N ° 10/2004 - Año 5º
Buenos Aires, julio 15 de 2004.-
Mientras el diktador Kirchner atacaba en forma injusta al Obispo de La Plata, Monseñor Aguer don Gustavo Torquemada Beliz se hace bien el tonto como si todos debiéramos olvidar las dádivas que recibía de los hermanos Trusso. El alquiler de su vivienda, el pago de sus gastos con la tarjeta de crédito Credencial, etc. Porque Beliz recibía todo aquel mientras era funcionario nacional.
También fue Beliz por aquellos años de funcionario en la administración de Carlos Menem que contrajo matrimonio y lo festejo en los jardines de la quinta presidencial de Olivos. Luego de haberse comprado un elector correntino el transparente de Beliz renunció al gobierno de Carlos Menem pero habría seguido cobrando algunos dinerillos mediante contratos del PNUD desde el Ministerio de Economía que dirigía su posterior aliado político Domingo Cavallo. Algo como lo que hoy hace el Chacho Álvarez en su centro de estudios que lo mantiene el PNUD, con dinero del estado argentino.
Luego traicionó también a Cavallo y se convirtió en un eficiente Torquemada del diktador Kirchner para asegurarse someter al Poder Judicial estableciendo una Korte Suprema de Injusticias.
Como todo converso se ha dedicado con especial saña a perseguir a todo aquello que pueda recordarle su pasado y vincularlo con él. Su objetivo especial ha sido instruir al juez federal Oyharbide de cómo debía perseguirlo y encarcelar al ex presidente Carlos Menem, aunque no ha sido el único juez sometido a su ilegal presión.
Para ello montó su show mediático de viajes a Suiza para lograr esclarecer las cuentas de Carlos Menem en ese país, las que él ya conocía por supuesto.
Ahora la justicia suiza le ha dicho que no existen, pero Beliz como un buen Torquemada insiste, total lo que importa son los noticieros argentinos y la claque de periodistas oficialistas no la verdad judicialmente establecida.
Hace dos semanas el ministro Beliz aconsejo a algunos directivos de bancos que si había intentos de tomas por piqueteros los dejaran actuar ya que eran pacíficos pero si había resistencia podían ponerse violentos y negó asistencia policial.
Cuando el piketero oficial Luis D’Elía tomo la comisaría 24 su segundo, el segundo e Beliz en el Ministerio de Inseguridad, Injusticia y Abusos Izquierdos, un fiscal en uso de licencia, Campagnoli dio la orden de desobedecer las órdenes de una jueza mientras ambos buscaban un juez que les permitiera ganar tiempo para negociar la retirada pacífica de los piketeros.
Beliz ha estado demasiado tiempo viviendo de los dineros públicos solo para ser funcional a la construcción de un sistema dictatorial y peligroso. Es de esperar que nadie olvide esto en el futuro, que no se refugie en sus palabras huecas y sus amenazas pseudo moralistas porque estos 15 años ha actuado como un buen Torquemada.