N ° 15/2005 - Año 6º
Buenos Aires, octubre 20 de 2005.-
El mayor genocidio (dedicado a la agencia K-TELAM): Como muchos no enterados pueden haber leído el cable de la agencia estatal TELAM dedicado a recordar el 12 de octubre como una fecha que señala para el descerebrado de Granovsky que los españoles cometieron el mayor genocidio de la historia contra los indígenas americanos es bueno recordarle al director de esa agencia del Estado Argentino, no de la URSS, que el mayor genocidio de la humanidad en toda nuestra historia lo cometieron sus camaradas comunistas que durante el siglo XX asesinaron más de 135.000.000 personas. (Ver El Libro Negro del Comunismo).
En cuanto a la conquista española baste de ejemplo que Hernán Cortés al desembarcar en Méjico tenía un total de 278 hombres como toda fuerza (incluido él mismo) mientras solo el “imperio azteca” estaba poblado por más de 12.000.000 de habitantes. Como los españoles no tenían armas nucleares, ni vehículos de combate sofisticados, ametralladoras, ni nada más que unos arcabuces y sus espadas, resulta claro que la conquista de América fue ante todo una guerra de liberación.
Liberación a los cientos de pueblos que los aztecas e incas por ejemplo sometieron a un autoritarismo que hizo a ellos abrazar la civilización española y cristiana como mejor por pacífica y progresista.
Pero Granovsky como buen comunista sigue aún los dictados de Stalin y quiere evitar que se sepa que ellos, los comunistas han sido los peores genocidas de la historia, y para eso los españoles de hace 500 años son una buena tapadera. Granovsky debe creer que maneja TASS, agencia de propaganda soviética estalinista, pero está en TELAM.
Y Una pregunta por si en TELAM no lo saben, ¿Granovsky tiene origen tolteca, diaguita, maya, inca, azteca, chibcha o europeo?
Contradicción y atropello de los ecologistas: En ya casi casus belli entre Argentina y Uruguay por la instalación de dos plantas papeleras en Fray Bentos es una nueva muestra de cómo los izquierdistas en sus diversas caras jamás aceptan sus contradicciones.
Para empezar es un atropello inaceptable que esos ecologistas, sean de Gualeguaychu o donde fueren, priven a los demás argentinos de su derecho a circular, entrar y salir del país. Es UN abuso y atropello a los derechos de los demás. Ellos creen que pueden hacer o impedirnos nuestros legítimos y constitucionales derechos solo porque quieren ejercer su frustrado colonialismo económico sobre una nación vecina.
Para mayor agravante como resultado de sus atropellos los demás argentinos que quieren utilizar el cruce al Uruguay de Gualegaychu – Fray bentos deben alargar sus viajes varios cientos de kilómetros, es decir perder su tiempo (lo que nadie jamás podrá devolverles), quemar más combustibles derivados del petróleo ayudando a aumentar el calentamiento terrestre. Porque ese también es uno de los resultados directos de su inescrupulosa acción.
El ex terrorista montonero, y hoy gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti ha amenazado con impedir la circulación de turistas, mercaderías, “cerrar la llave de un gasoducto privado”, “impedir la exportación de madera”, etc. En suma un verdadero catálogo de autoritarismo populista.
El gobierno nacional debe “intervenir” la provincia de Entre Ríos ante semejante actitud de su gobernador, ocuparla militarmente inclusive, ya que las amenazas del terrorista Busti a los argentinos y uruguayos constituyen una clara violación de los derechos garantizados constitucionalmente (de libre circulación, de propiedad, de ejercer comercio e industrias lícitas) e intentan “condicionar la política exterior, las relaciones internacionales” de toda la nación, algo que está expresamente prohibido por la Constitución Nacional.
Busti y sus ex camaradas terroristas como el Ministro Bielsa, junto a muchos “imperialistas sandía” (verdes por fuera ya y por dentro rojos) deberían preguntarse que harían si por ejemplo Al Gore fuera presidente de los EEUU en lo lugar de george W. Bush y cumpliendo con lo escrito en su libro decidiera impedir nuestro desarrollo bajo la motivación que podríamos contaminar el medio ambiente. Todos sabemos que a voz en cuello saldrían a ladrar contra el imperialismo yankee, pero ahora ellos quieren ser imperialistas contra el Uruguay.
En cuanto a contaminar me pregunto quien controla a Papel Prensa por ejemplo, una empresa donde el estado nacional es socio del Grupo Clarín. La protesta contra la creación de tres papeleras en Uruguay es más una cuestión de envidia y patoterismo autoritario que la cuestión ambiental.
Otra lección de la superioridad moral del capitalismo: Kate Moss es una afamada modelo que mantenía contratos multimillonarios con empresas de ropa de primera línea de Inglaterra. Hace pocos días un diario publico fotos de Moss aspirando cocaína y en forma inmediata las empresas le rescindieron los contratos.
