N ° 05/2005 - Año 6º
Buenos Aires, abril 22 de 2005.-
Durante los últimos días los argentinos hemos vivido una vez más una lamentable batalla de la guerra entre quienes trabajan y los progresistas que viven a sus costillas. Porque aunque nos indigne que los enfermeros y personal del hospital Garrahan hagan huelga lo cierto es que cuando ve los salarios que cobran por sus trabajos debería entender que alguna razón tienen.
¿Alguien podría estar tranquilo con un hijo en una terapia intensiva donde el enfermero está angustiado y pensando en que su salario no le alcanza para dar de comer a sus hijos y esposa, para vestirlos, educarlos, etc.?
¿Y porque no cobran mejores salarios si el gobierno nos empapela de propaganda sobre el superávit fiscal?
Porque justamente en lugar de pagar salarios dignos y justos a los trabajadores del Estado usa el dinero para hacer propaganda, para sostener sus milicias piqueteros y tener una estructura política que le de poder, que permita que la zarina Kristina sea candidata a Senadora en la provincia de Buenos Aires por ejemplo.
Si yo fuera un enfermero del Garrahan estaría más cerca de estar en huelga que trabajando estos días, pero mi huelga no sería solo por un aumento de salario sino también para que me bajen impuestos y dejen de malgastar el dinero público en “construir poder” para ellos. Esa no es función del estado, ni de ningún funcionario, eso es malversación de caudales públicos, aunque se haya hecho costumbre en muchos usar el dinero público en ello y de muchos en recibirlo. Ambos son cómplices de que los niños argentinos no puedan ser atendidos en hospitales como el Garrahan porque ellos están usando el dinero para otras cosas.
Yo entiendo a los trabajadores del Garrahan y de todos los hospitales públicos, a las fuerzas de seguridad y a los empleados judiciales también, porque ellos trabajan y son pagados en forma miserable mientras pagan impuestos exorbitantes para mantener una manga de vagos e inútiles, que van desde el Presidente Kirchner y sus ministros a los piketeros y demás milicianos.
Claro que la huelga solo para conseguir un aumento de salarios será para una nueva frustración, todos esos huelguistas deberían dejar de votar a los políticos que dedican el dinero de los impuestos a “construir poder”, sean mediante propaganda, paga de milicianos y otros punteros, como alquiler de periodistas y opinadotes. Solo cuando todos esos vagos e inútiles, con sus cómplices sean obligados a trabajar ellos podrán trabajar y ganarse un salario justo.
Mientras tanto es bueno pensar que si el personal de los hospitales cobra salarios que sitúan a sus familias en la línea de pobreza son las personas quienes son atendidas en ellos las que corren mayor peligro de ser víctimas de un error mental e involuntario. Puede ser tanto, o más peligroso hacer trabajar a médicos y enfermeros bajo presión como tenerlos en huelga.
Pero la huelga de ellos en verdad es contra quienes no trabajan y viven a costa de los que sí. Es la guerra que hoy está planteada en Argentina, una guerra social donde quienes tienen el poder se dedican a expoliar cuanto pueden de los que trabajan y producen, que quieren vivirla “bomba” sin trabajar. Esa es la verdadera causa de la huelga del Garrahan y de los demás hospitales.
P.D. Es una broma de mal gusto que los no trabajadores de Lafsa se sumen a esa huelga para respaldar a los trabajadores del Garrahan dado que es una huelga de quienes también cobran por no trabajar y causan que esos trabajadores hospitalarios tengan salarios miserables. Claro que una huelga en una aerolínea estatal sin aviones no tiene ningún efecto en la economía salvo porque los no trabajadores de Lafsa se dedican a impedir que las demás aerolíneas sí puedan operar.
Cada vez estamos más cerca de ser peores que los africanos.