N ° 10/2005 - Año 6º
Buenos Aires, julio 15 de 2005.-
Por muchos recitales de rock que hagan los artistas para reclamar más ayuda del G8, es decir de los contribuyentes de los países más productivos y desarrollados por ello, al África nada ha de cambiar para bien en ese continente.
Desde el proceso de descolonización de África sus dictadores han endeudado a esos países, solo para enriquecerse personalmente junto a sus camarillas.
Nunca los países africanos a los cuales el G8 les condonó la deuda pagaron un centavo de ella, ni de sus intereses.
En otras palabras todo el dinero de esas deudas se lo consumieron, quemaron o mandaron a cuentas personales de las camarillas dictatoriales.
Y también si jamás pagaron ni un centavo de la deuda está claro que su pobreza no es fruto de la deuda externa.
Se termino el mito, está comprobado que no es la deuda la causa de la pobreza.
Perdonarles la deuda a esos países en realidad es una inmoralidad por varias causas. La primera es que es dinero ajeno, de los contribuyentes de esos países que pagan impuestos para tener sus servicios y por “progresismo” se supone se prestó para el desarrollo de África y ahora tanto los contribuyentes del primer mundo dejaran de recibir su devolución, como los propios pueblos de África verán consolidarse a los dictadores que son los culpables de su miseria.
Los inefables imbéciles roqueros y autores de esta movida cantarán muy bien, pero ciertamente no entienden nada acerca de las causas de la riqueza, ni menos de la pobreza. Mejor que sigan dedicados a los suyo y no a promover el robo del dinero de sus clientes, que son los contribuyentes de los países del G8.
Además en su inmoral reclamo a los jefes de estado del G8 parecen aceptar que la riqueza de esos pueblos provendría de alguna forma de expoliación del África lo cual es falso. La riqueza de los países del G8, es la riqueza que proviene de la productividad y esfuerzos de sus pueblos y empresarios. Nada hay que hayan robado al África, nada hay que provenga de un saqueo.
Algunos de esos países como los EE.UU. y Canadá por ejemplo eran desiertos pobres hace menos de 200 años.
Con sinceridad y objetividad el proceso de empobrecimiento de África se agudizó al independizarse, no solo ha sido una decadencia económica la que sufrieron, sino los más diversos intentos de genocidios de una tribu por otra, evitados la mayor parte de las veces por la intervención armada de las fuerzas armadas de las ex naciones colonialistas.
Para ayudar de verdad al África más que perdonarle la deuda, duplicar la ayuda económica y humanitaria hay que liberarla de sus dictadores. De nada sirve duplicar la ayuda, es quemar más dinero y por el contrario el resultado será sostener a los dictadores que causan la miseria de los pueblos. Volver a establecer regímenes coloniales no resulta aceptable para los pueblos de las democracias del G8, de donde lo peor que se puede hacer es seguir quemando dinero en préstamos a dictadores que solo han matado y empobrecido a sus pueblos.
Al menos esta nueva condonación de decenas de miles de millones de dólares de la deuda de los países africanos prueba que la deuda no es la causa de la pobreza.
Duplicar la ayuda es otra estupidez y peor aún, reitero, es consolidar a los dictadores que empobrecen África desde su descolonización. Y no se trata de la explotación capitalista de los países del G8 como ha sostenido gran parte de los periodistas, economistas, pensadores marxistas leninistas, ¿sino que expliquen porque Angola y Etiopía siguen en la miseria a pesar de haber sido satélites (los caraduras no los llamaban colonias) de la Unión Soviética y la Cuba de Fidel Castro?
Desde los años 60 África ha recibido la ayuda equivalente a 5 planes Marshall con los cuales se reconstruyo la Europa arrasada por la Segunda Guerra Mundial, ¿no han ayudado bastante ya los contribuyentes de los países del G8? ¿Cuál ha sido el resultado de tanta ayuda? ¿Porqué duplicar esa ayuda a los mismos sistemas socialistas y autoritarios ahora tendría resultados distintos?
Ya está, han logrado mediante la extorsión no pagarla. No hicieron como los dictadores argentinos que se burlaron de los contratos, apelaron a la caridad que los jefes de estado pueden hacer con el dinero ajeno (él de sus contribuyentes) pero están igual de pobres que cuando les prestaron el dinero. ¿Entonces el problema era la deuda o son sus dictadores izquierdistas?
Cada uno de quienes ha promovido este perdón de la deuda de los estados africanos ha promovido estafar a sus conciudadanos, se han hecho los buenos con el dinero que aportaron otros, y que también promueven paguen otros, pero como todo ello se hace sin condicionarlo a los cambios necesarios es quemar dinero ajeno otra vez.