N ° 09/2005 - Año 6º
Buenos Aires, junio 30 de 2005.-
Si matar al general chileno Carlos Prats ha sido un delito de lesa humanidad ¿Porqué matar a los miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad Argentinas no?
¿Qué clase jueces y políticos tenemos que son tan hipócritas de aplicar ese doble estándar moral sin ruborizarse?
¿O los argentinos si fueron miembros de nuestras fuerzas armadas y de seguridad no son humanos, no tienen derechos?
¿O los comunistas no causaron un genocidio varias veces mayor al de los nazis?
Siento vergüenza de una Korte Suprema que condena como delito de lesa humanidad el asesinato de un general chileno, por el caso de Carlos Prats, mientras matar miembros de las Fuerzas Armadas argentinas y de seguridad, funcionarios, políticos, sindicalistas y empresarios argentinos para someternos a la revolución socialista que causo mas de 120 millones de víctimas en todo el mundo resultaría ser un acto de rebeldía juvenil.
Siento vergüenza de un Kongreso y una Korte que con cobardía se han sometido al dictador Néstor Kirchner y han destruido la república, la división de poderes y las garantías constitucionales.
Siento vergüenza de los falsos moralistas y periodistas que mienten cada día al repetir y dejar repetir la cifra de treinta mil desaparecidos del Proceso cuando la misma Conadep sitúa el total de los muertos de aquella guerra civil incluyendo los años democráticos en menos de 15% de esa cifra. Porque desde esa mentira se crea el resto de la falsa historia donde lo terroristas de ayer son convertidos en rebeldes contra una dictadura.
Porque, ¿Cuando murieron por ejemplo José Ignacio Rucci, Arturo Mor Roig, Argentino del Valle Larrabure y tantos más? Cuando se intento tomar por ejemplo los regimientos de Infantería de Formosa, Viejobueno, Azul, etc.? Que gobierno teníamos en esos años que justificara esa guerrilla procomunista?
El gobierno constitucional que presidieron Juan D. Perón e Isabel Perón. El mismo que declaro ilegales a las organizaciones terroristas ERP, Montoneros y FAR, el mismo que ordeno la aniquilación de ellas y convirtió al territorio nacional en “teatro operacional de las FFAA”.
El fallo de la Korte es además otro acto de encubrimiento de la “clase política”. ¿Porqué los crímenes de la Triple A y los terroristas son buenos, no son de lesa humanidad y los que sucedieron desde el 23 de marzo del 76 lo son?
¿Por qué hablan entonces de represión ilegal cuando está claro que las órdenes de aniquilamiento de los terroristas pro comunistas fueron dadas por decreto del gobierno constitucional que encabezaba el Partido Justicialista? Y esas órdenes fueron dadas con clara conciencia de las metodologías que habrían de utilizarse según consta en diarios, discursos, y demás documentos de los años 73 a 76.
Si las leyes de Punto Final y Obediencia Debida fueran de impunidad e inconstitucionales sus autores han encubierto delitos de lesa humanidad y por lo tanto deberían ser enjuiciados por ello. Lo que empezaría por el viejo amigo del general Albano Harguindeguy, Raúl Ricardo Alfonsín, el mismo que se ofreció en 1977 para ser la cara civil del Proceso y organizar la salida institucional.
Pero claro que eso no ha de hacerse, la moral, la lógica y la coherencia del régimen termina donde empieza la clase política progresista. Los únicos que pueden haber fundido el país, saqueado las cajas jubilatorias, robarse el 75% de los ahorros jubilatorios, destruir contratos, y atropellar las garantías constitucionales del debido proceso, de legalidad, etc. con absoluta impunidad. Y todo lo hacen en nombre de la Constitución Nacional que violan a cada paso, en esos mismos actos.
Esos que hoy se quieren presentar como jóvenes idealistas y según la orwelliana versión del ministro de la Verdad, Horacio Rosatti como resistiendo una dictadura fueron por el contrario quienes la causaron. Ellos mismos han reconocido que su plan era derribar al gobierno constitucional de Isabel Perón para legitimar su lucha en favor del totalitarismo.
Para los años 70 solo los ciegos, cobardes o cómplices del genocidio bolchevique podían dar a la "revolución socialista, leáse comunista" el carácter de un ideal de justicia y liberación. En cada nación donde impusieron sus regímenes solo hubo baños de sangre. Mantener esta mentira 30 años más tarde es un acto orwelliano para justificar hoy los abusos de poder del diktador.
Ahora sabemos que para este gobierno que traiciona hasta la historia de su propio partido, y su Korte de adiktos funcionarios (de jueces poco parecen tener) matar a un oficial del Ejército Chileno es delito de lesa humanidad y haber programado y ejecutado el asesinato de los miembros de las Fuerzas Armadas Argentinas es un acto de idealismo juvenil.
No todos los argentinos pensamos así, ni sentimos eso. Solo quienes sirvieron a estados extranjeros en nombre del internacionalismo socialista y soviético, del castrismo pueden actuar con esa falsa moral. O quienes en su cobardía personal pretenden hacernos olvidar de su pasado, como de hecho vemos con algunos de estos cortesanos. Como Zaffaroni y Highton de Nolazco también supieron ser jueces del Proceso. ¿Porqué ellos no fueron parte de ese régimen? Son lo que podríamos llamar jueces "todo terreno, todo dictador"
En los últimos 4 años destruyeron los contratos privados, el derecho de propiedad, y la república constitucional, ahora han dado un paso más al destruir el pacto de convivencia y pacificación que son los derechos y garantías constitucionales. Este paso nos lleva a la destrucción de la Argentina como nación, donde todos podemos confiar y creer que tenemos los mismos derechos y garantías, el mismo trato por los jueces, y por lo tanto todos quienes han sido excluidos de pacto constitucional se sentirán libres de no respetar las instituciones.
Es el abuso del poder de Kirchner quien ha destruido y violado la Constitución Nacional, quien en lugar de retomar a senda republicana que se abandonó con el golpe de estado que encabezaron la UCR y el PJ bonaerense en diciembre del 2001 se ha convertido en culpable exclusivo de esa ruptura.
Hoy no tenemos ni Congreso Nacional, ni Corte Suprema de Justicia, ni federalismo, ni estamos ajenos a que mediante decretos de necesidad y urgencia, default y canjes de deuda forzada (para quienes somos obligados a aportar no para el estado), devaluaciones y otras confiscaciones hemos resultado con nuestras vidas, honor y fortuna puestos a merced del gobierno nacional y la persona de Néstor Kirchner. Y eso estimados lectores es según nuestra Constitución Nacional traición a la patria, y también aunque nos dejen votar algún domingo es una dictadura.