Artículo de "Argentina Days" - Propietario y Director: Santiago Manuel Lozano

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N ° 13/2005 - Año 6º

Buenos Aires, septiembre 08 de 2005.-

KATRINA, LA CATÁSTROFE,

LOS HECHOS, LOS ERRORES Y LAS MENTIRAS

Mientras se continuaban evacuando ciudadanos de New Orleáns la izquierda comenzó un nuevo ataque al gobierno republicano de los EE.UU. que encabeza George W. Bush. A ellos no les importan ni las víctimas, ni los rescates, ni las soluciones solo buscan demoler uno de los líderes del capitalismo moderno.

Para ello se distorsionan u olvidan los hechos, como que las víctimas en new Orleáns y la destrucción de la ciudad fueron causadas un día más tarde cuando se cayeron tres partes de sus diques defensivos.

La primera cuestión que ahora buscan establecer es la mentira que el huracán Katrina sucedió por el calentamiento global y que los EE.UU. pagan las consecuencias de su no adhesión al tratado. Por si algún desprevenido lo ignora el rechazo del tratado en el Senado de los EE.UU. fue votado 95 a 0, si noventa y cinco a cero, de donde aún si tuvieran razón echar esta culpa sobre los hombros de un partido o de George W. Bush es un exceso malicioso.

Hay que aclarar que aunque se ha establecido en los medios de opinión publicada que existe un calentamiento global ello no ha sido probado científicamente. En otras palabras se habla de ello por cuestiones ideológicas o intereses económicos personales.

De aplicarse a rajatabla la totalidad del tratado de Kyoto en todo el mundo con suerte solo se podría disminuir el supuesto calentamiento del planeta algo así como 0,07º C para el año 2050, según los estudios del climatólogo Tom Wigley. Con Kyoto o sin Kyoto si el calentamiento fuera la causa de la violencia de Katrina nada tiene de responsabilidad la administración de George W. Bush.

Por el contrario hace pocos meses Christopher Landsea, uno de los mayores expertos en huracanes del mundo renunció a la comisión investigadora de la ONU (IPCC) sobre la relación entre el “calentamiento global” y un “incremento de violencia en huracanes” porque expreso que los informes eran manejados políticamente y con el objetivo de conseguir más dinero para esas investigaciones cuando lo cierto es que los huracanes en promedio habían disminuido su intensidad de vientos en los últimos 30 años.

Los huracanes de fuerza 4 y 5 existen de mucho antes que se inventara el mito del supuesto calentamiento global. Como el de Galveston en 1900. Y aunque pese mucho a nuestras ganas de vivir seguros seguirán ocurriendo

La razón por la cual los políticos tercermundistas y la izquierda, junto a los climatólogos alientan esta mentira es la misma de siempre. Conseguir más dinero de los contribuyentes para seguir pasando una vida de lujo. Dicho de otra forma si los climatólogos no adhieren a esa falacia vuelven a ser una “ciencia” considerada pobre. Ellos necesitan alentar el temor porque consiguen más dinero.

Para quienes crean que es un exceso, los ecologistas y la ONU impulsan un gasto de U$ 4.000 millones anuales para investigar el calentamiento global. ¿Quién de ellos se animaría a decir que no es importante para perder ese presupuesto?

Los políticos de la ONU ya sabemos que lo hacen por las mismas razones, y para seguir disfrutando conferencias en hoteles cinco estrellas, viajes en primera, etc. Gran parte del periodismo o es ignorante de los hechos, o prefiere tomar como dogma esas falacias sin molestarse en estudiar, o peor aun lo hace por una posición ideológica.

Antes negaron los gulags y el genocidio que el comunismo causo durante 80 años, ¿qué cuesta entonces sostener esta mentira menos grave?

Y de todas formas el Protocolo de Kyoto aun si fuera acertado no hubiera cambiado nada en un año para evitar el Katrina

Después viene la feroz crítica política que desconoce los hechos y no menos grave el sistema constitucional federal de los EE.UU.

Por caso en el año 2003 ante la inundación de Santa Fe nadie acuso al Presidente Kirchner por lo que no se hizo, o se hizo tarde sino al ex gobernador Carlos Reutemann. Pero en el caso del Katrina la prensa izquierdista de inmediato se puso a intentar tomar revancha de la derrota electoral que el pueblo norteamericano le propino al reelegir a George W. Bush. Allá y acá, en todo el mundo el prácticamente George W. Bush intenta ser convertido el culpable de toda acción que otro piensa debió ser hecha y no se hizo. Tampoco importa si eso se corresponde con los hechos, ni con las necesidades y posibilidades.