Ante una situación así muchos preguntaron si esas empresas y sus marcas quedarían pegadas al “escándalo”, si sus marcas sufrirían un daño. Eso en un país donde a un jugador de football le perdonamos hacer goles con la mano, ufanarse de esa trampa no solo no se reprocha sino que enorgullece a muchos. Y que ese mismo ex jugador sea un adicto a las drogas tampoco parece preocupar mucho a nadie ya que le dan la conducción de un programa en horario central y lo llenan de avisos.
Pero acá se nos habla de la crisis de valores de los países capitalistas, sin embargo vemos como los empresarios británicos en resguardo de su capital actuaron con velocidad y correctamente, sin tener miedo a que dirá algún día Kate Moss. En nuestro país por el contrario la gran mayoría de los políticos, anunciantes y empresarios temen que Diego Maradona pueda no saludarlos o sencillamente decir algo negativo sobre ellos. Los medios de comunicación toman sus palabras como una revelación indiscutible de forma que mantengan a la gran mayoría de los argentinos en el limbo y sigan tomándolo como ejemplo.
En el homenaje a los jugadores de Boca Juniors en el centenario del club, el mismo Maradona antes de salir a la cancha en Fox decía que “él no es ejemplo de nada, que no deberían preguntarle de muchas cosas que ni entiende como de política y economía” demostrando una mayor conciencia que quienes le dan micrófonos y demostrando que en Argentina ser drogadicto podría ser bueno y rentable para especial engaño de los más jóvenes.
Destacados de Blogbis: desde Rosario por Rubén Benedetti.
Un lunes de escuela que empezó como cualquier otro lunes, se alteró cuando empezó a correr el rumor que había muerto el padre de Carpani, el chico que cursaba 4º grado. A media mañana nos llevaron a todos a la capilla, donde me enteré que era un coronel, que había caído asesinado por lo que entonces, sin eufemismos, llamábamos terroristas.
Con el tiempo supe que Carpani Costa murió defendiendo su unidad, el Batallón de Arsenales 121 de Fray Luis Beltrán, cuando la siesta de un domingo de abril de 1975 se vio fatalmente interrumpida por el asalto de un grupo armado, que vestidos con uniformes militares y con la complicidad de un conscripto, asaltaron la unidad para robar fusiles, ametralladoras y municiones, insumos indispensables para todo "joven idealista". Con el tiempo también conocí otros detalles, algunos actos heroicos, y algunas bajezas, de aquel día en que la Guerra Revolucionaria volvió a golpear tan cerca.
Ahora me entero que los compañeros de promoción de Carpani Costa, al cumplirse 30 años de su muere le dedicaron una placa recordatoria, que por intermedio de su esposa e hijos, se entregó para colocarse en la sala de situación del Segundo Cuerpo de Ejército.
Las autoridades militares le han escapado al bulto, y han suspendido sine die la colocación de la placa.
Algunos pueden pensar que esta actitud puede justificarse por un olvido inocente, por negligencia, o por conveniencia política.
Para mi sólo le cabe una palabra: Indignidad.
Hace rato que no se celebra el 12 de octubre. Hace 13 años, con el gusto que predomina por los números redondos hubo más ruido. Pero ahora, salvo algún acto escolar, el Día de la Raza, de la Hispanidad, de Colón o de las Américas, como les guste llamarlo, es apenas un feriado más (desplazable, encima, en nuestro caso lo que lo hace más intrascendente).
No soy para nada defensor de aquello que los delirantes de los años veinte buscaban pintar como la Raza, ni siquiera me gusta eso de argentinidad. Y valga la observación que cuando Noel, Guido, y sobre todo Ricardo Rojas pujaban por "inventar" la nacionalidad justamente los argentinos estábamos conformándonos como éste amasijo de nacionalidades, de etnias y de culturas que en realidad somos.
Lo que hace falta es poner en magnitud el significado de aquella proeza, encarada principalmente por España, que con unos cuantos expedicionarios, mal equipados, sin monta y peor advertidos en términos geográficos, vencieron la adversidad y establecieron su dominio, su ley y su cultura sobre la inmensidad de América.
En estos rincones perdidos del mundo llegaron y se establecieron por 1516. Si consideramos que la independencia ocurrió en 1816, tenemos trescientos años contra ciento ochenta y nueve de vida independiente. Y si -como yo creo- consideramos a la Argentina como tal recién desde la sanción de la constitución, son trescientos años contra apenas 152 de vida nacional. A pesar de que la inmigración nos forjó tal cual somos, mantenemos en esencia aquel origen. Somos algo así como españoles genéticamente modificados. Y deberíamos estar orgullosos de serlo, a la vez que deberíamos estar orgullosos -como es mi caso- de nuestra herencia italiana. O turca, o judía, o serbia, o la que sea. Porque eso somos.
Pero sin embargo, en un país que prefiere imaginar que es lo que no es, y pensar en un mundo que no existe, olvidamos cómo nos hicimos, y preferimos la utopía regresiva. (Link vía Víctor)