N ° 15/2004 - Año 5º
Buenos Aires, Octubre 08 de 2004.-
Hace algunos días el señor Luis Corsiglia dio un reportaje al diario La Nación que le vale un fuerte comentario y por el cual debería ser echado de la presidencia de la Caja de Valores. Pero sus palabras hacen recordar al perfecto presuntuoso idiota e inútil de von Papen (el hombre que llevó al poder a Adolf Hitler pensando que él sería el verdadero canciller).
Corsiglia es un von papen en materia económica, que ha entregado su conciencia al Cajero y su jefe a cambio de un cargo en el directorio del nuevo antro de corrupción, Enarsa. Como muchos otros prefiere ponerse al calor del dictador con la esperanza de poder ser un operador de los negocios del mercantilismo del modelo K.
Pero sus palabras son de enorme gravedad ya que en su imprudencia y soberbia Corsiglia expreso en el reportaje “La secretaría de energía necesita controlar, Enarsa confeccionará una base de datos”
Su soberbia y su actitud igualable a von Papen viene en una pregunta y respuesta cuya hipocresía voy a demostrar, pero veamos a ella:
“¿Porqué cree que lo llamó este gobierno? –La Nación
Creo que es una demostración de la transparencia que se busca para Enarsa mediante la oferta pública –Luis Corsiglia”.
Está claro que para dar transparencia a la oferta pública no debería colocarse al presidente de la Caja de Valores cuya función es justamente llevar el registro de todas las transacciones y tenencias accionarias del mercado bursátil. En otras palabras están poniendo al responsable de manejar esa información tan sensible a dirigir una compañía cuyo capital encima es forzado y en parte expoliado a sus competidores mediante leyes abusivas en materia tributaria.
Pero Corsiglia es además un perfecto representante del burocratismo, de la falta de transparencia por el manejo de la Caja de Valores misma. En primer lugar de las 129 casas de bolsa la suya personal esta ubicada en el último tercio, es la número 80. Sí, 80 de 129. Eso solo basta para ver que no se busca a uno de los agentes más representativos sino a uno dispuesto a participar del saqueo y colaborar con la caja.
Corsiglia puede mostrar la Caja de Valores que anticipa que Enarsa resultará aun peor que YPF. La Caja de Valores tiene más de 300 empleados para menos de 150 empresas cotizantes. Ha construido un nuevo edificio totalmente innecesario y con detalles de lujo inexcusables. Los directores de la Caja de Valores gastan fortunas en viáticos a congresos, se hacen acompañar por esposas, y algunos por amigas y secretarias. Nadie los audita correctamente.
Ya podemos imaginar como han de viajar los directores de Enarsa, cuantos empleados inútiles han de nombrar, los edificios que se harán construir.
En el año 2001 contrataron una consultora –Boston Consulting Group, BCG- que cobró más de 8 millones de dólares para un estudio de reformulación del mercado de valores y no se habrían realizado después las recomendaciones.
Imaginen entonces cuanto vamos a pagar desde Enarsa en consultoras que luego no se necesitarán.
El mercado de valores de Buenos Aires durante los años que Corsiglia y el grupo que lo respalda han conducido la Bolsa de Comercio, la Caja de Valores y el Banco de Valores se convirtió en 20 veces más pequeño que el de San Pablo.
En lo específico del mercado de valores hoy en Buenos Aires acceder a la información online de las 68 empresas activas cuesta $ 85 mensuales, mientras que en New York se puede acceder al NYSE, Nasdaq y Amex con más de 8.000 empresas cotizantes a cero pesos.
Mientras los directivos de la Caja de Valores, Banco de Valores y Bolsa de Comercio obtuvieron la exención del impuesto al cheque, jamás bajaron ni un centavo los derechos de bolsa y derechos de mercado, los cuales son mucho más elevados que dicho impuesto y son de los que cobran esas casas de bolsa. Sin dar servicios especiales son “socios” de cada compra y venta, no necesitan dar un buen servicio a sus clientes que igual cobran. Sostuvieron que el impuesto al cheque perjudicaría el mercado de valores y los derechos de bolsa que ellos cobran que son una barrera aun más importante por su alto costo fueron mantenidos.
Recién en el año 2003 el mercado de valores argentino, la bolsa de Buenos Aires se volvió electrónico. Muchos años después que los mercados de Brasil y Chile. Una demostración de ineficiencia y poca transparencia que ha ido reduciendo el mercado de valores como forma de financiación y creación de empresas. Y así cada año hay menos y menos empresas cotizando, y la Caja de Valores sigue aumentando sus empleados y gastos en base a esos derechos fijos que cobra, y que valga la pena aclarar no se cobran en ningún mercado de EE.UU., Europa, Brasil, Oriente, es decir en ningún mercado desarrollado desde hace décadas se mantienen esas comisiones encubiertas que resultaban una valla contra el desarrollo.
Si Corsiglia es la garantía de transparencia y eficiencia de Enarsa es seguro que estamos ante creación un centro de costos y corrupción aun peor que YPF. Corsiglia es una suerte de von Papen empresarial, un soberbio que sueña con manejar a los K y a sus asociados en Enarsa y otros negocios, y todos sabemos cuanto manejo von Papen a los nazis.