N ° 10/2004 - Año 5º
Buenos Aires, julio 15 de 2004.-
En una vergonzosa resolución la Corte de La Haya (máximo organismo judicial de las Naciones Unidas) ha condenado al estado de Israel por construir un muro de protección contra los ataques terroristas palestinos y fundamentalistas islámicos.
Ni una palabra para condenar esos terroristas, ni a los estados que dan apoyo y refugio a esos terroristas, sino siguiendo la lógica orwelliana, comunista o nazi se ha condenado a quien se defiende de la agresión.
Es un acto vergonzoso y condenable la resolución de la Corte de La Haya condenando al Estado de Israel. Algo que no debería sorprender a nadie ya que las Naciones Unidas son en su gran mayoría un conglomerado de naciones antidemocráticas, donde sus gobiernos violan los derechos del hombre en forma sistemática y además los funcionarios de esa organización son unos burócratas bien pagos, aburridos de ir a cocktails a preocuparse del hambre en el mundo mientras llenan sus barrigas con costosas bebidas alcohólicas y manjares que pagan justamente quienes mueren de hambre por las políticas que también suele recomendar la ONU.
Y es un ejemplo la actitud del gobierno de esa nación que defiende a su pueblo y su seguridad sin importarle un bledo la opinión de esos pseudo jueces que en La Haya solo han mostrado una cobardía que nos recuerda a Chamberlain y Daladier cediendo a las extorsiones de Adolf Hitler y Josef Stalin. Pretendiendo culpar a quien reacciona en su legítima defensa en lugar de enfrentar a los violentos terroristas y los estados que los protegen.
Solo uno de los quince burócratas voto en contra, el norteamericano Thomas Buergenthal, lo cual no es de extrañar ya que en los EEUU al menos todavía se defiende la civilización occidental y no se convierte a la víctima en culpable por haberse defendido.