N ° 09/2004 - Año 5º
Buenos Aires, junio 22 de 2004.-
El disparador de la conversación fue una idea que el Gobierno aún estudia aplicar: extender por dos años el acuerdo de intercambio compensado de autos entre la Argentina y Brasil. A partir de allí, las automotrices empezaron a expresar, por primera vez, sus disidencias con el presidente Néstor Kirchner.
Pero Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat, va más allá. Dice que, además, quedan por ajustar otros temas. Y dispara: hay que aliarse con los países ricos, no con los pobres; hay que acordar "ya" para salir del default; no se puede discriminar entre deuda nueva y deuda vieja; la devaluación fue un desastre, y los 90 no fueron tan infames como se dice.
–¿Qué pasa si el Gobierno decide extender el acuerdo automotor?
–La última vez, en 2000, ese decreto de Débora Giorgi que después empeoró Javier Tizado nos hizo cerrar la fábrica. Debe haber menos regulación estúpida.
–¿Por qué cree que se analiza?
–Hay muchas presiones. Adimra (los empresarios metalúrgicos) dice tantas cosas inexactas...
–Si no sigue el acuerdo, ¿Fiat volverá a fabricar autos en el país?
–Sí, si se abre el tratado de libre comercio con Europa. Esto se resuelve con un mercado más grande. Un millón más de producción en el Mercosur. Competir entre nosotros, la Argentina y Brasil, es competencia de pobres, de países con salarios bajos. Le aseguro que a la India no le vamos a vender autos. Sí, a Europa o a EE.UU.
–Hay industriales que piden un dólar más alto. ¿Usted qué cree?
–Necesitamos un dólar equilibrado. La devaluación salvaje fue un desastre para el país, a pesar de que estamos todos chochos. Nos han lavado el cerebro a todos. Salarios bajos, jubilaciones pesificadas... Y nadie se quejó.
–¿Un dólar equilibrado es a 3 pesos?
–Cuando se empiece a pagar deuda va a haber, probablemente, un dólar real a 3 pesos. Pero eso no se está cumpliendo. Eso de tratar distinto la deuda nueva y la deuda vieja... Si cada gobierno que llega no respeta los compromisos anteriores, estamos mal. No se paga la deuda, pero después de enero de 2002 se paga todo. ¿Qué garantía tenemos para la deuda futura?
–Pero usted, apenas presentada la oferta, dijo que era buena.
–Es que es un buen comienzo, pero hay que acordarla con alguien. No podes plantarte y decir: Hice una buena propuesta y no la discuto más. Es buena; ahora, de ahí a plantarse... La deuda no se paga, se administra.
–Por estas posturas es que lo acusan de noventista.
–Que me acusen de lo que quieran. Yo creo que hubo cosas muy buenas en los 90. Y también malas, como el aumento del gasto público desde 1998. Eso mandó al diablo un proyecto serio, porque el país se estaba insertando en el mundo. Era un proyecto moderno.
–Con todo, ¿usted no cree que ha habido mejoras en el país?
–Obviamente, en relación con 2002 hubo enormes mejoras. Sólo con la estabilidad que generó un gobierno elegido por el pueblo repuntaron casi todos los sectores; también el nuestro.
–¿Qué pasará si el Gobierno prorroga el acuerdo automotor?
–¡Que lo haga! En 2000 ya habíamos dicho que sería un desastre. Será otro error. Las reglas hay que respetarlas cuando cuestan. Con la soja a precio alto, cualquiera respeta las reglas.
–Con un acuerdo con Europa, ¿bajarían los precios de los autos?
–No, el auto más barato cuesta en Europa 8000 dólares y acá, 4000. Yo me río cuando dicen que nos va a invadir de Europa. ¿Con estos precios? ¿Nos van a invadir con Ferrari?