Artículo de "Argentina Days" - Propietario y Director: Santiago Manuel Lozano

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N ° 02/2005 - Año 6º

Buenos Aires, febrero 23 de 2005.-

LAS PUERTITAS DE ANÍBAL

Mientras Aníbal Ibarra lanza su cortina de humo empecemos a abrir las puertitas de su gobierno y saber que cosas han convertido a Buenos Aires en trucholandya.

Para fines de 2001 cuando Aníbal ya era jefe de gobierno hacía meses y vicejefe de gobierno por dos largos años, ex presidente del concejo deliberante por los tres años anteriores, concejal desde 1991, constituyente nacional y estatuyente porteño, los ahorristas del Banco de la Ciudad de Buenos Aires debieron sufrir la confiscación de parte de sus depósitos. Quienes le prestaron dinero con los bonos Tango luego sufrieron la reestructuración y quita de capital.

Aníbal Ibarra como buen progre, ex aliancista con De la Rua y Cecilia Felgueras de la UCR se travistió de “transversal K” y es un ardiente defensor del estado empresario.

¿Para que queremos bancos estatales si como el Ciudad, el Provincia y el Nación confiscan los depósitos? Algo que según la propaganda progre es la conducta antisocial de los banqueros privados y no del estado.

La respuesta de la razón del estado banquero puede encontrarse en el sexto piso de la sede central del Banco de la Ciudad de Buenos Aires. Allí hay un exclusivo gimnasio equipado al mejor nivel donde los funcionarios del quinto piso, es decir el presidente y el directorio, sus secretarias y amigas, y solo ellos y ellas, disfrutan por ejemplo de exclusivas clases de pilates entre las 9 y 10 horas de cada día.

Los directores también almuerzan con generosas cantidades de vino y champagne para acompañar el cafecito, por supuesto todo de primera marca.

Así da gusto tener un banco estatal, claro siempre que uno sea presidente, director, asesor, secretaria o amiga de estos buenos servidores públicos que acompañan a Aníbal el Trucho.

Después viene la bonita excusa de porque no se hicieron inspecciones, la falta de inspectores según Aníbal. ¿Faltando verdad, 350 inspectores son tan pocos? 

Hagamos números Aníbal. 350 inspectores que trabajan 5 días por semana 8 horas durante digamos 50 semanas del año (les dejamos 2 para vacaciones) deberían trabajar (350 x 5) x 8= 14.000 horas por semana y 700.000 horas por año. ¿O son ñoquis, o no inspeccionan porque en verdad eran un sistema de recaudación?

700.000 horas de inspección por año y el inefable Aníbal Ibarra nos dice que su ejército no alcanza. La verdad si esa fuera su excusa en una empresa privada estaría despedido por inútil hace mucho. ¿Cuántos más quiere? ¿Cuántas inspecciones se hacen en 700.000 horas de trabajo que no llegaron a Cromagnon a unas 25 cuadras del despacho de Aníbal?

Y boliches clase C en la ciudad hay unos 100, es decir que 350 inspectores municipales no alcanzan ni para ver eso. Más que ñoquis se diría que Ibarra lleno la administración porteña de fideos porque están al más “puro huevo”. Claro que eso sería muy ingenuo y suena más a que no querían inspeccionar o cobraban por no inspeccionar. Y eso entre 350 inspectores más que a ineficiencia suena a “organización”, en otras palabras a un sistema de recaudación venal.

En cuanto a los cepos, parquímetros y grúas Aníbal Ibarra lleva toda su gestión manteniendo un servicio con un contrato vencido y hace 15 meses para frenar denuncias judiciales prometió que por fin antes de marzo del 2004 se licitaría el servicio. Pero igual que con el tema de inspecciones Ibarra solo lanza cortinas de humo y sigue con reiteradas e interminables prórrogas de concesiones largamente vencidas que fueron licitadas por Carlos Grosso. Entonces, ¿quién es el corrupto?

Nuestra ciudad de Buenos Aires en los años que era administrada por el intendente Osvaldo Cacciatore tenía menos de 80.000 empleados, que ya eran un exceso, pero hoy tiene más de 145.000 empleados. Es decir más de 12 empleados por manzana.

Y en la “no interpelación”, ya que Ibarra respondió con evasivas o directamente ni respondió las cuestiones cuya falta de gestión o eventual corrupción que llevaron a permitir la tragedia de Cromagnon, y como tantas veces en la historia argentina reciente el argumento para evadir sus responsabilidades fue “todos somos culpables”.

¿Y porque ustedes, o yo somos culpables? ¿Para que están en sus cargos si no hacen su trabajo y luego encima pretenden cargarles la culpa a otros?

¿Qué hizo Aníbal Ibarra desde que se convirtió en concejal en 1991, y luego en presidente del Concejo Deliberante, y en estatuyente de la ciudad, y en vicejefe de gobierno y por fin jefe de gobierno? ¿Por qué jamás presentó un proyecto de ordenanza o ley que modernizara el sistema de habilitaciones e inspecciones y ahora tan fresco nos lanza que la legislación está desactualizada?

Hace pocos días el Director de Espacios Urbanos a cargo de licitar el “mobiliario urbano” falleció al embestir un tren una madrugada. ¿En que estado alcohólico o de otras drogas conducía para chocar un tren de esa forma estando la barrera baja?

Peor aún el fallecido Doy estaba acompañado de los directivos de una empresa española que participa de la licitación. Una empresa que se rumorea está estrechamente ligada al PSOE de España. ¿Qué hacían de juerga hasta la madrugada un alto funcionario de Ibarra con los directores de una empresa que quiere ganarse uno de los contratos más importantes de la ciudad?

