N ° 12/2004 - Año 5º
Buenos Aires, agosto 27 de 2004.-
Con el fallo por el cual la nueva mayoría automátika de la Korte Suprema calificó de imprescriptible un homicidio, en mérito a que fue realizado por un agente secreto chileno durante el gobierno de Augusto Pinochet en base a la mera voluntad de esa mayoría, ya que expresamente han sostenido que lo hacen basados en una costumbre y contra las disposiciones expresas de la Constitución Nacional Zaffaroni arrojo su máscara de garantista exhibiendo que sus libros solo son una postura de conveniencia personal.
Zaffaroni que fue el único de todos los jueces federales de la ciudad de Buenos Aires a quien el Proceso de Reorganización solo cambió de juzgado, que edito un manual de derecho penal militar para la Fuerza Aérea justificando la tortura, que ha confesado leer los expedientes desde atrás hacia adelanta para hacer zafar a los delincuentes, con ese mismo voluntarismo disfrazado de método científico ahora ha violado el derecho de un ciudadano chileno, violando el debido proceso, y la prescripción del hecho0 investigado. También se ha sumado a la falaz y distorsionada calificación de “delitos de lesa humanidad” a la defensa contra el terrorismo comunista que aspiraba a imponer una dictadura tan feroz como las de Stalin, Fidel Castro, Pol Pot en toda América Latina.
Lo que está claro es porque fue promovido este saca presos a la Korte Suprema, porque son sus debilidades personales y su calidad de evasor tributario los que permiten tenerlo asegurado para cometer arbitrariedades e injusticias, aberraciones del derecho que violen las garantías constitucionales pero disfrazándolas de “respetabilidad”.
Zaffaroni y Highton de Nolazco son los nuevos Von Papen de la Korte Suprema, Petracchi, Boggiano y Maqueda son los Kerensky o Scheichler, los que estaban y se han plegado –arrastrado mejor- a ser una mayoría automátika que de forma de legalidad a los abusos del regimen.
Lo grave de esta manifestación es que han roto el pacto constitucional y de convivencia, y cuando el pacto de derecho se rompe se reemplaza por aplicar cada uno su fuerza. Si esta violación de los derechos humanos que están cometiendo los terroristas de los setenta con el auxilio de estos funcionarios que no merecen ser jueces prosigue nos llevan al peligro de un nuevo baño de sangre. Una vez más será su intolerancia, su autoritarismo genocida el culpable de cada gota de sangre derramada.