N ° 15/2005 - Año 6º
Buenos Aires, octubre 20 de 2005.-
El gobierno de Kirchner desconoció la deuda y efectuó un canje vergonzoso bajo el argumento que la deuda pública había sido colocada a tasas usurarias, calificando de buitres a los que confiaron sus dineros a nuestro Estado. Más allá de la inmoralidad de que el deudor culpe al prestamista por haberle prestado dinero que este último no le obligo a gastarse, ni tomar lo cierto es que ahora estamos emitiendo nueva deuda mientras nos llenan de anuncios sobre el superávit fiscal.
¿Habemos superávit o no? Si tanto superávit fiscal tenemos no es fácil comprender porque el zar Néstor K. nos sigue endeudando a una tasa de crecimiento de la deuda que es récord. Ya debemos casi tanto como antes del canje y eso que le pegamos el esquinazo sin vaselina a los trabajadores argentinos de su dinero ahorrado en las AFJP, y a otros cientos de miles de ahorristas en todo el mundo.
Lo notable es quienes resultan ser los nuevos buitres, nada menos que la provincia de Santa Cruz (la que necesita ayuda federal y todos le pagamos extra por su “pretendida pobreza”) y el dictador venezolano Hugo Chávez. Un reportaje a este último en ocasión de la cumbre de Brasilia dejo en claro que no hay ninguna solidaridad o filantropía en la compra de bonos por parte de Chávez sino una verdadera búsqueda de renta elevada.
Chávez justificó su compra de bonos argentinos ya que “ellos pagan una muy buena tasa de interés, varias veces a la de los bonos del Tesoro de los EE.UU.”. Para Chávez la única justificación de comprar bonos pingüinos es su mucho mayor tasa de interés, que es lo que nos decían hacen los fondos buitres, los “especuladores salvajes” y algunas otras descalificaciones lanzadas para justificar la inconducta e inmoralidad propia.
Ahora sabiendo que esto es así, cuando algún día no le paguemos a Venezuela su inversión estará claro que al menos estaban advertidos y que ellos no prestaron su dinero por cuestiones de hermandad y solidaridad sino para ganarse una sobre tasa de intereses que paga el hambre de los argentinos.
Pero los Kirchner admiran y aman a Chávez tanto como odian a José María Aznar y Rodrigo Rato de Figueredo, incautos españoles que prestaron unos U$ 2.000 millones a baja tasa de interés intentando ayudar a que Argentina no fuera a la quiebra.
Ahora queda claro otra vez quienes son buitres, los progresistas, socialistas latinoamericanos y quienes son amigos de verdad, la derecha co0nsevradora y liberal del primer mundo.
En cuanto a la compra de bonos por la provincia de Santa Cruz es una prueba de por sí que no existe ninguna razón para que se mantenga la ley que nos hace pagarle 0,06% de nuestras cuentas eléctricas a los demás argentinos. Que todo coeficiente legislado para incrementar su índice de coparticipación es falso y defraudatorio de las demás provincias y de los demás argentinos. Que cada vez que el gobierno nacional le ha dado una obra, una ayuda invocando una “necesidad o crisis financiera, condiciones de pobreza” los funcionarios que han otorgado esos dineros han falseado ideológicamente decretos, o resoluciones, que han defraudado al Estado nacional.
¡El Estado Nacional se endeuda a tasas buitres con la provincia de Santa Cruz para entre otras cosas ayudarla económicamente!
¿Cómo se explica ayudar a una provincia regalándole dinero de los demás argentinos mientras ellos se compran bonos a tasas buitres? ¡Que se paguen sus obras y demás despilfarros ellos!
¡Son unos hipócritas absolutos! No tienen ningún escrúpulo, pero llegará el día que habrá juicio y reparación. Los Kirchner y sus colaboracionista tendrán que devolver cada centavo y Santa Cruz quedará sin cobrar esos bonos, o tendrá que devolver a igual tasa de interés (me refiero a la buitre de los bonos que ha suscripto) cada centavo que se la haya girado sin fundamento.