N ° 04/2005 - Año 6º
Buenos Aires, abril 08 de 2005.-
Néstor Kirchner, Presidente de la Nación Argentina mediante el fraude legal y electoral que consumaron los golpistas de diciembre de 2001, se siente hijo de Hebe de Bonafini, violó un tratado con el Vaticano y la Iglesia Católica porque un sacerdote, Monseñor Baseotto defendió la vida de los niños por nacer, y también:
Designo tres jueces en su Korte Suprema que son abortistas, Highton de Nolazco, Zaffaroni y Argibay.
Funcionarios de su gobierno promueven despenalizar el aborto, es decir que sea legal matar a los niños por nacer siempre que sea dentro del útero materno.
Su madre putativa –Hebe de Bonafini- declaro desde el canal de televisión estatal que desea que Juan Pablo II “se pudra en el infierno”. Ella lo visita en forma habitual y ha compartido la tribuna para organizar el museo de la mentira en la ex ESMA.
Néstor Kirchner mismo no asistió a la misa en memoria de la Papa Juan Pablo II celebrada en la Catedral de Buenos Aires a escasos 200 metros de la Casa de Gobierno. Más tarde ha señalado que no quiere tratar temas frívolos como si va o no al entierro de Juan Pablo II.
Sus funcionarios alegaron que el protocolo señala que los jefes de estado asisten a la asunción de un nuevo papa no al entierro de ellos.
Flor de mentira ya que la facilidad de volar y asistir a entierros o asunciones de papas u otros jefes de estado es bastante moderna, pero además no se trataría de cualquier Papa sino de quien ejerció el papado más largo de los últimos siglos y quien fue figura fundamental junto a Ronald Reagan en la caída del “imperio del mal”, es decir el régimen comunista que asesino durante el Siglo XX más de 130 millones de personas.
Millones de peregrinos abarrotaron Roma, decenas de jefes de estado y ex jefes de estado de las más importantes naciones del mundo, de otras religiones se reunieron todos en Roma para rendir un último homenaje al Papa Juan pablo II y para Kirchner eso no tiene importancia o se puede mezclar con el saco abierto y sus corbatas al revés. En un adolescente sería triste escucha semejante comparación en boca de un presidente de una nación cuya Constitución además sostiene la religión católica solo se explica por sus demás actos. Kirchner desprecia al catolicismo, odia a quienes derrotaron al comunismo y liberaron cientos de millones de personas del totalitarismo más sanguinario de la historia, aquel en nombre de quien mataban los terroristas montoneros que tanto admira.
No se trata de un “papa” más, se trata de una de las personalidades más relevantes del Siglo XX, y no relevante como fueron tantos genocidas que se hicieron famosos masacrando pueblos como los nazis y comunistas, sino por su trabajo a favor de la paz, los derechos y la libertad de las personas.
Extraña excusa desmentida con solo ver rezando frente al cuerpo de Juan Pablo II a George W. Bush junto a Hill Clinton, y George H. Bush, y Condolezza Rice, nada menos que los tres últimos presidentes de los EE.UU. y su actual Secretaria de Estado. Saber que también estarán allí Chirac, Blair y la reina Isabel II, Schroeder, Lula junto a Sarney y Fernando Henrique Cardoso, Kofi Annan, Berlusconi y Ciampi, entre otros. ¿Son todos ellos frívolos, desconocen el protocolo? ¿Quién miente, quién está desubicado?
¿O los argentinos tenemos un infeliz como presidente?
Juan Pablo II además fue decisivo a la hora de evitar una guerra entre Argentina y Chile, en ayudar a detener la guerra de Malvinas en 1982.
Argentina y los argentinos debemos gratitud a Juan Pablo II.
Pero claro nuestro diktador se siente hijo de Hebe de Bonafini que solo sabe odiar. Entonces sus caprichos y sus miedos personales se imponen a la función que ejerce. Kirchner es un diktador personalista y cree que puede hacer lo que le venga en gana, tanto a la hora de dejar plantados presidentes extranjeros, como al promover tener una korte suprema adikta, dejar indefenso al país destruyendo las FF.AA. y manipulando sus cúpulas que más que estados mayores son indignos chupamedias de tantos hombres que se jugaron la vida por nuestra libertad.
Y el diktador es valiente para gritarle e insultar a banqueros y bonistas extranjeros desde acá, pero ahora que tal vez debiera haber tenido que dar al menos la cara sus pantalones se deben haber llenado con sus excrementos de solo pensar en viajar a Roma y hacerse cargo de sus bravatas. Un verdadero cagón.
El diktador Néstor Kirchner ha mostrado una vez más esta semana y en forma exacerbada su autoritarismo y su indignidad moral para ejercer el cargo de la Presidencia de la Nación Argentina. Claro que él sigue su camino autoritario ya que no parece haber un solo opositor que muestre tener los atributos que le hagan merecer llamarse hombre.