Vayamos por partes porque llamamos catástrofes a aquellas que por su fuerza causan un daño mucho mayor al previsible o prevenible a un costo razonable. Además no todos somos expertos en resolver esas catástrofes y justamente es en esas circunstancias cuando los recursos son insuficientes, sino no sería una catástrofe. Y además las catástrofes existen aunque los medios de prensa quieran pensar que se pueden evitar. Vivir tiene riesgos, así es y no hay vuelta que darle.

Vayamos a los “hechos” del Katrina.

El sistema constitucional y federal de los EE.UU. establece claramente que la responsabilidad de administrar una ciudad es de su alcalde, ello incluye las obras públicas, crear sus planes para atender emergencias, la decisión de evacuarla inclusive y en caso de un hecho natural catastrófico el pedir el auxilio de su gobernador. El gobernador es la segunda línea de autoridad que debe actuar apoyando a un alcalde.

El presidente de los EE.UU., el gobierno federal solo puede actuar en última instancia y en apoyo del plan del alcalde y del gobernador.

En el caso de New Orleáns el plan del alcalde era inadecuado, el gobierno del estado no tenía ninguno específico y por lo tanto cuando se produjo el derrumbe de los diques (y eso fue un día después del Katrina) el gobierno federal, es decir George W. Bush primero debió crear un plan, establecerlo y recién después pudo actuar. Esa falta de plan es culpa exclusiva del alcalde New Orleáns y de la gobernadora de Louisiana.

Una demostración de la ineptitud de esos dos funcionarios queda expuesta en su reclamo para que enviaran autobuses para evacuar la ciudad mientras una fotografía aérea de la inundación muestra a cientos de ellos (los conocidos autobuses escolares amarillos) estacionados bajo el agua en la misma ciudad. ¿Por qué estaban ahí expuestos a ser dañados y quedar inutilizables, eso fue culpa del alcalde Nagin o de Bush?

La primera iniciativa de evacuar New Orleáns cuando el Katrina pasaba de la categoría de fuerza 1 a 4 partió de…………. George W. Bush, así lo reconoció la propia gobernadora de Louisiana Kathleen Blanco quien el 28 de agosto (un día antes que el Katrina llegara a New Orleáns) dijo que había recibido una llamada del Presidente Bush urgiéndola a ordenar en forma obligatoria la evacuación de la ciudad y la costa.

Dicho de otra forma la gobernadora Blanco expresaba claramente que no era Bush quien podía ordenar esa evacuación sino ella y el alcalde Nagin en la ciudad específicamente, y    que mientras ellos no tomaban esa decisión el difamado George W. Bush le pedía que lo hiciera de inmediato.

De haberle hecho caso la gobernadora Blanco a George W. Bush se habrían evitado miles de muertes, pero aun así se pretende culparlo por la no evacuación.

El alcalde Nagin ordeno la evacuación tarde y a quienes no tenían medios de transporte tampoco les facilito el servicio de autobuses escolares que tenía disponibles. Los dejo estacionados en un lugar inundable. Todo cuanto hizo fue alentar a más de 30.000 a refugiarse en el Superdome donde no envío fuerzas policiales y sanitarias para resguardar el orden. ¿De quien fue culpa esto, del alcalde Nagin o de Bush?

Ahora se sabe que ocurrieron muchos delitos violentos como violaciones, degüellos, saqueos, etc. Un informe expresa que muchos se debieron a la violenta reacción que produce el síndrome de abstinencia de los drogadictos. ¿Quien no previó este peligro al enviar a esa muchedumbre al Superdome, el alcalde Nagin o George W. Bush?

Varios días de ya ocurrida la inundación se sabe que un 15% (quince por ciento) de los 1.500 policías de la ciudad de New Orleáns desertaron ante el desastre. Mientras tanto el alcalde Nagin pedía facilidades para alojar a los policías en hoteles de…………. Las Vegas porque sufrían un alto stress. Nagin manda a sus policías de vacaciones a la capital mundial de juego mientras en la ciudad se establecía la anarquía y miles de sus ciudadanos continuaban atrapados yací por su impericia. Los medios de prensa mientras tanto acusan del desorden a George W. Bush.

La culpa de tener un policía corrompida y desmoralizada es de gobernantes como Nagin y la gobernadora Kathleen Blanco, y sino miremos el incansable sacrificio y entrega de las fuerzas de bomberos y policía en New York dirigidos por Rudolph Giuliani y el gobernador George Patakis. Ninguno de estos últimos luego del ataque terrorista del 11 de septiembre se puso ante los micrófonos a culpar al gobierno federal porque no enviaba la Guardia Nacional o el cuerpo de ingenieros del Ejército y la Armada.

