N ° 10/2001
Buenos Aires, abril 09 de 2001.-
El pasado 24 de marzo nuestro país revivió el 25 aniversario del Golpe Militar de 1976 con el cual se inició el autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”.
Mientras los militantes de Montoneros – FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) llenaron de afiches la ciudad para reivindicar la gesta terrorista y subversiva pro castrista, algunas decenas de actores y dirigentes políticos del Frepaso y sindicales de la CTA se reunían en la Plaza de Mayo para auto homenajearse. No falto la lectura del comunicado del subversivo terrorista zapatista sub. comandante Marcos.
No fue un acto de condena al golpe de estado, ni a los militares, fue antes una reivindicación del accionar terrorista subversivo que fue una de las causas de aquel golpe militar.
Mucho más lejos un pequeño grupo de personas encabezados por Fernando Siro y Elena Cruz, no más de una treintena se juntaron bajo el balcón del departamento donde cumple su arresto el ex general Jorge Rafael Videla para entonar el himno nacional y darle algunos vítores al ex dictador.
Rápidamente los activistas de izquierda de superficie (aquellos que pertenecen a esas organizaciones en forma encubierta) promovieron dos acciones contra los actores Fernando Siro y Elena Cruz. Una acción penal por apología del delito que habrían cometido por cantar el himno nacional en una suerte de homenaje a Videla y la expulsión del sindicato de actores.
Estoy seguro que como bien reconocieron Rodolfo Galimberti y Jorge Masetti (h) si la subversión hubiera triunfado la única canción que podría cantarse seguramente sería la Internacional, himno del comunismo. Que muchos de quienes pensamos distinto estaríamos entre los MM (muchos más). Los que ellos reconocen, hubieran torturado y fusilado solo por pensar distinto y no adherir a la línea oficial del “partido único”.
Pero esa izquierda militante pro castrista no se rinde. Por eso las acusaciones y condenas por el “delito de opinión”. Lo que esos militantes pro comunistas buscan es amedrentar a quienes piensen distinto, a quienes no olviden que hubo una guerra.
Mientras los ex jefes guerrilleros reconocen que en la Argentina se vivió una guerra civil, jueces, periodistas, políticos, artistas y otro conjunto de dirigentes de superficie, idiotas útiles, desmemoriados o simplemente ignorantes históricos, siguen insistiendo que solo hubo un genocidio unilateral.
¿Porque los artistas, actores filo Guevaristas, filo Castristas, Stalinistas y Trotskistas que pululan en el medio artístico no corren la misma suerte que el Sr. Fernando Siro y Elena Cruz, que fueron condenados por un tribunal popular, sin juicio previo y sin derecho a defensa, en un país que se dice democrático, por reivindicar a una persona que ha hecho mucho menos daño que los que ellos veneran.?
La expulsión de Fernando Siro y Elena Cruz del Sindicato de Actores permite ver que es posible una purga estillo soviético en nuestro país.
¿Qué tiene que hacer un sindicato con las opiniones políticas de sus miembros? Nada, no tienen esa función. Lo relevante del caso es que fueron condenados por pensar distinto. Que ni siquiera les dieron oportunidad de defenderse. Sirve de muestra acerca de la hipocresía de esa organización llena de chekistas, que obviamente no admiten el menor disenso y que más que representar los intereses gremiales de sus miembros hacen política pro castrista.
Por cierto en clara demostración de parcialidad nadie ha siquiera denunciado por apología del delito a quienes dirigieron y organizaron el acto en Plaza Mayo para reivindicar las fuerzas terroristas y subversivas que desataron la guerra civil.