N ° 13/2004 - Año 5º
Buenos Aires, septiembre 10 de 2004.-
Atefe Rayaba vivía en Neka, Irán y tenía 16 años cuando fue acusada de haber mantenido relaciones sexuales con un hombre, su novio. El delito que la llevo ante el tribunal es “actos contrarios a la castidad”. El juez y fiscal de distrito (la misma persona para garantizar resultados) Hayi Reza comenzó el juicio y la joven Atefe expresó que ella no tenía nada porque avergonzarse, ni menos de su cuerpo y dijo que quienes debían estar en el banquillo de acusados por ser los auténticos responsables de la corrupción moral del país eran el propio juez y los magistrados que aplicaban este tipo de leyes, no las víctimas de ellas como era su caso. Para reforzar su argumento se desvistió ante el tribunal mostrando su cuerpo y reitero que a ella no le daba vergüenza en mismo.
El juez y fiscal Reza la condeno a muerte y elevó para su ratificación el caso al Tribunal Supremo de Irán que ratifico la misma, con la firma de Mahmud Sarudi máxima autoridad judicial del país. Pero aun el tribunal tropezaba con un problema, que Atefe era menor de edad por lo cual se ordeno expedirle nuevos documentos elevando su edad legal a 21 años para así poder ahorcarla.
La sentencia fue ejecutada en la calle del ferrocarril Rah Ahan de la misma ciudad y el fiscal y juez Reza se encargo de poner la soga al cuello de la joven y abrir la trampa para ahorcarla.
Al novio de la joven por ser hombre se lo condeno a 100 latigazos y se lo dejo en libertad luego de ejecutarse la tortura.
Desde 1990 Amnistía Internacional ha denunciado en forma probada la ejecución de 10 mujeres menores de edad por actos similares y en la misma semana del 15 de agosto en que se asesinó a Atefe Rayaba en nombre del Corán se ahorcaron otras cuatro personas.
Los jóvenes y muchas mujeres son bombardeados a diario con propaganda que muestra a la coalición libertadora de Afganistán e Irak como tropas colonialistas y que solo han invadido esos países por negocios del petróleo. Sin embargo gracias a la valentía y la decisión de la coalición encabezada por los EE.UU. más de 50 millones de personas han sido liberadas de regímenes tan sanguinarios y retrógrados como el de Irán.
Es bueno que las mujeres entiendan que la libertad y los derechos de ellas son una conquista del sistema occidental, del capitalismo liberal, ese que tanto les gusta atacar por injusto. Pueden pensar en Atefe, en las mujeres bajo el régimen talibán y compararse en el espejo de occidente, y luego concluir cual sería su destino si entre otros George Bush, Tony Blair, José María Aznar, Berlusconi, Howard (Australia), Kwasnieski (Polonia) hicieran caso a Chirac, Schroeder o a Kerry.
Se trata de una guerra donde se juega la libertad de todos, la igualdad de derechos y la separación del estado y la religión, se trata en suma de no tener que ver por cobardía o miopía anti norteamericana a nuestras mujeres soportar el destino de Atefe.