Los bomberos y policías de New York tenían un entrenamiento de primera calidad, su moral intacta y un liderazgo político republicano, conservador.

En New Orleáns y Louisiana, el liderazgo de Nagin y Blanco es demócrata, progresista y políticamente correcto. El resultado es que no tenían un plan de emergencia para dos eventos al menos previsibles, como es un huracán de fuerza 4 o 5, y la ruptura de los diques de protección de la ciudad. En este caso desertaron muchos policías y bomberos, otros se desmoralizaron de inmediato, y tanto Nagin como la gobernadora Blanco dedican su tiempo a echar culpas sobre hombros ajenos sin tomar las medidas que se hacen imprescindibles.

No podían faltar otras clásicas acusaciones izquierdistas, que las tropas de la Guardia Nacional y sus helicópteros no estaban disponibles por la guerra de liberación de Irak, que el gobierno de Bush había demorado la ayuda porque se trata de pobres y negros.

Para quienes desconocen que es la Guardia Nacional señalemos que es un cuerpo militar destinado a la defensa nacional, no a reparar catástrofes. Además la Guardia Nacional depende dentro del territorio de su estado del gobernador local y solo cuando es desplazada al exterior queda bajo el mando del Pentágono, es decir el Ejército de los EE.UU. En el caso de Louisiana los efectivos de la Guardia Nacional alcanzan a 30.000 efectivos de los cuales solo 3.000 están prestando servicio activo en el exterior. Es decir que la gobernadora Blanco tenía a disposición nada menos que 27.000 hombres de la Guardia Nacional.

¿Son esos 3.000 hombres de la Guardia Nacional sirviendo en el exterior el problema?

En cuanto al resto de las FF.AA. de los EE.UU. el 74,2% está basado en el propio territorio, pero por sus leyes es una fuerza militar defensiva, no una agencia de socorro y cuando actúa como tal se requiere un proceso de solicitud de los gobiernos locales.

Louisiana y New Orleáns han estado desfinanciando las obras de defensa civil contra huracanes por muchos años, y eso es responsabilidad de sus alcaldes y gobernadores. Como también el desarrollo de la ciudad en una depresión entre un río y un lago.

Vivir en New Orleáns es exponerse a una catástrofe y eso es así desde que en 1718 cuando Jean Baptiste Le Moyne, Sieur de Bienville la fundo. Ya entonces se señalo que era una “locura” establecer una ciudad entre un río y un pantano.

En cuanto al argumento que se trata de negros y pobres, una vez más volvamos a los cientos de autobuses escolares estacionados para quedar sumergidos bajo el agua que los “progresistas y sensibles” Nagin y Blanco no utilizaron para evacuarlos. O pensemos en la demora en dar la orden cuando hasta el Presidente de su país se los aconsejaba e imploraba desde antes que llegara el huracán. Pensemos también en la inmediata reacción y contribución de las organizaciones caritativas, empresas y de familias en otros estados, de contribuyentes de los estados vecinos, que ponen su dinero (no el ajeno, sino el propio), que reciben familias evacuadas para alojarlas por bastante tiempo. Todos ellos reaccionan sin preguntar ni el color de la piel, ni la condición social de los evacuados.

Los cuatro condados suburbanos de New Orleáns, y los tres de Mississipi, todos costeros que fueron destruidos por el Katrina tienen una población blanca que va del 69,8 al 90,2%. Esto demuestra también la falsedad de este argumento. Y más grave aún expone la hipocresía e inmoralidad de quienes en medio de semejante catástrofe en lugar de ocuparse caritativamente de ayudar promueven odios raciales.

El diario USA Today para justificar que la amplia mayoría de delitos y saqueos han sido cometidos por negros apela a señalar que eso solo obedece a que es la mayoría de los ciudadanos de New Orleáns. La diferencia está en el ambiente y las instituciones donde viven y se desarrollan las personas. Eso genera conductas y una cultura, por eso mientras algunos ponían manos a la obra para reconstruir y ayudar a sus prójimos, los que están cerca, otros se dedicaron a delinquir. La diferencia es moral, no de color.

Y en cuanto a la no evacuación de muchos que no son pobres, muchos de quienes murieron más tarde por la inundación al romperse los diques, una vez más es la falta de claridad en el gobierno la causa de ello, el querer negar las verdades y la realidad que tienen los progresistas como el alcalde Nagin y la gobernadora Blanco.

En Florida, pero también en Alabama y Mississipi cuando se ordena la evacuación de regiones ante el peligro de un huracán se establece la ley marcial. De esa forma quienes evacuan saben que sus casas, comercios, oficinas no será saqueadas.

