N ° 05/2002
Buenos Aires, junio 10 de 2002.-
La nueva central empresaria creada hace dos semanas empezó mostrando un grupo de viejas caras conocidas. La mayor parte beneficiarios de varias licuaciones de pasivos, se seguros de cambio en la década del 80 por miles de millones de dólares que aun son parte de la deuda pública.
Entre ellos estaba nada menos que Héctor Magneto, monje negro del grupo Pravda-Clarín promotor de la devaluación, gran deudor de impuestos y cargas sociales, y pesificación, de la ley de quiebras cuya sanción motivo el aislamiento argentino hasta con el FMI. Magneto y Alfonsín hoy impulsan exceptuar a las empresas culturales, es decir a Clarín de pagar sus deudas o quebrar, con el expreso y declarado objetivo de poder manipular la información.
No contentos con toda esa expoliación impulsan que el Estado Argentino, es decir los ciudadanos a quienes nos robaron las divisas depositadas en el Banco Central, les otorgue un "seguro de cambio" por sus deudas contraídas en moneda extranjera y en el exterior.
¿Porque deberíamos pagar las cenas, viajes en primera, vacaciones, autos de lujo, taxi boys (sí, algunos ni siquiera prostitutas), sus coimas, etc.? Quieren que todo eso ahora se lo paguemos nosotros. Por supuesto ellos seguirán siendo los dueños de sus empresas y en algunos años volverán a extorsionar desde ellas para algún nuevo privilegio y expoliación.
Un mal comienzo porque con estos empresarios resulta comprensible porque muchos argentinos no quieren el capitalismo. Pero eso no es capitalismo, es el pseudo capitalismo de la socialdemocracia. Él de empresarios y funcionarios salvajes, convertidos en cómplices para la explotación de un pueblo.
Los argentinos, la Argentina necesita un capitalismo competitivo y abierto. Son dos sistemas muy distintos, casi opuestos. Lo que por ahora propone la Asociación de Empresarios Argentinos es un volver al camino que nos fundió. Claro ellos siguen siendo ricos.
Ante el reclamo de establecer un seguro de cambio existe una única respuesta moralmente válida. No, paguen o quiebren, pero ningún otro argentino que no sea socio de esas compañías tiene porque afrontar sus pérdidas, ni aún las fortuitas.
Pero en demostración que el modelo "nacional y popular" es corrupto por naturaleza hace una semana el gobierno nacional está intentando indexar sus deudas por obras públicas. Por supuesto con la hipocresía habitual del lenguaje orwelliano de las dictaduras la indexación no pactada se llamará Índice de Estímulo para la Reactivación Productiva.
Lo que demuestra también quienes estaban tras la devaluación. Los que buscaban recuperar indexaciones de sus contratos, licuación de sus deudas. Los curros que con la convertibilidad y la estabilidad monetaria no existían.
Por cierto la creación de este índice de nombre orwelliano es un delito porque implica establecer un beneficio indebido a favor de alguien, bajo el ardid de reactivar la producción, y justamente por un gobierno que está por duplicar la desocupación en menos de 180 días de gestión.
Si alguno aun tiene dudas sobre quienes están asociados con este desgobierno que usurpa el poder institucional. Y no es precisamente una asociación por la transparencia, el progreso, la libertad y la ética.
Pero bueno como ciudadano este gobierno no me representa, y como empresario esa AEA tampoco. Es más el gobierno y los factotums de AEA son la causa de nuestras desgracias.