N ° 02/2005 - Año 6º
Buenos Aires, febrero 23 de 2005.-
La nueva purga en la Fuerza Aérea Argentina con la cual el diktador intenta desviar el escándalo del narcotráfico en Ezeiza desde la estatizada compañía Southern Winds expone una vez más su irresponsable conducta. Las justificaciones de sus esbirros como el ex médico de la familia Duhalde, que hoy funge de furriel en el Ministerio de Defensa, Pampuro acerca que la purga es legal porque son facultades del presidente es una burda deformación de la cuestión.
Porque ninguna facultad presidencial es absoluta sino que debe sujetarse a la ley, practicarse en forma razonable y conforme a los fines de la Nación. Las FFAA no son un juguete personal, ni una hacienda privada del zar, se trata de las Fuerzas Armadas de la Nación y su cargo de comandante debe ejercerse de forma que asegure la defensa nacional. Las reiteradas purgas ordenadas por Kirchner han llevado a poner la conducción de las FFAA en manos de personal no calificado cuyos ascensos son forzados para poder cubrirlos, han resquebrajado toda profesionalidad porque la única condición para ejercer el cargo es la obsecuencia y el temor absoluto a Kirchner y Verbitsky.
¿Cuál fue el motivo invocado para la purga? No haber informado al Presidente de la Nación, nuestro diktador K de la investigación judicial. Eso no es función de ningún miembro de la Fuerza Aérea, las causas judiciales deben ser sustanciadas por los jueces naturales sin intromisión del Poder Ejecutivo. Eso manda la Constitución. Pero Kirchner cree que eso es una incómoda formalidad que él debe estar informado de todo. ¿Para y por qué? ¿A quienes quería proteger, que hubiera cambiado de haber estado informado el diktador?
El caso del nuevo jefe de la Fuerza Aérea Argentina es de mayor gravedad aún ya que la Junta de Calificaciones lo había reprobado y por lo tanto no debía ascender y esa calificación negativa fue revisada y cambiada por “presión kirchnerista” de remover a quienes habían cumplido con su deber.
Es de considerar que en España no han removido ni a un solo funcionario, ni civil, ni militar por las valijas que pasaron antes.
Tampoco el Presidente ha removido a ningún funcionario de sus íntimos que están cargos el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Aduana Nacional, el Sedronar, la Secretaría de Transportes, organismos que también estaban informados de la investigación judicial. ¿O es que los pingüinos tienen un fuero especial?
Pero en definitiva las distintas purgas llevan a que se desarticule la defensa nacional. Si Argentina entrara en guerra la irresponsable conducción de Kirchner se pagaría con la sangre de tropas argentinas y una muy segura derrota militar. Y esto es un acto de traición a la patria, por eso la oposición y aún los legisladores del mismo partido gubernista deberían más que interpelar al gobierno promover el juicio político de Néstor Carlos Kirchner y removerlo de su cargo por falta de idoneidad moral y política, por traidor a la patria.
Por haber removido a la jefatura de la Fuerza Aérea por no haberlo informado de lo que no debía informarle, ya que es una causa judicial ajena al Poder Ejecutivo.
Lo demás es cosa de timoratos que están a la altura de su cargo, es permitir que Kirchner siga manejando nuestra patria y al estado como si fuera su estancia y nosotros simples esclavos.