N ° 12/2005 - Año 6º
Buenos Aires, agosto 24 de 2005.-
De tanto escuchar a nuestro dictador y a la zarina denostar el ciertamente nefasto modelo económico bonaerense una pregunta inevitable viene a la cabeza ¿Y en Santa Cruz en 12 años de gobierno kirchnerista cuanto se hizo por el desarrollo económico de la provincia?
Seguramente si Kirchner pudo tener más de U$ 1.000 millones de la Provincia depositados en cuentas de banca privada de paraísos fiscales no debe haber sido para fomentar la riqueza de los niños y empresarios suizos, sino porque en Santa Cruz se levantaron fábricas, de desarrollaron centros de investigación científica aplicada, educación técnica y muchas obras más.
Mucho más pensé en ello cuando toda la prensa gubernista, o de aceitada conciencia que sin pudor se la paso repitiendo que solo regresan unos U$ 500 millones porque los otros más de U$ 600 fueron invertidos en el desarrollo provincial.
El aeropuerto de El Calafate fue construido con dinero del estado nacional en el años 1995 nada menos de la presidencia de Carlos Menem. Dicha obra no debe ser parte del desarrollo inmobiliario de Kristina. En el año 1995 se giraron dos ATN (Ayuda del Tesoro Nacional) para construir dicho aeropuerto, el monto de U$ 10 millones para construir ese aeropuerto.
Lo que sí hizo Kirchner fue el “milagro” de construir el aeropuerto de El Calafate por segunda vez. Años después adjudico una licitación a London Supply que fue tan transparente que entre la venta de los pliegos y la presentación de ofertas hubo solo 20 días corridos de plazo. El costo del aeropuerto, en realidad otra pista triplico al aeropuerto de Merlo en San Luis. Construido un año después y que además tiene construcción antisísmica.
La modernización de la terminal del aeropuerto de Río Gallegos, con la instalación de una manga que protege a los pasajeros es obra del concesionario privado de los años de Menem. Entonces tampoco en esto Kirchner gasto el dinero provincial.
La cementera en Pico Truncado era un proyecto del anterior gobernador, Arturo Puricelli. Para 1998 cuando Argentina tenía un PBI que duplica el actual y mayor actividad económica la industria del cemento tenía el 50% de su capacidad productiva ociosa. En otras palabras se estaba financiando una obra innecesaria y que no genera desarrollo.
Me vinieron a la memoria las obras de desarrollo de los años ochenta del entonces gobernador de Córdoba, el radical Eduardo Angeloz, encabezabas dos obras emblemáticas. El Polo Informático de Sinsacate y la fábrica de motos de Honda. Ningún cordobés vio más que los anuncios de ellas.
Resulta que la cementera de Pico Truncado es como las obras de Angeloz. No existe, es una “no cementera”, o como ya empezamos a saberlo de Enarsa una “no empresa”. Es un paquete de anuncios grandiosos y un directorio para asegurar unos cuantos sueldos altos a los amigos del dictador, sin olvidar las futuras jubilaciones de privilegio.
¿Cuanto tarda en construirse una cementera, siete años no alcanzan? Hasta los faraones egipcios con maquinarias actuales y tanto dinero hubieran terminado varias pirámides en ese tiempo. El inefable Pingüitero solo muestra teatralmente sus manos, nunca una obra terminada.
Seguramente ni Néstor, ni Kristina Kirchner quieren recordar que en 1998 –y ya era la tercera vez-, el 21 de octubre para ser más precisos se abrió y adjudico a la “única oferta” que fue de Petroquímica Comodoro Rivadavia a quien el gobierno de Santa Cruz le ofreció financiación por el 35% de los U$ 62.000.000 a diez años con dos de gracia.
Lo bueno del caso es que aún no existe la cementera y ya pasaron los dos años de gracia y más la mitad del plazo para devolver el crédito, que por cierto eran unos modestos U$ 21,7 millones. Otra vez las cuentas del dictador no cierran y sus manos parecen bastante menos limpias que las de su teatralización del “no retorno” del dinero desaparecido.
Como Santa Cruz es una provincia petrolífera supuse que 10 años son más que suficientes para construir una destilería destinada a producir fuel oil, gas oil y JP 2 (nafta de aviación), pero algo debo estar errando porque tenemos que traer el fuel oil triangulado por Pedevesa. No, eso tampoco está. La famosa promesa de 1995 que se construiría la destilería en Puerto Loyola fue solo otra promesa preelectoral. Es casi peor que Enarsa.
En 1998 la destilería se construiría en el puerto de Caleta Paula.l 22 de octubre de ese año se abrieron las ofertas pero tampoco existen rastros de esa destilería.
A esta altura queridos lectores podrán hacer paralelos con la costosa y derrochadora campaña de anuncios que hace el dictador para cada lugar que visita. Si las obras están algun día en el futuro, o los anuncios se repetirán en el 2007 es parte del futuro. Lo que es parte del pasado y del hoy son las no obras en santa Cruz mientras sus dineros enriquecían sociedades del primer mundo y aún hoy lo hacen. Ya que a pesar de la teatral orden de repatriarlos aun siguen en cuentas secretas.
Era de suponer que al menos el lavadero de lanas –que llegaron a poblar la Patagonia de la mano del modelo conservador y liberal de la generación del 80- se hubiera construido y desarrollado un polo de industria textil. Tampoco eso existe.
¿Habrá Kirchner creado escuelas técnicas, algun polo de desarrollo de investigación científica, tecnológica, una incubadora de software......................? No, tampoco algo así.
¿Y en que invirtió sus dineros personales? En adquirir casas de personas en dificultades financieras para alquilarlas. Ni en lo personal ha sido capaz de desarrollar una empresa.
Claro que desarrollar industrias, progreso al menos necesitaría energía eléctrica y para eso desde 1988 los demás argentinos pagamos un impuesto del 6 por mil sobre nuestros consumos eléctricos para que la provincia construyera las líneas de interconexión. Los doce años de gobierno de Kirchner solo han visto comprar con un elevado sobreprecio una vieja usina soviética a una empresa hoy quebrada. El resultado de esa compra es que actulamente la ciudad de Río Gallegos raciona la energía eléctrica que provee la empresa estatal de la provincia.
El petróleo, la pesca como los paisajes turísticos son obra de Dios, los Kirchner no hicieron nada por ellos. Las políticas que desarrollaron esas industrias en nuestra Patagonia se deben a las transformaciones del gobierno de Carlos Menem que atrajeron inversiones millonarias en la infraestructura. Lo que en todo caso es claro que Kirchner en doce años de gobierno provincial solo acumulo un sistema feudal sustentado en el clientelismo, la pobreza y la dependencia del poderoso de turno. Ninguna industria, ninguna actividad que no fuera debida a los recursos que Dios puso en esas tierras existe.
Si algo es viejo y fracasado, repudiable por feudal e inmoral es el modelo de desarrollo K.