N ° 15/2004 - Año 5º
Buenos Aires, Octubre 08 de 2004.-
Estas dos semanas el Space Ship One voló al espacio exterior en menos de 10 días dos veces con lo cual accedió a un premio de U$ 10 millones. Tanto el emprendimiento del Space Ship One como el premio son privados. Con este premio los inversores de la nave espacial recuperan el 40% de su inversión.
Toda la inversión del Space Ship One ha sido hasta ahora de poco más de U$ 20 millones y ya han recuperado una importante parte de ella los empresarios que lo crearon.
La NASA por su parte no logra aún que sus naves espaciales puedan regresar al espacio sin que pasen varios meses entre sus viajes, los transbordadores cuestan cientos de millones de dólares y jamás han recuperado las inversiones.
¿Cómo explicar estas diferencias?
En la naturaleza de ambos emprendimientos. La NASA es como todo organismo estatal un centro de costos que se limita a gastar el dinero que obtienen sus lobbystas en el congreso y que este saca de sus ciudadanos mediante impuestos abusivos, entonces a nadie realmente se le exige resultados y costos que se expresen en el riesgo del propio capital invertido, sino que toda la ineficiencia, sobre costos y fracasos se disimulan en palabras rimbombantes, discursos llenos de promesas y agradecimientos. Promesas para los contribuyentes que la miran sin poder chistar y reconocimientos a los burócratas que se gastan el dinero ajeno. Al menos podrían hacerlo al revés, agradecerles a los contribuyentes que se ven obligados a pagar y promesas a los burócratas.
Lo que demuestra que la ineficiencia del estado es algo propio de su naturaleza, no de nuestra desgracia, raza o religión. El estado siempre resulta más costoso e ineficiente que la empresa privada, y encima causa mayores problemas, ya que una empresa privada ineficiente deberá cerrar con el perjuicio de sus accionistas y no de toda la sociedad, en cambio las pseudo empresas estatales siempre encuentran excusas y culpables fuera para obtener aún más dinero de los contribuyentes y continuar su despilfarro.
Para los que quieren volver a lo peor de nuestro pasado bien vale la pena pensar en el caso del Space Ship One versus la NASA, claro que la conclusión es justamente lo contrario de lo que ellos están haciendo. Bien vale decirles entonces
¡Es el estado estúpidos!
Pero claro que como ellos sueñan no con el resultado empresarial sino con los negocios personales y la riqueza familiar a través de los centros de corrupción que van creando (Enarsa, Lafsa, ferrocarriles de larga distancia, etc.) ellos también podrán replicarme con un sentido exactamente opuesto al mío.
Y si es tu dinero el que nos vamos a embolsar porque ¡es el Estado estúpido!