N ° 13/2005 - Año 6º
Buenos Aires, septiembre 08 de 2005.-
Hace ya muchos años que cada vez que se habla de la emisión de un nuevo sistema de documento nacional de identidad (DNI) se escriben algunos ríos de tinta acerca de las supuestas presiones y direccionamientos de los pliegos. Como corresponde a los años K la prensa progre ahora calla sobre todo lo que desnude y exponga la corrupción del gobierno nacional. La otra prensa calla muchas veces por intereses dinerarios o la desembozada presión del gobierno a las empresas para cortar anuncios y así los ríos de tinta quedaron en pobres arroyos de llanura en la estación seca.
Pero hay ejemplos de periodistas capaces, informados y no han vendido su lapicera, ni su teclado al Jefe de Gabinete Alberto Fernández, me refiero a Carlos Pagni de Ámbito Financiero. Hace unos días nos enteramos por ese diario, lo que ningún otro periodista parece haber registrado, que en el borrador de los pliegos para la nueva licitación de los DNI el Ministerio del Interior –el mismo que tiene a su cargo la seguridad interior- introdujo como ejemplo de modelo del DNI una foto que fue extraída de la base de datos de emisión de pasaportes.
Es una intimidación abierta a un periodista que en cualquier democracia, mucho más en una república hubiera causado la expulsión, ni siquiera renuncia, de un ministro, más si se trata de quien debería cuidar la seguridad interior y permite que en su ministerio se viole la intimidad de un argentino (imaginemos que pueden hacer con los demás argentinos si a esto se animan con un periodista).
No solo las excusas del Ministro Aníbal Fernández son burdas, sino el silencio del resto del gobierno y peor aún el silencio de la oposición. Solo voces aisladas en radios y canales de cable alguna mención de solidaridad a Carlos Pagni, de mi parte una condena al dictador Néstor Kirchner, a su Jefe de Gabinete, Alberto Fernández y por supuesto al Ministro del Interior Aníbal Fernández. Lamentablemente no espero ninguna renuncia, ni siquiera algún pedido de juicio político por la oposición. Esta dictadura se va cerrando sobre nosotros con el silencio cómplice de quienes se dicen oposición, de muchos que se dicen periodistas. Estos dos grupos sociales están entregando nuestra libertad.