N ° 14/2005 - Año 6º
Buenos Aires, septiembre 27 de 2005.-
A esta altura de los acontecimientos y en el terreno de las hipótesis hago el siguiente planteo: ¿existen los desaparecidos?
El Presidente dijo que los hallazgos eran inminentes, los arqueólogos dijeron que aunque los restos fueran removidos siempre quedarían rastros que permitirían la identificación, los testigos concordaron con los sitios de enterramiento, los militares señalaron esos sitios, pero los restos no aparecen.
Los “vuelos de la muerte” fueron dos, los aviones tenían capacidad para 35 o 40 personas y resulta que hay 62 vivas.
Se habla de USD 10 millones de dólares, pero los militares que se los habrían quedado viven de sus retiros sin opulencias, además expuestos a represalias de todo tipo. Pregunto: ¿con todo ese dinero no podrían haber “desaparecido” con identidades falsas y vivir cómodamente en otro sitio?
Se habla de secuestros, extorsiones, trafico de bebés, de armas etc. cometidos por ex guerrilleros y militares en Uruguay, Argentina, Chile, Paraguay en fin; operaciones mafiosas de autores tan variados como indefinidos; se habla de herencias que sin restos no pueden ejecutarse, el oro de los Mailhos, asesinatos políticos, asesinatos mafiosos, venganzas, cuadros que se ponen, cuadros que se sacan. Allende ¿se suicidó o lo ejecutó un guardaespaldas porque iba a rendirse? Se dice, se dice, se dice. Todo un cóctel de verdades a medias, mentiras lisas y llanas, dinero sucio, comercio ilícito, muertos de un lado y otro, testigos que vieron no sabemos bien qué y la eterna manija paralizante que resucita permanentemente fantasmas que quieren irse pero no los dejan y esto sí que da miedo pues de tanto llamarlos finalmente van a volver por sus fueros y entonces a llorar al cuartito.
Por lo tanto se puede dudar de todo porque los intereses en juego son muchos y muy variados, en lo personal ya no les creo, y aún si apareciera algo vaya a saber quién es o quiénes son y el motivo por el que llegaron allí.
Sergio da Silveira