El fatal accidente de Miguel Doy expone una conducta similar a lo que se dice de la connivencia entre los inspectores ibarristas y los dueños de la “noche porteña”, lo que hace presumir que existiría un alto grado de corrupción en la administración ibarrista.

¿Porque ningún juez y fiscal han ordenado investigar el origen de los acrecidos patrimonios de quienes solo han tenido sueldos de funcionarios durante ya dos décadas? ¿O es que, entre otros, Aníbal Ibarra, Vilma Ibarra, Alberto Fernández tienen algún fuero especial?

¿de quien son las ganancias?:

Que nuestro diktador ignora la Constitución Nacional, los contratos es sabido, ahora sabemos que o ignora el diccionario o es un grosero digno de formar una banda junto al dictador venezolano Hugo Chávez. Veamos que quiere decir la palabra “minga” que utilizó para negar las inversiones que solucionarían el problema de cloacas y aguas corrientes de millones de bonaerenses.

Minga quiere decir: F. AMER, Ayuda mutua en el trabajo. Trabajo comunal hecho en beneficio de un servicio colectivo (municipio, etc.) “_ Com. Persona que trabaja en la minga. _F. Arg. FAM. Nada (diccionario Larrousse), y en forma familiar “pene” (diccionario enciclopédico).

Como está claro que Kirchner no se refería a una ayuda mutua en el trabajo cuando grito en una tribuna “minga les vamos a subir las tarifas”, cabe preguntarse si realmente ignora el diccionario o es un grosero sin límites.

En cuanto a la constante acusación de las “grandes ganancias” de las privatizadas durante los años 90 es bueno analizar que pagamos en cada factura de servicios para saber quien tuvo las grandes ganancias. Cada factura de servicios que pagamos, sea electricidad, agua corriente o gas tiene un 50% de impuestos.

En otras palabras el Estado genera un aumento del 100% del precio de los servicios que prestan las empresas privatizadas. Por cada peso que ellas facturan el estado cobra otro como impuestos diversos.

Con esa mitad de la facturación las empresas pagan sus impuestos, hacen sus inversiones, pagan salarios y cargas sociales, y en algunos casos le pagan al Estado hasta un canon de explotación. Es decir que el Estado también se cobra parte de esa mitad de la factura que podría parecer que cobra la empresa privatizada.

¿Quién tuvo entonces esas enormes ganancias en los años 90 y aun hoy, quien se lleva la parte del león y hace que los servicios en nuestro país sean caros? ¿Son las empresas o es el Estado?

Para no hablar además de la vergonzosa ley por la cual todos los argentinos somos obligados a pagar un 0,6% para el desarrollo del tendido eléctrico en Santa Cruz mientras esa provincia mantiene cientos de millones de dólares en el exterior y no explica donde están los otros cientos de millones que faltan. Eso es una ganancia extraordinaria e inmoral, una ganancia que disfrutan injustamente los santacruceños y permite encubrir la irresponsable o corrupta forma en que se manejan los dineros fugados por Kirchner a paraísos fiscales extranjeros.

¿Porque cuando los servicios de aguas corrientes y cloacales eran administrados por Obras Sanitarias de la Nación no se tendían nuevas redes? ¿Cuántas décadas de no inversión y desastre estatal en la gestión de esos servicios debía resolver Aguas Argentinas en forma mágica e inmediata?

La culpa de la inexistencia o falta de extensión de las redes de aguas corrientes y cloacales es del Estado Argentino que por décadas no hizo nada no de Aguas Argentinas.

La actitud de Kirchner es una extorsión para poder estatizar empresas que no son culpables de las largas décadas de no inversión estatal y fiesta populista. Pero ni siquiera las tan mentadas “grandes ganancias” fueron tales, sino que ha sido como siempre el Estado quien nos ha costado y nos cuesta carísimo. Un estado cada día más ineficiente para prestar seguridad interior, justicia y defensa nacional, que usa nuestro dinero para sostener un sistema de clientelismo político basado en la pobreza.

KANAL K Y CIUDADANOS ESCLAVIZADOS

Ante las agresiones que sufrió una familia argentina cuando un grupo de piketeros que son mantenidos por el gobierno con nuestros impuestos y contra la voluntad mayoritaria de los ciudadanos que trabajamos y pagamos esos impuestos el gobierno K una vez más salió a reafirmar que “no va a criminalizar” la protesta social.

Es decir que para el gobierno la destrucción del automóvil de un ciudadano, con su familia a bordo, los cortes de calles, las golpizas si son hechas por piketeros no son delito, son “protesta social”. En otras palabras el gobierno no ha de hacer cumplir la ley, ni permitirá que los jueces hagan justicia cuando se trate de sus milicias populares.

En su absoluta hipocresía el diktador cuando la familia agredida por los piketeros hizo pública su intención de demandar al Estado por los daños que habían sufrido decidió recibir a esos ciudadanos con amplia difusión de los medios de propaganda gubernistas. En esa ocasión anunció que el gobierno (con nuestro dinero) habría de pagarles y reparar todos los daños que sufrieron.

Y es hipocresía porque ante la agresión Kirchner y sus voceros repitieron que ellos no van a “criminalizar la protesta social”, o mejor dicho no van a hacer cumplir la ley y castigar a sus milicianos cuando cometan delitos y solo ante la difusión de la demanda de los ciudadanos agredidos atino a invitarlos para hacer como que está del lado de los ciudadanos, para quedar bien y evitarse el daño el político de esa demanda por daños. Porque en momento alguno se le ocurrió siquiera cortar el financiamiento de los planes a los piketeros que causen daños, agredan a ciudadanos.

Y mientras en el Kanal K, es decir en el discurseo oficialista se escucha la protección de la mafia piketera, en La Nación se publica esta carta que millones de argentinos compartimos

 

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