N ° 10/2004 - Año 5º
Buenos Aires, julio 15 de 2004.-
Ayer, 14 de julio de 2004, el terrorismo arraigado en el gobierno sumó una nueva víctima a la larga lista de asesinados en nombre de sus perversos ideales.
Reneé Cuello Paulsen de Saá se agrega así a ese grupo de argentinos -conformado por el Cnl. Gay y su esposa, el Gral. Cáceres Monié y su esposa, el Cap. Viola y su hijita, Paula Lambruschini, el Profesor Sacheri, el Cap. Bigliardi y miles de compatriotas más- que no tienen su monumento, ni su museo, ni su indemnización, ni el reconocimiento de nuestra desagradecida sociedad, pero que sí cuentan con el insulto permanente de la casta política (y aquellos argentinos que la acompañan sumisamente), que hoy se regocija en la venganza.
No hay mucho que agregar a la siguiente información: Reneé Cuello Paulsen de Saá, el martes 13 de Julio de 2004 a las 20.30, mira cómo su marido es llevado bajo arresto por la Policía Federal.
Una víctima fatal de la política persecutoria de nuestro gobierno "setentista". Siguiendo con la política de persecución dispuesta por el presidente Kirchner y sus acólitos, en el día de la fecha se decidió encarcelar a un oficial superior más de las ya decenas de oficiales y suboficiales detenidos y procesados por la justicia federal genuflexa que el sistema ha producido. La noticia no pasaría de otro episodio de los tantos a los que nos hemos acostumbrado (y que padecemos diariamente con una pasividad ya lamentable), si no fuera porque el General Juan Pablo Saa -de este oficial se trata- vio como su mujer caía fulminada por un infarto al presenciar su detención.
Para el gobierno se tratará sin duda de un hecho que cínicamente calificará de “lamentable", pero que no lo apartará ni un ápice de su política de venganza. Para los que queremos una Argentina en paz, en crecimiento y mirando al futuro es una víctima calificada de la canalla montonera enquistada en el gobierno, un hito más que lamentablemente nos aparta de ese camino que anhelamos.
Mientras esto ocurre, un turba pro-kirchnerista toma y destruye una comisaría logrando así se premie al líder de esa banda con un viaje a Centroamérica, una pobre jubilada en detenida y condenada por cambiar en la calle 200 dólares, más de diez ciudadanos están en estos momentos secuestrados por una delincuencia que no sólo no es castigada, sino que además se la apaña con diversos subterfugios. Y miles de empobrecidos piqueteros levantan día a día - y con toda razón- su protesta, también lamentablemente mediante métodos que contribuyen a generar mas y mas bronca ciudadana...
Por eso la señora Renee Cuello Paulsen de Saa no puede ser olvidada. Su corazón fue destruido por el odio enfermizo que padecen quienes se apoderaron del gobierno nacional. Su muerte es un grito de alerta, y muy fuerte, que nos llama a reaccionar, a no quedarnos cruzados de brazos mientras día a día destruyen las instituciones fundamentales de la Nación en la ejecución del plan "chavista" que los "brillantes" asesores del presidente están poniendo en práctica, y con bastante éxito.
Ya días atrás llenamos la Plaza del Congreso siguiendo silenciosamente al padre de una de las víctimas de esta delincuencia que el sistema protege, lo hicimos para mostrar al gobierno nuestra indignación, pidiendo al mismo tiempo medidas que sabemos nunca se ejecutarán. Creemos que esta llegando el momento en que nuevamente nos manifestemos, y esta vez con mas fuerza, para que quienes nos mal gobiernan comprendan que deben cambiar para bien del país, y especialmente para su propio bien. La muerte de Renee Cuello Paulsen de Saa nos reclama acción, y no decepción.
Buenos Aires, 14 de julio de 2004
Emilio Guillermo Nani, Teniente Coronel (R) Veterano de Guerra