N ° 03/2005 - Año 6º
Buenos Aires, marzo 23 de 2005.-
Mamá de Mafalda: ¡Mafalda, apaga esa luz y dormí de una vez, que son las doce y pico!
Mafalda: - Está bien. ¡Horas extras!... ¡Además de ser la madre de una todo el día, encima hace horas extras!
Vendedor: - Buenas tardes, nena, ¿Está tu mamá?
Mafalda: - Depende, ¿Cuál de ellas?
Vendedor: - ¿Cómo cuál? Pero... ¿Cuántas mamás tenés?
Mafalda: - ¡Uf!...Una a la que adoro con toda el alma, otra que me persigue con su sopa, otra que me protege, otra que me pega cada grito, otra que es feliz en su hogar, otra que vive esclava de la casa...
Mamá de Mafalda: - ¿Quién era Mafalda?
Mafalda:
- Un vendedor al que le vendieron eso de que madre hay una sola.
Mafalda:
- Mamá.
Mamá de Mafalda: - ¿Qué?
Mafalda: - Nada. Sólo quería cerciorarme de que aún hay una buena palabra que continúa en vigencia