Artículo de "Argentina Days" - Propietario y Director: Santiago Manuel Lozano

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N ° 16/2004 - Año 5º

Buenos Aires, octubre 28 de 2004.-

ROBANDO A LOS TRABAJADORES

La imposición del gobierno a las AFJP de un canje de bonos ha sido un nuevo robo a los que aportan al sistema por una orden legal. Los aportes jubilatorios en Argentina son un “ahorro forzoso”, es decir se hacen por una orden del estado no por decisión de cada ciudadano.

El Estado Argentino nos obliga a aportar a un sistema de jubilaciones llamado AFJP, a estas las obliga a invertir en bonos del mismo Estado, es decir a prestarle al Estado. Y luego cuando un buen día decide no pagar arma una trampa contable para disimular el robo.

Lo impactante del caso es que el deudor (el Estado Argentino) se reúne con los administradores forzosos de nuestros ahorros jubilatorios forzosos y entre ellos deciden como maquillar el robo. Luego salen ambos cómplices de la defraudación estatal y sonriente, nos anuncian que han aprobado el canje de la deuda en default.

Primero esos administradores deberían devolvernos, al menos parcialmente, el dinero que nos han cobrado las AFJP como comisión de administración ya que no han administraron casi nada, sino que se limitaron a aceptar sin chistar las imposiciones del Estado a sabiendas que eso llevaba a la cuasi estatización del sistema mismo.

Después viene la truchada del deudor que se presenta como el gran solucionador del default. Nadie le prestó la plata, porque de verdad se la tomaron mediante regulaciones arbitrarias por lo tanto al menos debería ser un tercero quien decida el caso, pero no en Argentina, acá bajo una dictadura férrea es el tomador forzado del dinero y deudor quien decide como paga y se queda con una buena diferencia.

El fraude y confiscación del canje de la deuda del Estado con las AFJP, mejor dicho con los trabajadores titulares de las cuentas de capitalización, se maquilla mediante la restricción de hacer trading con los nuevos bonos por cinco años y la autorización para “contabilizarlos” a valor nominal, no al de mercado (que es el real). Si esto e hiciera en un balance empresarial se llevan preso al directorio y a sus contadores por defraudación, pero como es el maquillaje del gobierno acá se debe aplaudir a los que nos están robando.

Como no tienen ningún pudor en ocultar su carácter de dictadura anticonstitucional además la dictadura en serio prohíbe reclamar judicialmente por el canje.

La otra cuestión de la estafa de este canje es que al quedar inflado el valor de las cuotas de las AFJP los jubilados de los próximos cinco años quedarán subsidiados por los más jóvenes, que luego verán caer su cuenta. Esto es porque la jubilación queda fijada al valor de la cuota, sobre la cartera al momento de jubilarse.

Si los nuevos bonos se contabilizaran como corresponde la confiscación llegaría al 30% de los aportes realizados.

A esta altura cabe señalar que el maquillaje contable no solo obedece a ocultar a la gran mayoría la estafa, sino a que mantener el mito del Estado protector y benefactor. Lo que el sistema jubilatorio argentino demuestra es que el Estado es incapaz de administrarlo, que las reglas que él mismo fija luego las viola, por lo tanto la conclusión más lógica sería que nunca jamás debería siquiera opinar sobre esto y debería restituirse a los argentinos la libertad de manejar y ahorrar como quiera para su futuro retiro.

 

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