobre 7.000 que administro. Pero ni la Cheka, ni la Sigen de Bielsa esta vez opinaron.

      Por eso en nuestro país y bajo la neohabla radical, mega canje quiere decir mega negocio.

 

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