N ° 14/2004 - Año 5º
Buenos Aires, septiembre 23 de 2004.-
Es el único ministerio que falta crear en nuestro país para completar el programa orwelliano de 1984, pero aun sin él los terroristas castro comunistas no se rinden en cambiar y negar la historia argentina. Para ellos deben mantenerse varios mitos esenciales con los cuales se han enriquecido y han sembrado odios. Que los desaparecidos han sido 30.000, que la violencia en nuestra nación comenzó el 24 de marzo de 1976, que los terroristas entrenados y financiados por la Tri-continental de La Habana eran jóvenes idealistas que peleaban contra una dictadura no contra un gobierno democrático elegido por el 62% de los votos, etc.
Para ello uno de los objetivos más importantes es evitar que alguien escriba, difunda la historia. La única, la verdadera, la que expone crudamente su maldad, sus planes genocidas y la violencia que desataron durante la guerra fría. Para ellos el terrorismo no era una causa sino un medio para imponer el comunismo, es decir una dictadura genocida. Sus acciones rompían la convivencia democrática, mataban y secuestraban extorsivamente todo para allanar el camino de su diabólico plan.
La que ahora empieza a aceptarse como la Tercera Guerra Mundial, fue esa guerra llamada fría, que en países como el nuestro resulto bien caliente, fue una guerra no declarada pero llevada adelante mediante terroristas y las llamadas “guerras de liberación”que dirigían los comunistas desde la URSS y sus satélites.
Conocer la historia es importante porque las guerras contra el totalitarismo nos afectaron y afectan a todos. Todos los que queremos una convivencia en libertad y pacífica somos blanco de los totalitarios, por lo tanto no se podía, ni se puede ser neutral. La naturaleza de guerras no declaradas llevadas adelante con ejércitos de terroristas traidores que adherían al internacionalismo marxista en contra de sus propias naciones hicieron más difícil el combate.
Los terroristas de antaño que mataron especialmente dirigentes peronistas, y atacaron a su gobierno de 1973, hasta que se vio forzado a declarar ilegal a su movimiento y ordenar a las Fuerzas Armadas argentinas su aniquilamiento, necesitan mantener la mentira a toda costa, ya que hoy han infiltrado, copado al gobierno del peronismo K.
Son esos terroristas que Perón echo de la Plaza de Mayo un primero de mayo hace 30 años, que hacen exactamente hoy 31 años, asesinaron con 35 balazos al secretario General de la CGT, José Ignacio Rucci que valió del Juan Perón decir “me han cortado la piernas” refiriéndose al asesinado sindicalista, y tantos otros atentados terroristas.
Pues bien un joven marplatense llamado Nicolás Márquez, de solo 27 años de edad, es decir que cuando los Montoneros desataron su baño de sangre no había nacido, y cuando sucede el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 tenía menos de 3 años ha cometido el sacrilegio de estudiar la historia y editar un libro llamado “La otra parte de la verdad”. El libro ha sido presentado en numerosas ciudades y siempre con repetido y creciente interés de la población.
Por eso ahora el Secretario de Izquierdos Humanos de Tucumán ha formulado una denuncia penal contra Nicolás Márquez, Pablo Calvetti y Vicente Massot que lo acompañaron allí a presentar el libro.
Detrás de la denuncia esta el abogado saca terroristas Eduardo Luis Duhalde, secretario de Izquierdos Humanos de la Nación.
No han leído el libro que tiene también críticas al mismo gobierno del Proceso, no les interesa leerlo sino silenciarlo, para eso ahora que están en el poder utilizan los métodos aprendidos con Fidel Castro, la persecución penal, mediante la falsa atribución de delitos, tan vagos como apología de delitos de lesa humanidad, defensa de la democracia.
Extraña concepción de la democracia aquella donde no se puede contar la historia, salvo inventar que uno sea de izquierda o funcional a ella. Mejor dicho vieja y conocida metodología totalitaria del nazismo y del comunismo, disfrazada de defensa de la nación, de la democracia popular y del pueblo.
Van por más. No solo quieren el poder y seguir creando indemnizaciones que pagan el hambre de los niños argentinos, la pobreza de millones, ellos además quieren cambiar la historia, borrar la huella de sus crímenes y su agresión, no solo por venganza de quienes tuvieran que cumplir las órdenes de un gobierno constitucional, la de aniquilarlos digo, sino que quieren quebrar la conciencia moral de cada argentino, y para ello necesitan que neguemos lo que todos sabemos. Que los terroristas por castristas, comunistas y guevaristas iniciaron una guerra contra la república Argentina, que las órdenes de defender legítimamente nuestra patria e instituciones la impartió un gobierno constitucional y popular, del peronismo.
Y esta batalla que viene de largo está tomando el punto de inflexión en la persecución de la libre expresión de Nicolás Márquez, Pablo Calvetti y Vicente Massot.
¿Has estado viendo los Roldán mientras ellos persiguen a quienes solo cuentan la verdad? No te quejes cuando vengan a buscarte, cuando te echen de tu casa, te conviertan en blanco de fingido y temeroso odio de tus vecinos, amigos y familiares, quienes creerán que pueden salvarse solo por sumarse a la hora de odio obligatorio que imponen desde el Gran Hermano K y sus camaradas.