Luego del huracán George en 1998 que había causado enormes daños a New Orleáns se organizó un plan de evacuación, y de hecho el 80% de la población abandono la ciudad. La catástrofe sucedió cuando los diques se rompieron un día después de pasar el Katrina.

Hace solo un año cuando el huracán de Fuerza 4 Charley golpeo la Florida solo ocasionó 20 muertos. Pueden decirse muchas cosas, pero está claro que la preparación de buenos planes de emergencia, evacuación y liderazgo correctos salvan vidas. Pero la prensa prefiere evitar esta comparación porque el gobernador de la Florida es nada menos que otro republicano y para mayor horror es Jeb Bush, el hermano de George W.

El gobernador de Mississipi Haley Barbour inclusive cuando tuvo un micrófono, una cámara de TV ante él recordó que la policía tiene orden de tirar a matar ante cualquier saqueo.

En New Orleáns y Louisiana está claro que muchos habitantes entendieron que de evacuar sus propiedades ellas serían saqueadas, que la policía es una fuerza corrompida e insuficiente, pero sobre todo no tiene el liderazgo para conducir y reprimir el vandalismo y saqueo de los delincuentes.

Alabama y Mississipi son estados también pobres, vecinos de Louisiana y sufrieron el paso del Katrina con inmensas pérdidas materiales. Políticamente son semifeudales los tres estados. Pero en Louisiana hay un gobierno demócrata, progresista, mientras en Alabama y Mississipi los gobiernos son republicanos.

Las buenas ideas, los valores morales y el liderazgo político adecuado a ellas tienen buenas consecuencias, las malas ideas malas. Y no se trata solo de las ideas correctas, sino del valor moral de hacerse cargo de ejercer el poder, como establecer la ley marcial y dar la orden de tirar a matar para resguardar el derecho de propiedad de todos y cada uno.

Todo esto no quiere decir que el gobierno de George W. Bush haya hecho todo bien, hay errores seguramente como en toda empresa humana, y mucho más cuando se trabaja sin tener saber todo. Pero aún con sus fallas lo cierto es que Katrina no ha sido causada ni por el calentamiento global, ni se hubiera evitado con el protocolo de Kyoto, ni las víctimas fueron causadas por la inacción del gobierno federal.

Misceláneas de los huracanes

Hay quienes sostienen que este huracán ha sido catastrófico por el abuso de las nuevas tecnologías, por la concentración de la riqueza que producen los EE.UU. Esta también es una mentira desmentida por los hechos, por ejemplo en 1998 el huracán Mitch al golpear Centroamérica que carece de sistemas de alerta temprana y de organización de evacuación, sistemas de ingeniería modernos sufrió más de 10.000 muertes. El huracán Mitch bueno es recordar tenía categoría 1.

Hace solo un año el huracán de fuerza 4, Charley, en la Florida solo mató 4 personas.

Si comparamos el huracán que en el año 1.900 arrasó la isla de Galveston en los mismos EE.UU. y también de categoría 4 vemos que causó 6.000 muertos. Consideremos el aumento de población y Katrina a pesar de su negra estela causó menos muertes que aquel huracán. Eso sí en Galveston la experiencia enseño que construir buenas defensas ante huracanes de categoría 4 era razonable y nunca jamás volvió a sufrir una devastación como la de 1.900.

Las tecnología permitió saber que el huracán Katrina luego de superar Florida con categoría 1 gano intensidad y llego a la categoría 5 lo que motivó a que muchos decidieran que sí debían evacuar New Orleáns y la franja costera. La tecnología y las inversiones preventivas del gobierno de los EE.UU. (y estas vienen de mucho antes que George W. Bush) hayan permitido saber y decidir gracias a esa información.

Los “verdes, indigenistas y otros imbéciles” se llenan la boca contra las modernas tecnologías pero hasta donde veo ellas salvan vidas. Y a quienes atacan la riqueza está claro que con ella se puede pagar esa tecnología y salvar vidas, mientras la pobreza mata aún en huracanes de categoría 1.

No puedo omitir un párrafo a los genocidas de Al Qaeda que de inmediato quisieron asociar al huracán Katrina y los daños a una decisión divina para castigar a los “infieles”, que para ellos somos todos los cristianos, no solo los norteamericanos. Porque si esa fuera la interpretación de un huracán cabe recordar que el sucedido en 1970 en Bangladesh (de población musulmana) mató a una cifra jamás determinada de entre 300.000 y 1.000.000 de habitantes.

El odio de los fundamentalistas musulmanes los lleva a este tipo de afirmaciones falaces. En el peor de los casos Alá anda mucho más enojado con ellos y desde 35 antes.

 

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