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N ° 10/2004 - Año 5º

Buenos Aires, julio 15 de 2004.-

CLAROSCUROS

Esta semana Alberto Fernández dijo que no existían motivos de inseguridad jurídica, ni personal que impidieran inversiones. Parece que de tanto hablar este progresista vocero del diktador no se entera de lo que pasa en nuestro país, y debe ser por ello que incumple sus deberes de informar al congreso mensualmente del estado de la administración.

Por ejemplo mientras D’Elía y sus piketeros tomaban la comisaría 24 de la Boca provocando que fuera zona libre para todo el delito durante más de 12 horas, no realizó ninguna acción para detenerlo a él y a sus cómplices.

Cuando toman empresas para extorsionarlas el gobierno aconseja ceder ya que son una toma pacífica. ¿Puede ser pacífico que alguien tome la propiedad ajena sin derecho alguno, que nos extorsione?

Este gobierno ante un violador le aconsejaría a la mujer dejarse penetrar ya que el violador lo hará pacíficamente. Como si no fuera el acceso carnal no deseado el acto de violencia, claro que Alberto Fernández debe confundir la violencia de la violación con la fuerza de empuje del pene, total es capaz de justificar cualquier barbaridad mientras con ello se dure un poco más en el gobierno.

La toma, la extorsión, la quema del frente de una empresa (llámese Mac Donalds, Repsol YPF, Sheraton Hotel o Casa Rosada) son actos violentos por su propia naturaleza, aunque sean ejecutados con suavidad. Ahora si el gobierno por no destruir la empresa entera, no violar las empleadas, ni robarse la caja las considera pacíficas resulta muy difícil que alguien venga a invertir.

Porque lo que está exponiendo el gobierno K es que las empresas son la parte débil de la economía, las víctimas casi indefensas que pueden ser saqueadas, ya sea con impuestos abusivos, retenciones a sus ventas o permitiendo que sean extorsionadas por hordas de vándalos.

Esas empresas y sus empleados, sus proveedores y también los argentinos que no consiguen empleos son las víctimas del accionar de esos piketeros, los que encima están mantenidos con la dádiva oficial. Dádiva que se paga con los dineros cobrados a las víctimas de esos mismos piketeros.

Y al piketero D’Elía los cobardes legisladores bonaerenses solo se animan a pedirle el desafuero en lugar de expulsarlo por sus actos delictivos. Y el gobierno nacional lo recibe en la Casa de Gobierno desde donde justifican que los delitos de D’Elía evitaron un derramamiento de sangre.

¿De quién?

Si esta claro que toda la cuestión de la muerte del piketero del cartel de D’Elía fue una cuestión entre dealers de la droga.

¿Qué violencia evito D’Elía?

SI el diktador Kirchner y sus ministros no quieren reprimir con la policía que ellos purgaron y vaciaron bajo el falso argumento que es una policía de gatillo fácil y entregan la calle y las comisarías a los piketeros que ya es público y notorio mezclan su violencia política con la droga pronto estaremos peor que en Río de Janeiro y Colombia.

Eso sí los jueces son tan serviles que pueden meter preso a un peligroso vecino que poda un árbol sin permiso municipal, aunque el gobierno de Ibarra no los podé, ni responda a las reiteradas peticiones para ello.

Y a un joven trabajador solo por portar el apellido de Alsogaray se lo puede detener porque el diputerrorista Miguel Bonasso dice que lo amenazo mediante un e mail. Se lo detiene, se lo somete al escarnio público y una noche después se lo deja en libertad con media vida arruinada sin que la jueza Servini de Encubría (¿era así no?) le tome la declaración por la cual ordeno detenerlo.

Pero Bonasso amenazo a periodistas y nadie lo investiga, menos lo echarían de la diputación.

La verdad es que al diputado Ángel Luque y la diputada Norma Godoy los echaron de su diputación por mucho menos que los atropellos y delitos de Miguel Bonasso y Luis D’Elía. Claro que ellos eran dirigentes justicialistas no progresistas violentos, prepotentes que gozan del fuero de impunidad de los izquierdistas.

¿Dónde están aquellos periodistas que reclamaban echar diputados cuando Bonasso y D’Elia amenazan a sus colegas, toman comisarías, etc.?

Tal vez si Alberto Fernández junta algunas de estas cosas comenzará a comprender porque no solo no habrá inversiones, sino que continúan fugándose capitales y cerebros, argentinos de bien y extranjeros espantados.

Porque estamos letrino americanizándonos y eso algún día el pueblo y la patria se los va a demandar. Y el día ese señores transversales, cada vez está más cerca.

 

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