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N ° 07/2002

Buenos Aires, julio 08 de 2002.-

LA UTOPÍA DE SALVAR UN SISTEMA FINANCIERO QUE NO EXISTE

Hace una semana hemos asistido a un nuevo fracaso del gobierno por realizar un saqueo legal aconsejado por chantas disfrazados de tecnócratas u economistas ortodoxos, del FMI, los bancarios y alguna caterva de periodistas pagados, alquilados por todos los anteriores.

Sucedió con el famoso canje de depósitos reprogramados por voluntad totalitaria del usurpador y la banda que lo respalda en el Consejo de Indias, hoy llamado Congreso de la Nación, por los Boden. Menos del 0,5 % de los depositantes acepto el bono de un estado cuyos dirigentes hacen gala y orgullo de no pagar sus deudas, los depositantes han preferido el riesgo de quiebra de cada banco antes que el bono del Estado Argentino.

Cabe destacar que la gran mayoría, y me refiero a más del 80% de quienes aceptaron el Boden tienen depósitos en bancos suspendidos, es decir que eligieron entre el fuego y la sartén.

Pero todo esto debería hacer reflexionar de una vez a los irresponsables que nos gobiernan y a los burócratas, chantocratas, etc. sobre la imposibilidad de salvar un sistema financiero que no existe.

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  El sistema financiero argentino no recibe nuevos depósitos.

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  El sistema financiero no da nuevos créditos.

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  El Estado Argentino y su actual desgobierno nos han dejado sin moneda.

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  No existe sistema financiero en ningún país del mundo sin moneda.

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  El Estado Argentino y una importante porción del pueblo mismo no quieren pagar la deuda pública de la cual son acreedores los mismos bancos.

Ante dichos hechos resulta estúpido decir que debe salvarse al sistema financiero, porque ya no existe.

La alternativa impulsada de un bono estatal argentino forzoso para responder por los depósitos es un nuevo saqueo legal. Es la imposición de los depositantes, sean personas o empresas que confiaron en las leyes argentinas, en el país y en la responsabilidad de los gobernantes. Para salvar un grupo de “empresas” llamadas bancos pero que de ello hoy solo tienen el nombre.

¿Porqué en la mesa de discusión se sientan los bancarios –se hacen llamar banqueros-, el FMI, los economistas chántocratas, legisladores, los ministros, funcionarios públicos, sindicalistas y no los depositantes?

Porque como siempre se quiere resolver la situación robando a los que menos posibilidades de lobby tienen. Es la demostración de la injusticia e inmoralidad del modelo social estatista.

Por supuesto que la AEA, el Clarín, La Nación, Canal 13, TN apoyan la necesidad de un canje obligatorio lo mismo que el seguro de cambio para los “industriales y empresarios amigos”. ¡A los depositantes confiscación y a los “empresarios amigos” dólares a un peso!

Marcelo Bonelli tendría un boletín informativo llamado “sumario restringido” en el cual ha sugerido que el BCRA debería incautar inclusive las cajas de seguridad. Claro que bajo la forma de trascendido.

Y todavía falta algo en este mar de inmoralidad que todo lo envuelve. Los argentinos que apoyan el default y el no pago de la deuda pública. Los que quieren pagar aumentos de sueldos a docentes, empleados públicos, jubilaciones a quienes no aportaron, planes piqueteros por extorsionar, etc. Todos esos que quieren y apoyan robarse el dinero de los depositantes y el capital de las entidades financieras, los ahorros de las AFJP.

        Las alternativas son que cada banco resuelva como ha de pagar a sus depositantes y honrara sus contratos, o bien la sanción de una ley de quiebras especial para todas las entidades financieras.

Esta ley especial de quiebra del sistema financiero debería establecer que todo banco que no pueda responder a sus depositantes le será cancelada la licencia y todos sus activos y pasivos serán transferidos a un fideicomiso especial que deberá liquidar los activos y pagara prorrata a los depositantes y acreedores. El estado (nacional, provincial o municipal) como causante principal de la quiebra del sistema no podrá verificar créditos por impuestos impagos salvo en cuanto sirvieran para ser cancelados con la deuda pública impaga. Todo banco cuya licencia quede revocada no podrá actuar en la república por 20 años, ni sus accionistas bajo un nombre distinto, en la actividad financiera, cambiaria, comercial. Se incluirán en los activos a liquidar en el fideicomiso todas las empresas de las cuales un banco fuere titular, aun bajo formas societarias separadas.

Hay que buscar una solución capitalista y contractual entre bancos y depositantes, que ellos tengan la posibilidad de acordar. Que exista un sistema de premios y castigos para los banqueros, aunque más no fuere por su inhabilitación temporal para actuar en la actividad.

Los funcionarios públicos, legisladores, ministros, usurpadores, presidentes, empresarios, periodistas, sacerdotes y sindicalistas, en suma todos los que fueren que hubieren participado, instigado el no pago de la deuda, el default, la devaluación y pesificación deberán ser embargados aquí y en el exterior para responder con sus bienes por los daños y perjuicios causados a los depositantes y accionistas de los bancos si el saldo de ejecutar sus bienes resultare favorable. La ley establecerá la persecución de judicial de todos esos patrimonios y su ejecución, el resultado de ella se depositará en un fideicomiso para pagara a prorrata las tenencias de bonos argentinos.

Los que hubieren participado de esta conspiración contra el derecho de propiedad quedarán además inhabilitados para ejercer cargos públicos a perpetuidad.

No se puede salvar a un sistema financiero que está muerto. Solo se puede crear uno nuevo, pero para ello resulta indispensable que los culpables de la situación paguen los daños causados. Ya ni siquiera debemos pensar si cometieron un delito, porque muchos lo han hecho pero otros no, alcanza la mala praxis. No veo porque un conductor que choca otro auto o atropella una persona, un médico que hace una operación que resulta mal, deben indemnizar y quienes han causado este daño no.

Si los banqueros, el FMI, o quien fuere quieren realmente y de buena fe que en Argentina exista un sistema financiero se debe empezar por tener instituciones confiables, y que nunca más un grupo de políticos, periodistas, empresarios se animen siquiera a pensar en confiscar dinero ajeno, a pedirlo, instigarlo u ordenarlo.

Nunca más nos van a robar, nunca más nos van a confiscar, porque el pueblo y la Patria se los demandarán, y les harán pagar sus violaciones de los derechos y garantías constitucionales.

Solo así podremos asegurarnos, y asegurarle a cualquier extranjero, sea empresa, persona, banquero que en Argentina violar el derecho de propiedad se paga caro, que se lo respeta. Entonces también tendremos mejores empresarios, inversores, banqueros, políticos, sindicalistas y empresarios. Cuando confiscar, saquear legalmente sea castigado. Entonces también podremos tener bancos y estar todos más seguros con nuestros depósitos.

 

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