N ° 12/2001
Buenos Aires, mayo 07 de 2001.-
La propuesta de una nueva convertibilidad, o la convertibilidad del peso con una canasta de monedas tiene un objetivo bien distinto a los enunciados de tener una mejor moneda, lo cual fue expresamente reconocido por la Diputada Radical Beatriz Nofal quien sostuvo durante el debate parlamentario que de esta forma el país recuperaría la capacidad de tener una política monetaria propia.
Por supuesto que cuando Cavallo, González Fraga, Baglini, Nofal y muchos otros defienden que el país tenga una política monetaria en realidad están diciendo que los políticos puedan hacer política con la moneda. En otras palabras que puedan violar el contrato monetario del estado con los ciudadanos en forma impune.
No se trata de una cuestión económica sino ante todo moral y de derecho. Javier González Fraga se ha convertido en uno de los defensores de esta nueva canasta de monedas expreso a diarios, declaraciones radiales y en debates televisados que entre otros beneficios esta modificación permitirá que en caso de una grave crisis el Estado pueda disponer del dinero, las divisas de las reservas monetarias para atender la crisis, usándolas para financiar al Tesoro y atender sus obligaciones.
En otras palabras lo que González Fraga propone, defiende es que el Estado pueda una vez más apoderarse del dinero ajeno (el de todos los tenedores de pesos) para hacer política. Estafa, defraudación, robo son muchas de las palabras que podrían mejor describir tales propuesta. Porque las divisas, el dinero de las reservas no es propiedad del Estado, ni del BCRA, sino de cada tenedor de pesos. Apoderarse para pagar deudas propias del dinero ajeno todavía es un robo, una defraudación, un acto corrupto.
La convertibilidad del peso con el dólar ha sido exitosa, ante todo porque los argentinos aceptan al dólar como una moneda en forma libre, y también por su sencillez. Esta convertibilidad entre monedas no resta por si misma liquidez al sistema monetario, no siendo por lo tanto causa de la recesión.
Sin embargo la propuesta de “ampliación de la convertibilidad” del gobierno que ha impulsado Domingo Cavallo es la eliminación lisa y llana de la convertibilidad del peso. El proyecto de ley aprobado por los Diputados y enviado por Cavallo dispone la conversión por el promedio simple del dólar y el euro. Pero el promedio no es una moneda, es un galimatías virtual detrás del cual se quita la convertibilidad del peso. Este proyecto de ley es más la fijación de un tipo de cambio que la ampliación de la convertibilidad.
Por eso el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Horst Koehler, expreso hoy su respaldo a los sistemas de convertibilidad como el adoptado en Argentina. "Los sistemas de convertibilidad fija funcionan ... Todavía creo que funciona en Argentina", dijo Koehler en una conferencia del Consejo de las Américas en Washington. Koehler indico que aunque prefiere los regímenes de tasa de cambio flotante, la convertibilidad fija, como la adoptada en Argentina (que ata el peso al dólar en relación uno a uno), podría ser efectiva si los gobiernos muestran decisión en sus políticas. "La ley de convertibilidad es una ley razonable y apreciaría si el ministro Cavallo dijera que esta basando (su) política en la ley actual de convertibilidad".
Todas las acusaciones a la convertibilidad en materia de falta de competitividad son falsas si se estudian los números de la economía real argentina cuyas exportaciones se triplicaron bajo dicha regla monetaria. Las inversiones sumaron más de un centenar largo de miles de millones de dólares.
Sumada a esta vuelta al pasado en materia de política monetaria, nos encontramos con los reiterados impuestazos, que si siempre fueron recesivos, no existe motivo alguno para que ahora repetir el error sea exitoso, salvo el obvio voluntarismo del Ministro Cavallo que han desmentido las cifras de la recaudación tributaria de abril.
Hasta ahora la política de Cavallo es una repetición de la realizada por José Luis Machinea, pero menos exitosa ya que con este último el riesgo país era bastante más bajo. Ambos impusieron impuestazos y con ello profundizaron la recesión, bajaron la recaudación y aumentaron el déficit fiscal. Ambos anunciaron tímidos e indefinidos recortes del gasto público, mucho menores que el ingreso que preveían con cada impuestazo. Machinea y Cavallo por igual anunciaron la sustitución de las reglas generales por negociaciones sectoriales, prometieron inversiones y dedican bastante tiempo a denostar a sus antecesores.
Esta forma corrupta de hacer política decidiendo por el dedazo a quienes se otorgan beneficios y a quienes no es corrupta aun cuando no medien coimas. Porque establece que los funcionarios tienen el poder de hacer que alguien sea competitivo, o no, pero también quita seguridad jurídica. Por otro lado si las medidas son buenas para un sector, ¿porqué no aplicarlas a toda la economía?
El mega canje de la deuda pública nos lleva a otra dosis de droga que se nos presenta como una solución. Es una falsa solución, a duras penas es la renegociación del default al que nos ha llevado este gobierno, el mismo que aseguraba hace solo 5 meses que con el Blindaje todo estaba bien y empezaba el crecimiento.
Este mega canje de bonos resulta necesario por la propia incapacidad del gobierno que nos ha llevado a estar en cesación de pagos. Ahora para no hacer los cambios que resultan imperativos recurren a esta operación financiera que significará que diferir el problema del pago de la deuda, que será mayor y más cara.
La deuda pública argentina es menor al 50% del PBI y su tasa de interés promedio es de alrededor del 9% anual. Luego del mega canje será mucho mayor y a mayor tasa de interés promedio. Por eso cuando el Ministro Cavallo sostiene que la deuda pública argentina es manejable está falseando la información, ya que calculada correctamente (capital, plazos y tasa de interés promedio) resulta ser superior al 100% del PBI y luego de este nuevo salvataje resultará seguramente superior al 120%.
Y ese problema se está trasladando para el futuro, pero en la misma forma en que un alud baja por la montaña, la bola de nieve es cada vez mayor y amenaza el futuro nuestro y el de nuestros hijos.
Hasta ahora la política de Cavallo ha sido dos impuestazos a todos, la promesa de un vago y etéreo recorte del gasto público, el establecimiento de negociaciones sectoriales y particulares, la postergación de atender las cuestiones de la deuda pública y su transferencia a otros gobiernos y generaciones, e impulsar el cambio de la convertibilidad por un promedio debilitando nuestra moneda.
En resumidas palabras, una falsa convertibilidad y una vuelta a viejas políticas constituyen un retroceso del camino a una economía de mercado, única vía para la riqueza.